La empresa Free Colors, que le fabricaba fuegos artificiales a la cadena Cienfuegos, cerró su planta en la localidad santafesina de Alvarez. También vendía con su marca propia.
La empresa llegó a contar con 150 trabajadores, pero la caída del consumo y las crecientes restricciones normativas en todo el país y en la provincia de Santa Fe impactó de lleno en su ecuación económica.
La firma nació a principios de los años 60 y llegó a tener una fábrica propia en un predio de 50 mil metros cuadrados, con tecnología de punto y bajo los más estrictos niveles de seguridad, a partir de la cual comenzó a expandirse y transformarse en unas de las referencias en materia de fabricación y comercialización de artículos de pirotecnia.
Comentarios