Los tipos de cambio implícitos acumularon un alza en torno al 20% en julio y cerraron en máximos de dos meses y medio, en un mes en el cual, según fuentes del mercado, el Banco Central (BCRA) tuvo que vender unos u$s400 millones para contener al dólar oficial. El contexto de crisis y la incertidumbre respecto a la resolución del canje de deuda contribuyeron a una mayor demanda por parte de los inversores.
El dólar CCL -que surge de la compra y venta de bonos o acciones en la bolsa- trepó un 19,2% ($19,96) a $124,10 en el mes, por lo cual el spread con la cotización mayorista se amplió desde el 47,8% al 71,6%. Se trató del mayor valor desde el 13 de mayo, cuando cerró a $125,76.
En el mismo sentido, el dólar MEP, o Bolsa -similar operación a la del CCL pero dentro del país- saltó un 21,6% a $122,21 en junio, dejando una brecha del 69% frente a la divisa que cotiza en el MULC, cuando en junio había sido del 42,7%.
En el cierre de este viernes, ambas cotizaciones subieron cerca de $2,70. A lo que se suma un dólar blue que coquetea con alcanzar la cifra de los $140 en la ciudad de Rosario. Que cerró en $138 el mes y la semana.
La disparada de los tipos de cambio implícitos se produjo en momentos en que el mercado espera señales en torno a la propuesta de reestructuración de deuda soberana que vence la semana que viene (martes 4 de agosto). Por ahora, lejos de alcanzar las mayorías necesarias, el Gobierno analiza la posibilidad de anunciar una nueva prórroga al día 28 de agosto.
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