Pia Garat es ingeniera en biotecnología, actualmente reside en Montevideo pero del 2017 al 2020 estuvo radicada en la ciudad santafesina de Sunchales para incubar la startup Eolo Pharma, dedicada al desarrollo de una nueva generación de medicamentos. La firma, que cofundó y actualmente dirige, consiguió a fines del año pasado la autorización para para probar en humanos un fármaco dirigido a tratar la obesidad y las complicaciones metabólicas asociadas, como la diabetes tipo 2.

“Este avance marca un hito tanto en Argentina como en Uruguay ya que no hay precedentes de este tipo. Podemos hablar de tres etapas de desarrollo en la industria farmacéutica: la primera es de investigación, la segunda es la etapa de prueba en animales y la tercera es la etapa de prueba en humanos”, explica a Ecos365 la ingeniera y agrega que ya cuentan con el aval de las autoridades para avanzar en las fases de estudio clínico en pacientes.

Según señala la directora, los planes a corto plazo son conseguir buenos resultados para luego pasar a la siguiente fase que es vender el desarrollo a una farmacéutica para que continúen con las pruebas de mayor alcance, lo que requiere de una sustancial inversión. Recién ahí, con parámetros óptimos se avanzaría en la comercialización del fármaco y llegaría a los pacientes.

Actualmente, Eolo desarrolla alrededor de 60 tipos de moléculas para diferentes problemas de salud. No obstante, su foco está puesto en las enfermedades relacionadas a la obesidad. Con la reciente aprobación del HREC (Human research Ethical committee), se comenzará a hacer el reclutamiento de los pacientes y está previsto que el ensayo se desarrolle durante todo 2023 en Australia.

Los primeros pasos

Eolo fue fundada por un equipo multidisciplinario que incluye emprendedores e investigadores en diferentes áreas de la medicina y biotecnología. La empresa nace del espíritu emprendedor de sus investigadores y la ilusión de acercar al mercado nuevos tratamientos de enfermedades metabólicas y cardiovasculares.

Con base de operaciones en Uruguay, hoy la planta permanente está compuesta por 10 personas más 20 colaboradores externos. Si bien comenzó su etapa inicial de investigación en el en el Instituto Pasteur (IP) y la Universidad de la República (Udelar) en Montevideo, la posibilidad de contar con el apoyo de la incubadora CITES a través del capital semilla y mentoreo fue clave para constituirse como empresa.

“CITES fue el partner ideal para ordenarnos, sumar la pata de negocios que nos faltaba y abrirnos al mundo”, describe Garat y recuerda que fueron seleccionados por la incubadora entre más de 200 postulaciones a través de un llamado abierto. Tras atravesar varias etapas de evaluación pudieron sumarse a la iniciativa del Grupo Sancor Seguros quienes además de invertir les ofreció sus instalaciones y know how.

“Para aquellos que quieren iniciar una empresa se tienen que animar. Para ser emprendedor en biotecnología es necesario trabajar multidisciplinariamente y construir relaciones, es fundamental comunicar nuestra idea y trabajarla con gente que ya tenga experiencia en el campo”, cierra la referente de Eolo.