¿Está Argentina preparada para el desafío de la electromovilidad?

Desafíos de la industria automotriz y el potencial del litio en la transformación hacia la sostenibilidad

     Comentarios
     Comentarios

En un mundo marcado por la constante evolución, la transición hacia la electromovilidad se posiciona como un pilar crucial para países de ingresos medios como Argentina. El reciente informe "Políticas de transición a la electromovilidad en países de ingresos medios: Argentina en perspectiva comparada", elaborado por el centro de investigación Fundar, proporciona una visión detallada sobre las políticas y estrategias necesarias para impulsar este sector en un contexto desafiante pero lleno de oportunidades.

¿Por qué Argentina debe abrazar la electromovilidad?

La electromovilidad no solo redefine la forma en que nos desplazamos, sino que también representa una vía crucial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y abrazar un futuro más limpio y sostenible. A nivel mundial, los vehículos eléctricos (VE) están ganando terreno a pasos agigantados, con ventas que superan los 10 millones de unidades anuales que todavía representan menos del 15% de las ventas anuales de autos, se proyectan para el 2030 ventas de VE que representen el 35% del total global.

Mientras, en la región latinoamericana el camino hacia la electromovilidad apenas comienza a trazarse. A pesar del crecimiento exponencial en las ventas, su participación en el mercado global sigue siendo mínima (0,27%). Brasil y México destacan como líderes en este mercado a nivel regional, mientras que Argentina se ubica rezagada con apenas 365 unidades vendidas en 2022.

 

¿Pero cuáles son los desafíos y oportunidades que enfrenta Argentina en este contexto?

Para Argentina, la transición hacia la electromovilidad plantea desafíos considerables. La transición hacia la producción de vehículos eléctricos es un proceso de mucho riesgo y altos costos para la industria automotriz tradicional. La terminales locales son altamente dependiente de las terminales multinacionales y tienen menores capacidades para llevar a cabo una transición tecnológica. 

Por lo que la Argentina, con una industria automotriz tradicional en declive, sin proximidad geográfica a países con una alta demanda de este tipo de vehículos y un mercado interno limitado, necesitará implementar políticas audaces si pretende subirse a la ola impulsando la producción y adopción de VE. La pérdida de capacidades tecnológicas en la industria nacional demanda una reconversión profunda, pero también abre la puerta a nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo económico.

El informe resalta la importancia de instrumentos de política específicos para impulsar la electromovilidad en países de ingresos medios. Estos incluyen metas de transición tecnológica, incentivos económicos tanto a la producción como a la demanda de VE, desarrollo de infraestructura de carga y fomento de la innovación en el sector automotriz. Experiencias de países como Tailandia, Indonesia, Polonia, México y Brasil ofrecen valiosas lecciones para Argentina en este sentido.

Aprovechando el Potencial del Litio: Una Ventaja Competitiva

Argentina cuenta con una ventaja única en la producción de baterías para VE gracias a sus abundantes reservas de litio, que representan aproximadamente el 10.4% del total mundial. La industrialización del litio no solo agregará valor a la cadena global de electromovilidad, sino que también impulsará la innovación tecnológica y generará empleo en el país. Sin embargo, para aprovechar plenamente este potencial, se requiere una estrategia integral que fomente la investigación y el desarrollo, así como alianzas público-privadas para la escalabilidad industrial.

El desarrollo de la electromovilidad en Argentina no solo beneficia al sector automotriz, sino que también contribuye a la transición hacia una matriz energética más limpia y sostenible. ¿Cómo puede el país posicionarse como un actor clave en la cadena global de valor de la electromovilidad? ¿Cuál es el papel de la innovación tecnológica y la colaboración público-privada en este proceso?

La transición hacia la electromovilidad representa un desafío y una oportunidad para Argentina. Con políticas claras, incentivos adecuados y una visión a largo plazo, el país puede posicionarse como líder regional en la producción y adopción de vehículos eléctricos, contribuyendo así a un futuro más limpio y sostenible para todos. La electromovilidad no solo es una necesidad ambiental, sino también una oportunidad económica para forjar un camino hacia la prosperidad y la competitividad global.

A través de una acción decidida y coordinada, Argentina puede convertirse en un actor clave en la revolución de la electromovilidad, aprovechando al máximo su potencial humano, tecnológico y natural para construir un futuro más verde y próspero para las generaciones venideras. 


 

Comentarios