Melina Zimaro estudió Diseño Industrial en Rosario y cuando comenzó a trabajar lo hizo a partir de un proyecto de diseño de muebles. Luego, buscando relaciones laborales independientes y dedicar su tiempo a lo que le gustaba, apostó a un nuevo proyecto de diseño: Ashera, su propia marca de zapatos. 

En el 2019 recibió el Sello de Buen Diseño argentino, una distinción que otorga el Ministerio de Producción de la Nación a los productos de la industria nacional que se destacan por su innovación, participación en la producción local sustentable, posicionamiento en el mercado y calidad de diseño.

La distinción fue para el rubro "calzado y marroquinería", por un modelo de un zapato mule (sin talón) para mujer, bajo el nombre de "Heras".

Luego de eso fue convocada por Investigación en Diseño Argentino (IDA), una fundación bonaerense que se encarga de recolectar el patrimonio del diseño industrial argentino, tanto en la historia como en la actualidad. Gracias a la distinción del Buen Diseño, seleccionaron algunos de sus productos para que sean parte de ese patrimonio fijo. 

Al momento de volcarse al diseño de zapatos, la emprendedora realizó un curso de diseño, fabricación y moldería en la Cámara de Calzado. A partir de ahí, se lanzó a diseñar sus propios modelos en el 2015. 

Cuando comenzó con la marca, lo hizo recorriendo distintos locales comerciales de la ciudad. En el 2017 participó de una convocatoria destinada a emprendedores para participar del Centro de Diseño e Industrias Creativas (Cedic), en la que quedó seleccionada junto a otros 12 proyectos y recibió clínicas y capacitaciones. 

Allí conoció al artista plástico Mauro Guzmán y a Marina Baima, una diseñadora industrial especializada en gestión, quienes la invitaron a participar de una asesoría más integral, donde también pensó el análisis del negocio y creció en el diseño de colección. 

En el 2019 dejó los locales en consignación y participó en la convocatoria de la feria del Mercado de Frutos Culturales, donde obtuvo un espacio propio y pudo generar mayor contacto con sus clientes en el galpón 17, en la franja del río.También realiza ventas a través de sus redes sociales. 

Además, durante este año participó de la clínica del diseñador Martín Churba, con el que siguió en contacto. Actualmente, la emprendedora se encuentra diseñando algunos modelos de colección especial para vender en "Tramando", la marca de Churba, que cuenta con un local en Recoleta, Buenos Aires. 

"Tengo bastante variedad y apuesto a los diseños atemporales. Trato de buscar cosas distintas, de vanguardia, no estar tan pendiente de la moda", explicó Zimaro. 

La emprendedora cuenta con varios modelos de invierno y verano, además del clásico mule que recibió la distinción. El rango de precios va entre $3500 o $4000 y trabaja siempre con cuero. Resaltó el valor de los detalles artesanales a los que puede dedicarle más tiempo por el trabajo a pequeña escala.