¿Cuánto vale el metro cuadrado del nuevo edificio de Obring frente al río Paraná?

En pleno Arroyito, a metros del Parte Alem, la empresa levantó un edificio de 20 pisos de "casas panorámicas"

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En pleno Arroyito, a metros del Parque Alem y del Paseo Ribereño, se levanta Río Arriba, la nueva propuesta de Obring Arquitectura. Un edificio de 20 pisos con ingreso por la calle Olivé 954, que combina amplias terrazas sobre el Paraná con una gran vista de la ciudad, convirtiendo cada departamento en una especie de mirador de 360° y dando origen a la idea de “casa panorámica” acuñada por el autor del proyecto, el arquitecto Pablo Gagliardo.

La empresa presentó ayer con un show room el emprendimiento que viene construyendo desde hace dos años frente al acuario provincial y que tiene previsto comenzar a entregar a partir del segundo trimestre de 2020.

Gagliardo señaló que ya está vendido más del 50% del emprendimiento, que en la actualidad tiene un valor de unos 3.000 dólares el metro cuadrado, incluso bajo distintos de esquemas de financiación que ofrece la propia compañía.

Gagliardo aseguró que en las últimas semanas, tras las elecciones de octubre y con la estabilidad del dólar y el endurecimiento del cepo, se incrementaron las consultas para la adquisición de departamentos.

El arquitecto pensó este proyecto como una alternativa para un grupo familiar, que  anhela vivir en el contexto de una casa. Son semipisos de 3 dormitorios y 3 baños, con una superficie que varía entre 121 y 160 metros cuadrados exclusivos. El espacio central es un amplio living-comedor con cocina integrada dispuesto en forma paralela al río, con un frente vidriado de casi 10 metros de largo. A continuación, la gran novedad es una terraza con vista franca al Paraná, que es lo que distingue al edificio. No se trata de un balcón, si no de otro ambiente igualmente importante del departamento, que cuenta con una cocina exterior e incluye un cantero con césped natural y riego automático. 

Estas amplias terrazas en altura, que bien pueden funcionar como el patio de una casa, son verdaderos miradores que permiten disfrutar sin obstáculos del Parque Alem, el Puente Rosario-Victoria y el inabarcable paisaje del Paraná. Eso en una zona de la ribera donde no hay barranca, si no costa baja y playa, lo que brinda una perspectiva abierta y bucólica, y vuelve insospechada la urbe de cemento que está a pocos minutos de ese punto.

La línea del horizonte no se recorta allí, sino que continúa de alguna manera en los anchos balcones con vista a la ciudad que poseen los 3 dormitorios del departamento, generando una multiplicidad de vistas excepcionales y asegurando la ventilación cruzada de la unidad.

En cuanto a la fachada, está compuesta en su totalidad sólo por hormigón a la vista y vidrio, algo que ya constituye una marca de la constructora. Permite una continuidad visual desde el interior hacia el exterior, generando la sensación de ausencia de límites, como si el cielo estuviera adentro.

Los canteros, que forman parte de las terrazas de todos los departamentos, generan en la fachada un jardín vertical que cubrirá la totalidad de la obra desde la planta baja hasta el punto más alto, funcionando como filtro térmico y en constante diálogo con el entorno.

La propuesta contempla espacios para estacionar, amenities equipados -SUM, parrillero, piscina, solárium, jardín arbolado-, y 500 metros cuadrados de espacios verdes. Siguiendo con el concepto de transparencia y continuidad que ofrece el esquema arquitectónico, la obra en construcción no posee un cerco perimetral que obstruya la visión de quien transite por ahí, sino que es un cerco totalmente transparente que permite apreciar el proceso constructivo desde el primer cimiento.

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