Sigman teme que "pase lo mismo que pasó con la celulosa" con el acuerdo con China para producir cerdos

El titular del Grupo Insud dijo que no tiene ningún "interés en el negocio de la carne porcina" y planteó que sería "bueno que se realice un buen coloquio" para analizar el tema

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Hugo Sigman, titular del Grupo Insud, cerraba ayer un panel sobre "Bioeconomía y Salud" en el que describió el escenario actual de los tratamientos y perspectivas sobre las posibles vacunas para atender el flagelo de la pandemia del Covid-19. Antes de terminar pidió un momento para responder un mensaje de dos personas que escribieron en el chat del Zoom en el que lo cuestionaban por el acuerdo con China para la producción de porcinos en Argentina. 

Sin modificar su tono, ni su compostura, el empresario lanzó una contundente definición de la que Ecos365 fue testigo:

"Yo temo, sinceramente, que pase en la Argentina lo mismo que pasó con la celulosa, que se perdió la oportunidad de producirla, mientras que Uruguay lo hace sin ningún problema ecológico".

De esta manera, el empresario trazó un paralelo con lo que ocurrió entre Argentina y Uruguay cuando mantuvieron -entre 2005 y 2010- un conflicto debido a la autorización del gobierno uruguayo para construir dos plantas de pasta de celulosa en su territorio y sobre las aguas binacionales del río Uruguay, cerca de las poblaciones uruguaya de Fray Bentos y argentina de Gualeguaychú, que inicialmente estaban previstas levantarse en Entre Ríos.

Ahora, los gobiernos de Alberto Fernández y Xi Jinping avanzan la letra chica de un memorándum de entendimiento para la venta a gran escala al país asiático de carne de cerdos. Este busca duplicar las exportaciones argentinas de porcinos, que se criarán en granjas argentinas levantadas con capital chino.

El acuerdo prevé una inversión en dos o tres años de 3.500 millones de dólares para construir las 25 granjas y frigoríficos planeados para llevar las exportaciones actuales de carne porcina de las 700.000 toneladas anuales a 1,3 millones de toneladas. Para ello cada granja se prevé que debe criar hasta 12.000 madres reproductoras. 

Pero apenas trascendió el posible acuerdo grupos ambientalistas cuestionaron la iniciativa y se desató una polémica sobre el negocio.  

En este contexto, en el octavo encuentro sobre Bioeconomía, organizado por las universidades nacionales de Rosario (UNR), del Litoral y Mar del Plata y del Noroeste de Buenos Aires, Inta, la Academía de Ciencias Médicas de Santa Fe y la Usina, trató este lunes sobre las transformaciones y los desafíos en el área de los insumos de la salud: medicamentos biológicos, reactivos y otros insumos, dos personas cuestionaron en el chat sobre el tema a Sigman

Fue apenas comenzó a hablar, tras dos presentaciones que lo antecedieron. Sigman primero trazó un minucioso panorama sobre la situación actual de los proyectos en marcha para tratar el Covid-19 y el rol de la Argentina en ese escenario.

El mensaje en el chat cuestionando su postura sobre el acuerdo con China por la producción de cerdos en Argentina estuvo casi desde el inicio de la charla. Pero no fue hasta el final de su presentación que pidió un momento para responder. 

Sigman introdujo el tema así. "En China, la carne sea bovina o porcina cuesta el doble que en Argentina porque ellos importan gran cantidad de alimentos para los animales y hace que su costo sea mucho más alto que el que tenemos acá. A raíz de esto nos dicen, porqué no tratan de ver si los productores de carne bovina no están dispuestos a producir carne porcina".

Aclaró que ni él ni sus empresas están interesadas en el negocio.

"Nosotros no tenemos ningún interés, Biogénesis Bagó no fabrica ninguna vacuna para la prevención de enfermedades de los porcinos, ni mi familia ni ninguno de los accionistas tenemos interés en el negocio de la carne porcina", dijo.

"Tenemos el interés principal de vincular a los productores argentinos con los chinos, propusimos un acuerdo entre ellos, nosotros solamente intentamos conectarlos. Cuando se produce esto de que hay gente que no cree en las grandes granjas porcinas, debo decirles que Argentina ya tiene grandes granjas y está creciendo la producción. Nuestro país que era importador, este año va a exportar 100 mil toneladas y va a aumentar", describió Sigman, fundador del laboratorio mAbxience, que estuvo en las últimas semanas en la agenda pública cuando se conoció que formará parte del proceso de producción de una vacuna contra el coronavirus en la Argentina, desarrollada por la farmacéutica Astra Zeneca y la británica Universidad de Oxford.

"Lo que cayó un poco mal fue que se pensó que el proyecto estaba apuntado a los grandes productores, mientras que estaba abierto para cualquier productor. Yo temo, sinceramente, que pase en la Argentina lo mismo que pasó con la celulosa, que se perdió la oportunidad de producirla, mientras que Uruguay lo hace sin ningún problema ecológico", aseguró el empresario que también es accionista de Bioceres.

"Si Argentina no toma en cuenta la posibilidad que tiene de la producción agropecuaria o de las vacunas, teniendo en cuenta los movimientos anti vacunas que creen que la enfermedad fue creada por un lobby. Si todo esto se llega a dar, no se que le daríamos de comer a nuestra población", agregó.

"De esta manera, si tomamos un país como Dinamarca que tiene capacidad para producir de 15 millones de porcinos y que con las heces hacen gas que lo ponen en el sistema de distribución y fertilizante para los campos. ¿Por qué diablos no podemos hacer una producción estable y sofisticada que le permita a nuestro país y que nos permita tener otros recursos?", se interrogó.

Sigman planteó que "además del insulto, sería bueno que se realice un buen coloquio para ver si realmente no somos tan estúpidos que no somos capaces de producir con buenas condiciones ecológicas y darle salida económica a muchos productores medianos, pequeños y grandes".

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