Tuvimos un nuevo informe del USDA pero la mano vino de Trump

Por Dante Romano, especialista en comercialización agropecuaria y miembro del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral

     Comentarios
     Comentarios

El mercado de granos tuvo un rebote esta semana, que lo llevó a que para cosecha nueva se alcanzaran niveles de precios redondos, muy buscados por los productores: 140 USD/tt en maíz, 240 USD/tt en soja y 160 USD/tt en trigo. También en el disponible, una cola de buques más demandante tanto de soja como de maíz, llevó a precios más elevados. La pregunta ahora es si esto es algo puntual o cambió algo, y deberíamos correr las órdenes de venta para arriba, cosa que en general nunca es aconsejable.

Esta semana se publicó el reporte de oferta y demanda mundial del USDA, con datos más bien neutros a bajistas, aunque con merma de rendimientos en maíz y soja EEUU, y de producción en Australia. El clima en EEUU continúa con temperaturas por encima de lo normal, lo que es crucial para que las sementeras, que vienen desarrollándose con un mes de demora, no corten su ciclo si las temperaturas tienen la baja que normalmente muestran. China y EEUU acercaron posiciones: China eximió a soja y cerdos de aranceles temporalmente, hicieron negocios importantes, y EEUU postergó la entrada en vigencia de aranceles más altos para una serie de productos.

En el frente local había mucha expectativa puesta en las lluvias de esta semana. Esto porque la calidad de los cultivos de trigo venía en picada libre por la falta de agua. Y además de esto estamos en fecha de siembra de maíz temprano, y también se necesita humedad para largar estas labores. Sin embargo en general las precipitaciones dejaron que desear. Se dieron con fuerza en el norte de Santa Fe y Entre Ríos, pero con debilidad en el resto de las regiones. Por el otro lado, la cola de buques a cargar con maíz y soja está subiendo nuevamente, y esto hace que se despierte mayor interés comprador por estos granos.

Los números del USDA

Si bien hubo una merma de rendimientos en maíz y soja para EEUU, la productividad reportada fue algo mayor a la que esperaba el mercado, que ya venía anticipando esto en sus operaciones previas. En el caso del maíz los rindes bajaron 0,8 qq/ha pero el mercado esperaba 0,6 más. A nivel de producción esto generó una pérdida de casi 3 mill.tt. de maíz, cuando el mercado anticipaba una pérdida del orden de las 5 mill.tt. Sin embargo nuevamente si hicieron ajustes a la baja en  exportaciones y consumo tanto de cosecha vieja como nueva, y los stocks terminaron subiendo versus el reporte anterior, cuando se esperaba una leve merma.

En el caso de la soja los rindes bajaron 0,4 qq/ha, la mitad de la merma esperada por los analistas, lo que se tradujo en 1,3 mill.tt. de merma en la producción. A diferencia de maíz, el resto de las variables de demanda y stock inicial apoyaron la reducción de stocks que 1,8 mill.tt. y ya  han mermado mucho las existencias iniciales respecto de las primeras proyecciones del USDA.

Por el lado del trigo, hubo una reducción de producción en Australia en 2 mill.tt. y en Rusia+Ucrania de 1 mill.tt., lo que ayudo a que el mercado tuviera cierta firmeza, pero hay que tener presente que la oferta total supera por casi 35 mill.tt. la del año pasado, que fue realmente malo, y que los stocks mundiales esperados para el ciclo 19/20 terminaron subiendo 1,1 mill.tt.

¿Puede seguir bajando el rinde en EE.UU.?

En cuanto a la posibilidad de nuevos recortes en los rindes norteamericanos, es clave seguir la marcha de las temperaturas en ese país.

Tras la siembra tardía por exceso de humedad, las sementeras vienen desarrollándose con un mes de demora. La mitad del maíz está formando granos en este momento, con 30 puntos de demora, y sólo 11% está maduro 22 puntos por debajo del año pasado. El estado de cultivos inició bajo y se mantiene bajo tanto en maíz como en soja, ambos en 55% bueno a excelente, 13 puntos por debajo del año anterior.  De hecho esta semana sorprendió que la calidad de cultivos de maíz bajara 3 puntos adicionales cuando los analistas esperaban que se sostuviera.

