“No nos une el amor, sino el espanto”, fueron las palabras fundantes de la Mesa de Enlace que en 2008 pronunció Eduardo Buzzi, entonces presidente de la Federación Agraria Argentina durante el histórico enfrentamiento con el gobierno nacional de Cristina Fernández de Kirchner. 

Esa unión de las cuatro entidades gremiales más representativas del sector agropecuario lleva hasta el día de hoy 12 años de vida siendo la voz del campo y la encargada por excelencia de mantener el diálogo –y los reclamos- con los tres gobiernos de turno que le tocó transitar. 

El gobierno de Alberto Fernández parece haber roto esa lógica y tradición de sentarse en la mesa a hablar las cuestiones relacionadas con la agroindustria, y optar por apoyarse en el recién nacido Consejo Agroindustrial Argentino. 

Este conglomerado emergió abruptamente durante este año nucleando a ya más de 60 entidades relacionadas con la cadena productiva agroindustrial, incluidas tres que a su vez conforman la Comisión –o mesa- de Enlace: Federación Agraria, CRA y Coninagro. La gran ausente es la Sociedad Rural Argentina (SRA). Y si bien parecen lo mismo, o que al menos comparten el derrotero, el gobierno nacional y sobre todo Luis Basterra, ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca erigieron al Consejo Agroindustrial como su nuevo consorte en temas agroindustriales. 

“No puedo hablar sobre alguien que está ausente. No sé en qué se fundamenta Pelegrina ya que estas medidas las estamos anunciando en este momento y puede haberse guiado por información de los medios que no fue consistente con las medidas que estamos tomando”,  respondió Basterra ante la pregunta de la prensa sobre las declaraciones del presidente de la rural que había advertido: “Las medidas hacia los productores no van a tener ningún beneficio”.

Luego del anuncio, Pelegrina fue más allá y dijo en una nota por Instagram: “El diálogo con esta administración está empantanado”. 

Esta bifurcación del camino que se abre no es nuevo, y la relación con la Mesa de Enlace se viene deteriorando hace semanas, donde los encuentros parecen tener un resultado con el Consejo y otro con la Mesa. 

Daniel Pelegrina estuvo muy cerca de Alberto Fernández el 9 de Julio y eso generó polémica. A partir de ese momento empezó a cambiar el tono de la Mesa de Enlace completa con respecto a la gestión de Fernández y comenzó a tomar protagonismo el Consejo.

Uno de los ejemplos de esto fue la segunda semana de septiembre, cuando las cuatro entidades mantuvieron un contacto con Basterra y el resumen fue negativo, cuando adujeron “el diálogo con el gobierno no genera soluciones”.

Dos días más tarde, el Consejo Agroindustrial llevó su plan al gabinete económico del gobierno nacional y al salir de la reunión manifestaron la predisposición del mismo y el compromiso de trabajo. 

El ministro manifestó durante el anuncio de las nuevas medidas: “Sería bueno que conversemos con Pelegrina sobre este concepto, –compensaciones- por ahí uno no dice lo que aspiran algunos de los integrantes”. “Hemos tenido 10 reuniones con la Mesa de Enlace y en ninguna terminamos con discusiones ni con portazos. Esto –en referencia al régimen de compensaciones- es producto del diálogo con Federación Agraria, se opuso Coninagro, se opuso CRA y se opuso la SRA”.

También durante la conferencia de prensa que prosiguió al anuncio, Basterra pidió la palabra para cerrar el encuentro y específicamente se refirió a la relación que mantiene con el flamante Consejo: “Quiero destacar la tarea que viene realizando el gabinete económico en esta articulación de la inversión y desarrollo de trabajo que viene llevando adelante el Consejo Agroindustrial Argentino que sin duda está mostrando el camino del dialogo y de la construcción efectiva”.