En Rosario tenemos que volver a soñar con cosas importantes

El candidato a intendente de Ciudad Futura, Juan Monteverde, propone la creación de un polo productivo agroindustrial en la ciudad. También infraestructura, incentivos y financiamiento para nuevos emprendimientos

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En Rosario no es fácil detectar con claridad un modelo productivo, un rumbo claro y definido a partir del cual se ejecuten políticas e instrumentos con el objetivo de consolidar un perfil económico propio, atractivo y pujante. Por eso no se trata simplemente de readecuar un conjunto de políticas públicas sino, básicamente, de animarnos a repensar el modelo que orienta a las ciudades a inclinarse hacia el consumo y no hacia la producción. El desafío que tenemos es diseñar un plan de desarrollo que permita consolidar un perfil productivo determinado, y que canalice todos los esfuerzos en expandir su potencial.

Por su emplazamiento geográfico privilegiado, por sus tierras vacantes, por las producciones que se desarrollan en la región, creemos firmemente en la posibilidad de hacer de Rosario un polo productivo agroalimentario. Pero además de posible, esto hoy es urgente y necesario si vemos que un importante sector de la población tiene grandes limitaciones para acceder a los alimentos básicos y, al mismo tiempo -por el sostenido aumento de los precios- quienes sí logran hacerlo, muchas veces lo hacen relegando la calidad de los mismos. No queremos acostumbrarnos a pensar que lo máximo que se puede hacer en las ciudades es atemperar las crisis, o recaer en el pesimismo y la resignación que nos esconden los horizontes de esperanza.

¿Por qué no pensar que nuestra ciudad puede tener un perfil vinculado a la industria y la producción de alimentos y dejar de tener que pagar la leche más cara que en Alemania? En el Sudoeste de la ciudad tenemos 800 hectáreas de suelo rural en estado ocioso. Ahí queremos desarrollar el gran Polo Agroindustrial que produzca, procese y agregue valor a los alimentos de la ciudad y la región. Para asegurar alimentos accesibles, sanos y de calidad para todos. Y al mismo tiempo generar puestos de trabajo genuinos. Una gran apuesta por el consumo local, de cercanía y saludable, evitando que los alimentos recorran miles de kilómetros antes de llegar al consumidor, encareciendo su precio y recurriendo al congelado o el exceso de conservantes.

La primera cadena a desarrollar será la láctea. Basados en la experiencia exitosa del Tambo La Resistencia, y ante la actual crisis terminal que padece el sector, vamos a impulsar la creación de una Planta Láctea Pública, que produzca desde leche fluida para consumo popular hasta quesos para exportar. Articulando una fuerte inversión pública en innovación, investigación y desarrollo local con las experiencias cooperativas y privadas de la principal cuenca lechera del país.

De lo que se trata es de proponérselo, trazar un plan y ejecutarlo. Y como creemos que ese plan, que las propuestas para la ciudad, tienen que ser construidas, discutidas y enriquecidas por la ciudadanía, es que en las últimas semanas generamos una serie de reuniones con productores, comerciantes y académicos de la ciudad. Así, por ejemplo, nos juntamos con productores de alimentos locales, los cuales además de contarnos sus problemas ante la crisis, la caída en el consumo y el impacto de la suba de tarifas del gobierno nacional, se entusiasmaron y aportaron sus ideas para el desarrollo del Polo Agroindustrial.

En una de esas reuniones surgió la alianza estratégica entre Ciudad Futura y Cotar, que logró un alto impacto, mostrando aquí y ahora nuestra propuesta para el futuro de abastecer de leche a precio justo a la ciudad. Juntos logramos comercializar leche a un precio accesible a miles de rosarinos y rosarinas, eliminado los grandes intermediarios que distorsionan la cadena de pagos y los precios y evitando a los grandes monopolios de la industria, al mismo tiempo que fortalecemos a los productores tamberos y a los trabajadores/as de la industria.

Otra reunión clave fue la que sostuvimos con el Decano de la Facultad de Agronomía, quien nos compartió su sueño de consolidar a Rosario y la región como vidriera de una Economía Verde, que transite hacia la biodiversidad productiva a escala y nos haga menos dependiente del uso de plaguicidas, al tiempo que sirva como barrera para alejarnos de la matriz sojera imperante en la región.

Árboles de madera fina para la exportación, apicultura, diversidad productiva con productos de consumo masivo y saludables, sistema de recuperación de suelos, biotecnología para desechos industriales, entre otras ideas, muestran que es posible que la ciencia y la tecnología se pongan a disposición de las mayorías, y que no sirvan sólo al afán de lucro de las grandes corporaciones, y que tenemos la oportunidad de desarrollar un modelo inclusivo y sustentable.

