La inflación parece que dejó de ser un “fenómeno” monetario para el gobierno nacional y comienza a registrar que el “sacrificio” de la sociedad empieza a encontrar límites. Pero las consultoras y bancos proyectan la desaceleración a un dígito recién para mediados de año. Es que ahora comienza a impactar la ola de aumentos de los precios regulados como las tarifas de energía con mayor fuerza. 

El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, antes de irse a la cumbre del BID, se reunió en los últimos días con las empresas de consumo masivo y supermercados, a quienes les aseguró que no hay planes de devaluación y que el ritmo de crawling peg seguirá siendo del 2% mensual. Argumentó que la brecha cambiaria está en el nivel más bajo de 2019.

Datos llegaron rápido a otros sectores de la economía, que de igual manera se preguntan si el dólar llegó a un piso.

Pero esto no fue lo que sorprendió del ministro, sino sus pedidos. Los fabricantes (estuvieron los principales jugadores: P&G, Molinos Río de la Plata, Quickfood SA, Establecimiento Las Marías, Johnson & Johnson, Arcor, Mondelez, Mastellone, Nestlé, Quilmes, L’Oreal, Danone, Unilever y Coca Cola, entre otras) y supermercadistas que asistieron a la convocatoria escucharon de Caputo: transparenten los precios. Es que frente a la caída del consumo, la mayoría dispusieron promociones y descuentos de todo tipo, pero eso no se registra en el Indec. Por eso el planteo fue que bajen los precios de lista. 

La respuesta que recibió de los fabricantes fue que los supermercadistas se sobrestokearon en noviembre de la mano de los precios acordados con Massa y que las promociones las llevan adelante las cadenas, mientras que del otro lado acusan a las industrias de seguir remarcando “a un ritmo que no registra ningún tipo de dólar, incluso la mayoría cayeron”, apuntó a Ecos365 el dueño de una cadena local.

Eso sí, ambos sectores le solicitaron al gobierno que no convalide el 45% de aumento salarial de Camioneros. Habrá que ver qué pasa en Santa Fe, después de que la Corte Suprema confirmara que el Sindicato santafesino no responde a la Federación que conduce Hugo Moyano.

En todos los mercados comenzaron a verse “promociones” frente a la fuerte caída de las ventas. El último en darse cuenta por ahora fue el sector de la maquinaria agrícola en Expoagro, que al segundo día de la muestra comenzaron a bajar sus precios, ¡entre un 5%y 10% en dólares! Un importante dirigente rural durante una cena esta semana en unas oficinas de Puerto Norte dijo que estaban “carísimas, fijate que si te vas a un país limítrofe valen la mitad o menos”. 

El malestar llegó a oídos de funcionarios de la provincia y no ocultaron su bronca. Es que el gobierno santafesino hizo un esfuerzo fiscal de 20 mil millones de pesos para bajar las tasas de interés en líneas de crédito del Banco Santa Fe y Municipal de Rosario. Aún así las ventas, según la organización de Expoagro, fueron muy buenas.

En la presentación de estas líneas estuvo el propio Sebastián Eskenazi, que decidió romper el protocolo y hablar públicamente en la firma del convenio. Después cruzó algunas palabras con Javkin y también con Pullaro, que en noviembre deberá definir la continuidad del banco como agente financiero de la provincia. También tiene en Rosario el proyecto de reconversión del ex Batallón 121 en zona sur.