Concesiones y Pichincha: un menú caliente en la transición hasta la asunción de Javkin

La licitación del Complejo Puerto España se podría definir en breve y otras quedar para la gestión Javkin. Empresarios a full para lograr cerrar contratos antes del 10 diciembre

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La definición por las numerosas licitaciones o renovaciones de concesiones de espacios gastronómicos en el municipio de Rosario parecen recalentarse después del impasse en que ingresaron entre las elecciones provinciales y las vacaciones de invierno, que muchos funcionarios y empresarios aprovecharon para tomarse unos días. También la discusión sobre el congelamiento dispuesto para nuevas habilitaciones de bares y restaurantes en Pichincha y más allá por parte de un juez después de la denuncia de un grupo de vecinos.

Una muestra de todo esto fue en la presentación de la candidatura presidencial de Roberto Lavagna este martes ante empresarios locales de distintos sectores (construcción, industriales, de servicios, supermercadistas, entre otros) en Puerto Norte. Antes y después de su disertación y la del gobernador Miguel Lifschitz y el candidato a diputado nacional, Enrique Estévez, estuvieron a full las charlas informales entre los empresarios sobre la necesidad de resolución de diversas licitaciones abiertas de relevancia como el Complejo Parque España (actualmente Don Ferro, Flora, Puerto España Eventos y Gimnasio Planet) y otras relevantes en frente costero al río Paraná.

En el caso del Complejo Parque España, la disputa entre los actuales concesionarios, encabezados por Pedro Ritagliati -que ayer estuvo presente en el acto de Puerto Norte junto con su socio- y la familia Marshall junto con inversores entró en la recta de definiciones. A ambos oferentes le pidieron desde el Ejecutivo municipal información extra sobre sus propuestas para definir en breve.

A Ritagliati le solicitaron que amplíe lo que consideran desde el gobierno como "escasa" su oferta de inversión en el proyecto y a Marshall que demuestre el "apoyo económico" que respaldaría su potencial desembarco, ya que entienden que está participando en varios frentes como la continuidad de su negocio en La Fluvial, donde pelea con un grupo empresario en el que está Hernán Marty.

La disputa entre Riagliati y Marshall también parece haber despertado el interés de la Afip, que posó la lupa sobre las cuentas de uno de los oferentes.

Otro de los casos es la licitación del espacio gastronómico de Oroño y Rivadavia, donde hay un sólo jugador que no termina de convencer a las principales espadas del Ejecutivo municipal y podría caerse y que quede la decisión para la futura gestión de Pablo Javkin al frente del Palacio de los Leones.

Lo mismo podría ocurrir con el armado del pliego del espacio gastronómico de los Silos Davis, cuyos concesionarios obtuvieron una extensión del contrato al filo de las elecciones provinciales hasta el mes de octubre, pese a no tener siquiera un libro de quejas para los usuarios. En ese hermoso balcón al río y en pleno centro hasta ahora sólo interesados familiares de la actual concesión.

Sin embargo, varios empresarios están a full con las tratativas para que las definiciones sean antes del 10 de diciembre, cuando llegarán a la Intendencia nuevas autoridades y una renovación en el Concejo municipal.

El freezer en Pichincha

La expeditiva decisión judicial de frenar las habilitaciones de nuevos comercios en Pichincha, que puso en una especie limbo no sólo una serie de inversiones en emprendimientos gastronómicos que estaban previsto inaugurar antes de fin de año, también fue parte del cocktel.

Esta preocupación de los empresarios gastronómicos de Pichincha se volvió a tratar en una reunión previa a la presentación de Lavagna con el secretario de Producción municipal, Germán Giró.

Desde el Ejecutivo les volvieron a manifestar que en los próximos días estarán presentando la información solicitada por el juez Pedro Boasso, que tomó el caso después que otro magistrado se excusara de hacerlo porque, casualmente, es vecino de los que denunciaron a los bares y restaurantes del barrio por sucesivos conflictos por ruidos molestos y desorden en la vía pública.

Pero los empresarios están preocupados porque hay un antecedente en la ciudad en la que frente a un conflicto en el que un juez tomó una decisión parecida se tomó 120 días para resolverlo y lo hizo porque en el Concejo se estaba tratando una ordenanza para modificar esa situación.

¿El Concejo analizará una normativa para limitar la cantidad de bares y restaurantes en la zona como lo hizo cuando limitó la cantidad de supermercados e hipermercados que se pueden habilitar en Rosario? Vale recordar que esa decisión fue impulsada por el lobby de supermercadistas locales que no querían la competencia que venía de Buenos Aires y lograron frenar la inversión de la firma Yaguar.

En el caso de los gastronómico no parece que fuera similar, si bien en Rosario hay una decena de empresarios o grupos que cobraron relevancia en el sector en los últimos años, no están pensando ninguno de ellos limitar las habilitaciones. 

Por lo pronto, el municipio no puede disponer el permiso para abrir ningún tipo de local comercial enmarcado en la ordenanza 7.218 –no sólo bares y restaurantes- y queda en un camino interpretativo las renovaciones de locales actualmente abiertos en 40 manzanas del macrocentro de Rosario.

El juez civil y comercial de la 16° nominación, Pedro Boasso, ordenó al municipio que "se abstenga de otorgar nuevas habilitaciones comerciales en el radio comprendido por Balcarce, Francia, Salta y Rivadavia, hasta tanto recaiga sentencia firme" después de que un grupo de vecinos presentara una demanda en el marco de la ley 10.000, de intereses difusos, cansados de reclamar por sentirse perjudicados por el desborde que provocó la expansión del sector gastronómico en esa zona de Rosario.

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