También nos reunimos con comerciantes, hoteleros y gastronómicos locales, con los que discutimos sobre la necesidad de fortalecer al comercio de cercanía y los pequeños comerciantes, y de generar una ciudad multicéntrica, ampliando las ofertas y la circulación de personas en distintas y nuevas zonas de Rosario, integrando, al mismo tiempo, la actividad comercial y de servicios, a otros circuitos, con actividades culturales y sociales, en paseos que permitan el encuentro ciudadano y propicien espacios públicos más seguros y cuidados.

Con la trayectoria que tenemos como Ciudad Futura en la defensa de la producción local, con emprendimientos productivos propios, y junto a la experiencia de los que producen en la ciudad, es que construimos la propuesta productiva que presentamos a continuación. Con la firme convicción de que en Argentina comer tiene que ser barato y en Rosario lo vamos a demostrar.

Polo Agroindustrial en Rosario

Rosario puede tomar a la alimentación como una política de estado. Y lo puede hacer produciendo, innovando y generando empleo. Por ello, nuestro Plan de Desarrollo plantea la creación de un Polo Productivo Agroindustrial en la ciudad. Rosario cuenta con todos los recursos para hacerlo. Tenemos 800 hectáreas disponibles y sin producción; tenemos experiencias productivas diversas; tenemos universidades e instituciones que investigan y desarrollan tecnologías para la agricultura y la agroindustria pero que no cuentan con el apoyo suficiente para implementarlas; tenemos un importante mercado para la comercialización como segunda ciudad del país.

En esas tierras y con esos recursos, se puede ampliar e integrar la elaboración de alimentos que hoy ya se producen como lácteos, pastas y panificación. Queremos que las hortalizas puedan ser procesadas y envasadas en origen. Que las fábricas que procesan pastas y panificación se asocien para unificar logística y abaratar costos en las compras de insumos y en los canales de venta. Que las fábricas de lácteos produzcan en proximidad, y que eso les permita compartir equipamiento, como las cámaras de enfriamiento.

Pero también queremos inversiones que generen nuevas cadenas de valor, como por ejemplo incursionar en alimentos naturales -mercado hoy en fuerte expansión- para promover un consumo responsable y saludable pero más accesible. El cultivo de chía, amaranto, lino, sésamo, para su industrialización es posible en esas hectáreas que hoy están ociosas.

Además, con el apoyo de las universidades se puede implementar biotecnología para acelerar el tratamiento de residuos y generar una industria más limpia; o aprovechar tecnologías ya desarrolladas en la ciudad, como la industrialización de desechos industriales.
Para todo esto, no alcanza con que el Estado Municipal genere incentivos y obras. Necesitamos que sea quien lidere y acompañe este proceso. Porque la experiencia demuestra que los desafíos son muy grandes para quienes desarrollan emprendimientos productivos en las condiciones actuales.

Planta Láctea Pública

Rosario forma parte de una de las cuencas lecheras más importantes del país y de latinoamérica. A pesar de esa realidad geográfica, pagamos la leche más cara que en Alemania. Desde hace años, gestionamos el último tambo de Rosario y una Fábrica Láctea que nos ha permitido comercializar alimentos saludables y económicos, pero también nos ha permitido demostrar que la ciudad tiene un gran potencial productivo e industrial; solo es cuestión de pensar otro modelo.

Para ello y para comenzar a materializar el Plan de Desarrollo y el perfil agroindustrial, vamos a crear la primer Planta Láctea Pública en la periferia de la ciudad que se transforme en una referencia del modelo productivo.

La Planta Láctea Pública podrá producir desde leche fluida para consumo popular hasta quesos para exportar. Se desarrollará con una fuerte inversión, con innovación, investigación y desarrollo local, que no compita con las experiencias cooperativas y privadas existentes sino que se articule, se asocie con ellas y las potencie. Con este proyecto podremos agregar valor en origen, pagarle precios justos a los tamberos, asegurar alimentos sanos económicos a los rosarinos y también generar empleo local.

Experiencias como estas se han desarrollado en otros lugares de Argentina y funcionan. Por ejemplo, en la Pampa, más concretamente en General Pico, el gobierno provincial creó la empresa estatal láctea “Mamuu”, la cual se dedica a la producción de leche entera y parcialmente descremada, leche chocolatada, crema de leche, yogur bebible y dulce de leche.

Hoy procesa 7.000 litros de leche diaria y vende sus productos un 30% más barato que en el mercado. Dicha planta es completamente autosustentable, es decir, no le cuesta dinero extra al estado, y su funcionamiento se sustenta con la producción y la comercialización, generando empleos de calidad, así como también la posibilidad de innovaciones en materia productiva.

Actualmente, la planta “Mamuu” está intentando insertarse en los mercados internacionales.
También se encuentra el ejemplo de Ceres, que con una gestión pública-privada lanzó la producción local de leche. Junto a productores tamberos de la zona y la Cámara de Comercio local, hoy logra vender leche a un precio inferior a toda la comunidad.

