Una marca de indumentaria con nombre propio

Gina Castellani es de San Lorenzo y lleva adelante su propio proyecto de moda, que lleva su mismo nombre. Una marca regional que busca consolidarse

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Gina Castellani es el emprendimiento de marca indumentaria que lleva el nombre propio de su diseñadora. Con el objetivo de hacer diseño de autor, la emprendedora se va consolidando en la región, con ventas mayoristas en locales de San Lorenzo y Granadero Baigorria. Su impronta es vestir a mujeres de negocio, bajo la premisa de que la ropa "empodera".

Luego de tres años de trayectoria en su marca propia, Gina Castellani destaca la importancia de estar en movimiento, la redes de networking y el fuerte vínculo con otros emprendedores para lograr sostener un proyecto personal. 

Actualmente, ya está comenzando un muestreo de la temporada verano, cuya producción de fotos va a realizar en Barcelona con motivo de emprender también un curso de "tendencias, moda y lujos" en París, de la mano de Agustina Cattaneo, quien se encarga de street style y moda para Caras y La Nación. 

De este modo, la diseñadora se encamina hacia su séptima colección, además de realizar vestidos a medida para fin de año, proyecto que sostiene hasta que su marca pueda "despegar del todo". 

Gina comenzó su proyecto apenas terminó la carrera de Diseño en el Instituto Superior de Comunicación Visual, mientras en paralelo, trabajaba en un local de ropa. La motivación surgió como otra posibilidad por no conseguir lugar en una marca ya establecida en Rosario. "Si en Rosario no es mucho lo que hay, en San Lorenzo hay mucho menos", sostuvo la emprendedora.

La diseñadora relata que la primera colección tuvo mucho diseño y que no concordaba con los talles, con un público de personas más grandes y modelos más cercanos a prendas para jóvenes. "Fui arrancando sola, a prueba y error, con lo poco que me habían enseñado en la facultad de moldería y diseño", contó.

"Al estar trabajando en el local de ropa pude acercarme a otros clientes, escuchar lo que querían y de ahí fui virando a algo en un principio un poco más comercial a nivel diseño, siempre manteniendo una impronta, destacando los detalles o por la geometría", comentó. 

En paralelo, la diseñadora sostuvo también sus estudios en la carrera de Bellas Artes, como vínculo para "fomentar la propia creatividad y no ser tan comercial como la mayoría de las marcas que caen en una copia absoluta con repeticiones en todos los locales". 

"Siempre trato de estar del lado del diseño, de hacer algo que sea especial para otras personas", sostuvo. 

Hace dos años, la emprendedora consideró que la formación académica era insuficiente para lanzarse al "mercado real" y decidió comenzar otras capacitaciones. La primera de ellas fue la "UNR emprende", donde dio sus primeros pasos en las actividades de emprendedores y comenzó a formar vínculos. Por ejemplo, conoció el Club de Emprendedores, el espacio municipal que brinda tutorías gratuitas. Gina lo recomienda ya que al momento de arrancar, no se suele contar con muchos recursos. 

"Tener posibilidad de hacer asesorías contables o de marketing es algo muy valioso", sostuvo la emprendedora. 

Así es que comenzó un recorrido diverso, vinculado a los aspectos de liderazgo y actitudinales del emprendedor y no sólo a cuestiones técnicas del rubro. Esto le fue abriendo puertas a otros talleres y eventos. Gina destaca la importancia de tejer redes de networking: 

"Soy consciente de que por más que vaya a un taller y no obtenga conocimientos nuevos, por lo menos conoces a alguien que te va a catapultar para llegar a otro lado, es un escalón". 

Actualmente, cuenta con su tienda online y tiene el objetivo de conseguir más locales para "hacer crecer la producción, mejorar los costos y agrandar la estructura".

Además, sostiene que, si bien su proyecto es unipersonal, cuenta con la ayuda de la consultora Foda, que también está comenzando su proyecto, y que le brindan una mirada más analítica y de asesoría de negocios. También recurre a sus vínculos con el Club de Emprendedores y con la Red de Mentores organizada por Nación. 

Economía

Respecto de la situación económica actual, Castellani sostiene que es difícil porque "el proveedor no pierde, pero una está pensando en dólares mientras tiene que producir localmente". De ahí que recomienda "ser flexible y tener cintura". Como ejemplo, relata que se puede optar por buscar colecciones más chicas o saltear las colecciones de invierno, que son más caras. Además, tratar de generar productos con costos fijos para combatir la inflación. 

"Si bien hay recesión, hay mucha gente que sigue comprando y me parece que puede ser un impulso para tratar de reinventarse, buscar alternativas, ser más creativos en otros aspectos y escuchar más al cliente", sostiene. 

Estrategia de ventas

La emprendora sostiene que lo que más le funciona al momento de vender son sus relaciones interpersonales y los locales de ropa. 

"Tengo la tienda online simplemente porque el mercado lo demanda, pero no es el fuerte de mis ventas, es más otra ventana que tengo. Hoy lo que más me funciona son los locales o la venta minorista particular", cuenta.

Público

Gina sostiene que desde chica siempre le gustó el diseño y que buscaba mejorar su imagen al vestirse. Además, la emprendedora cree firmemente que la ropa empodera. 

"Yo quería ser una mujer empresaria, con un negocio rentable e independiente, ser la dueña de mi propio negocio y combinarlo con lo que me gusta: la ropa. Entonces, llegué a la conclusión de que quiero vestir a esa misma persona que quiero ser yo: una bussines girl, que no tiene problema en ponerse un pantalón fucsia un día nublado".

Sostiene que al principio aspiraba a un público más adulto, con el error de creer que quienes consumen diseño de autor son las personas más grandes. Actualmente, apunta a mujeres de ciudad, de 25 a 35 años, que se mueven en distintos ámbitos durante el día, que necesite estar bien vestidas y, a la par, sentirse bien.

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