Con una inversión de u$s2.000 millones durante el 2019 y el objetivo de duplicar su producción de petróleo en los próximos años, YPF busca acelerar sus procesos operativos en Vaca Muerta para expandir las fronteras del reservorio de hidrocarburos no convencionales más importante de la Argentina.
Es la estrategia de la petrolera para llegar al 2023 multiplicando casi por ocho el nivel de producción de petróleo no convencional que tiene en estos momentos. Pasando de 70.000 barriles diarios de shale oil a 225.000, cifra que representa la producción total de YPF en la actualidad y que llevaría a YPF a un nivel de 500.000 barriles cada 24 horas en tan sólo cuatro años.
De esta manera, la petrolera estatal buscará colmar la capacidad de sus refinerías con crudo no convencional y exportar el excedente, en especial poniendo el foco en el mercado asiático.
"Vamos a acelerar la actividad en los próximos años con el foco puesto en operar una nueva YPF a partir de Vaca Muerta que va a cubrir toda la capacidad de nuestras refinerías y exportar el excedente", explica Pablo Bizzotto, vicepresidente Ejecutivo de Upstream de YPF.
El ejecutivo lidera el desarrollo de la petrolera en la zona desde hace ya casi cuatro años y considera a Vaca Muerta como el mayor proyecto industrial de la Argentina con un conjunto reunido de las mejores características de reservorios de shale de todo el mundo, incluyendo los de Estados Unidos.
También destaca que YPF está liderando el proceso, con inversiones por u$s12.000 millones desde el 2013, cuando se iniciaron los procesos exploratorios más importantes, y asegura que el monto representa el 80% del total de fondos volcados por todas las compañías petroleras que operan en la zona.
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