Con proyectos como estos podemos:

- Desarrollar una cadena de productos lácteos industrializados, de calidad y más baratos para el consumo local;

- Generar precios de referencia en el mercado local;

- Desarrollar un mercado de exportación de productos lácteos de calidad en conjunto con las otras empresas del sector;

- Generar empleo local de calidad;

Principales medidas para el desarrollo del Polo Agroindustrial

Para desarrollar el Polo Agroindustrial, desde el Estado municipal es necesario tomar una serie de medidas de promoción, fomento y reordenamiento territorial. Entre las que destacamos:

* Extensión del Régimen de Producción Industrial -ordenanza N° 9.495- para inversiones reales y del perfil agroindustrial. La norma actual otorgó beneficios generales sin jerarquizaciones e incluso sin exigir la instalación efectiva de dichos emprendimientos ni creación de puesto de trabajo. Eso hizo que el estado perdiera ingresos económicos con los que, por ejemplo, podría haber ejecutado la infraestructura necesaria para que más empresas se radiquen.

* Concentración de los emprendimientos productivos para la planificación estratégica de las obras privadas y las públicas y activación del Fondo para Desarrollo de Infraestructura en Distritos Industriales. Hoy las pocas instalaciones productivas se han realizado de forma disemina, si las mismas se concentrarán las obras podría abastecer varios emprendimientos.

* Creación de un programa municipal de asociación entre actores que genere, por ejemplo, la gestión asociada entre propietarios de suelo y diversos emprendimientos productivos que no poseen suelo para el desarrollo de su actividad.

* Revisión de los usos de suelo para contemplar los usos mixtos de producción rural e industrial, para fomentar la integración la cadena productiva y promover el agregado de valor en origen.

* Realización de convenios con universidades e instituciones científicas para co-gestionar e impulsar proyectos de investigación y desarrollo orientados a la innovación científica y tecnológica para la agroindustria local.

* Articulación de esfuerzos con los municipios del Área Metropolitana y la región, para integrar las cadenas de valor agroindustriales a escala regional, con la participación activa de los productores y empresarios del sector.

* Gestiones ante la provincia y el gobierno nacional para el financiamiento de proyectos de inversión públicos y privados, no sólo para brindar infraestructura, sino para generar innovaciones e incursionar en sectores vacantes de la actividad agroindustrial de alimentos.

* Reorientación del crédito municipal con líneas específicas en función de los requerimientos de cada sector, como ser meso-créditos con escala suficiente para iniciar una actividad incipiente, o créditos asociativos-clusters para aquellos emprendimientos existentes que quieran asociarse para emprender proyectos comunes de inversión.

* Posicionar al Instituto del Alimento como líder de proyectos estratégicos de innovación y desarrollo de tecnología para la industria agroalimentaria.

Medidas complementarias para el sector 

Para un comercio justo y un consumo responsable

* Creación de los Mercados Circunvalares para abastecer a pequeños comercios locales con producción de la región a precios justos. Serán cuatro y estarán ubicados en función de los diferentes corredores productivos, como lo son frutihortícola en el Oeste, pescados en el Norte y Sur y producción láctea y de carnes en el Noroeste.

* Puntos de Comercialización de Escala Intermedia en ubicaciones claves de la ciudad, con la asociación de productores y pequeños distribuidores locales, para garantizar los bienes de primera necesidad a cada hogar a precios justos y accesibles. Podrán realizarse en inmuebles públicos ociosos o en consorcios públicos-privados.


*Apoyar a los pequeños comercios, a través de apoyo y promoción de compras colectivas que permitan reducir sus costos y de la creación de aplicaciones digitales que difundan su oferta, así como generar equipamiento y mejoras permanentes para los Centros Comerciales a Cielo Abierto, especialmente los más periféricos.

* Creación de Sellos de Trazabilidad para promover el consumo responsable y garantizar condiciones de producción y distribución social y ambientalmente justas.

Para asegurar trabajo de calidad

* Promover el trabajo de calidad con nuevos requisitos que aseguren la no precarización laboral y preserven la seguridad y la salud en el trabajo, para industrias y emprendimientos productivos promovidos y para las concesiones y contrataciones del estado.

* Posicionar a los emprendimientos autogestivos de mujeres con programas que promuevan su asociación, capacitación y desarrollo, para impulsar a las protagonistas, como grupo mayoritario, en la producción y elaboración de alimentos.

* Promover el agregado de valor de los recursos pesqueros de la costa, con campañas de promoción del consumo local, integración de la cadena de valor de la actividad y la asociación de pescadores y distribuidores, mejorando sus condiciones de trabajo.

Para una producción ambientalmente sustentable

* Garantizar y controlar la producción sin glifosato en el éjido de la ciudad y promover las buenas prácticas en la producción y manipulación de alimentos.

* Creación de sellos de calidad municipales para las industrias limpias, con eficiencia energética y buenas prácticas ambientales.

* Implementar medidas de control para garantizar el correcto tratamiento de residuos peligrosos y residuos industriales.

* Promover el reciclado y la reutilización de envases y otros desechos, con proyectos que permitan la gestión integral de los residuos para evitar su acumulación en rellenos sanitarios.

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