Industriales rosarinos preocupados por la profundización de la caída de la actividad

Los empresarios de la región describen una situación aún más complicada para los próximos meses. Insisten en medidas concretas para el sector

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Crece la preocupación entre los industriales del Gran Rosario por la profundización de la caída de la actividad. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó la semana pasada caída del 13,3 por ciento en la actividad industrial de noviembre pasado, a nivel nacional y en comparación con igual mes del año anterior. ¿Cuál es el impacto en la región?

Guillermo Moretti, presidente de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), señaló que “estos números demuestran lo que venimos diciendo desde Fisfe hace más de dos años. Este es un modelo sin industria. Y por eso pedimos una rectificación de la política económica a nivel nacional. A nivel provincial, reiteramos el pedido de emergencia industrial".

"Hasta hace unos meses, podíamos hablar de medidas puntuales, como acceso al crédito, pero ahora decimos que si no cambia el modelo y se recupera el consumo interno, los paliativos no sirven. Porque hoy, ¿para qué querría acceso al crédito si nadie me compra? En estas condiciones, terminaría tomando un préstamo, para pagar salarios”.  

Uno de los sectores más golpeados en Rosario por la merma del consumo y la actividad es el metalúrgico, en especial el nicho de fabricación de electrodomésticos. La ciudad es históricamente un polo fuerte en la producción de heladeras.

Desde la firma Bambi, su gerente de compras, Gustavo Camargo, indicó a ECOS365 que “en 2018 respecto al año anterior caímos de un 40% a un 50%, según el mes".

"El staff de empleados que teníamos bajó un 40%. Y después de casi diez años de trabajar con doble turno, estamos con uno solo y suspendiendo períodos de producción. La empresa está en su momento más complicado a en términos históricos", reconoció el ejecutivo.

"Lo único que esperamos hoy es que este sea el piso, pero si no se recupera el poder adquisitivo y el crédito a tasas razonables, no se podrá arrancar con una mejoría”, añadió.

Mariano Ferrazini, dueño de una fábrica de pinturas para industria que tiene su planta en el Parque Industrial de Pérez, hizo un balance de 2018: “El primer semestre venía repuntando un poco respecto a los dos años anteriores. Con la devaluación, a fines de abril, se nos licuó el capital de trabajo en un 20 por ciento. El problema se fue agravando en los meses siguientes, por la falta de demanda ante la caída del mercado interno, en la ventana que se abrió de la exportación, la verdad es que no muchos pueden aprovecharla, porque con la baja de reintegros y las retenciones, sumado a la suba de tarifas y las tasas altas, estamos tan poco competitivos como estábamos antes de 2015. Y en los últimos 45 días del año, toda esta situación que las empresas vienen percibiendo, se trasladó a la parte laboral, con adelanto de vacaciones, algunos despidos y varios Procedimientos Preventivos de Crisis”. 

Por su parte, Claudio Mossuz, titular de Cirmaq y tesorero de Fisfe, advirtió que “hay economistas que hablan de una mejoría cuando finalice la cosecha gruesa, si el clima acompaña. Pero la verdad, no podemos tolerar como industriales que la solución a nuestros problemas sea hacer la danza de la lluvia”.

Según había indicado hace pocos días el Instituto de Investigaciones Económicas de Fisfe, en noviembre la producción fabril en territorio santafesino retrocedió 6,1% interanual.

De acuerdo a los testimonios que relevó ECOS365, la tendencia, en diciembre, no se revirtió. Diego Tarling, de Villa Gobernador Gálvez, es titular de la firma Moreno, que provee entre otros al sector carrocero, con importante presencia en esa localidad: “Los últimos datos de la fabricación de carroceras en la región hablan de que se está trabajando a un 30 por ciento de la capacidad instalada, con personal suspendido y adelanto de vacaciones. Nosotros vendemos a todas las provincias. Y tenemos baja en todas, salvo en Neuquén, adonde la dinámica de Vaca Muerta permite mostrar una realidad distinta”.

Moretti aseguró que "todos los empresarios están dilatando lo más que pueden la decisión de despedir. La industria textil, la metalmecánica, del plástico, del mueble o el calzado, por nombrar algunos, están muy complicados. Y respecto a lo que viene, este año imagino que va a ser igual o peor que 2018 para la industria, porque lo único en lo que se piensa es en pagar los intereses de la deuda, que son cada vez más, bajando el gasto público y apretando salarios”.

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