Hasta aquí los cultivos superaron el problema del calor extremo que normalmente se produce en julio/agosto. Pero ahora el desafío es que empezamos a entrar en la parte del año donde las temperaturas caen fuertemente. Esto hace que las plantas comiencen sus etapas finales de secado previo a la trilla. El inconveniente es que como la maduración viene lenta, esto podría tomar a los granos con una formación insuficiente. Pero el clima con temperaturas por encima de lo normal ayuda a que este proceso se alargue. Si esto continúa en las próximas dos semanas, quizás el grueso de los cultivos termine escapando a la amenaza.

Cuidado en soja con la gripe porcina y su impacto en la demanda

Como mencionamos antes, la reducción en producción de EEUU llevó sus stocks, e incluso los internacionales, a una merma frente a las cifras que veíamos en las primeras proyecciones de mayo, e incluso frente al año anterior, lo que augura mejores precios.

Sin embargo hay un dato que no termina de cuadrar en estas hojas de balance: la demanda de poroto de soja de China. De acuerdo a los números del USDA se mantendrían en soja las importaciones similares al año previo en 85 mill.tt. Sin embargo china apunta a una reducción en su stock de cerdos muy fuerte, entre un tercio y la mitad. Esto implicará una caída en la demanda de forrajes, incluyendo harina de soja y por tanto poroto de soja para moler.

El propio agregado del USDA en China comentó que estima una merma en las importaciones Chinas de 5 mill.tt. a 80 mill.tt. Esta cifra de hecho parece algo conservadora. Pero solamente con esas 5 mill.tt. menos de demanda, los stocks corregirían a la suba, y si bien terminarían contrayendo frente al año anterior, lo harían por una diferencia menor.

China y EE.UU. acercan posiciones nuevamente

Mientras que todo apuntaba a una tensión creciente entre EEUU y China, con subas recíprocas de aranceles, con gestos de ambas partes de demorar algunos aranceles, se generó un nuevo tweet salvador de parte de Trump, y una reacción de China comprando poroto de soja.

Este no es el primer acercamiento entre ellos, y lo cierto es que el mercado se vuelve cada vez menos permeable a los acercamientos y alejamientos constantes de posiciones. De todas formas lo que si se mira son los negocios concretos, y esta semana China compró soja norteamericana, y disparó subas en Chicago.

Tanto las subas como las bajas motivadas por este tema, no se están trasladando totalmete a los valores locales, ya que una situación de corto circuito debería encarecer la soja norteamericana a tal punto que sea reempazada en mayor medida con Sudamérica. Pero debemos notar que hasta ahora lejos estamos de los grandes diferenciales del año pasado. El mercado apuesta a que este año la situación será superada.

¿Cuánta harina de soja exportará Argentina a China?

En medio de todo esto las autoridades Argentinas junto con el apoyo de los privados, lograron que China autorizara las importaciones de harina de soja de nuestro país. Debemos recordar sin embargo que China tiene una capacidad de molienda instalada localmente muy grande, y por tanto apunta a importar porotos para moler.

Sin embargo si China pretende prescindir de EEUU, no puede soslayar que no le va a alcanzar con la importación de porotos de Brasil y lo que Argentina exporta de materia prima. La gran capacidad instalada local de molienda, obliga a un nivel de molienda elevado sobre la producción. Por esto es que distintas fuentes apuntan a negocios por no más de 2 / 3 mill.tt.

El éxito y la importancia de esta negociación radica en una cuestión coyuntural, y es muy bueno que nuestras autoridades hayan estado rápidas de reflejo para generar una autorización clave, que nos deja al menos en los papeles, habilitados para estos negocios hacia adelante.

Lo malo es lo que comentábamos antes: la gripe porcina recorta las necesidades totales de harina de soja, lo que hace que el total no sea tan significativo.

El clima no está ayudando a los cultivos argentinos, pero hay tiempo

En el frente local había mucha expectativa puesta en las lluvias de esta semana. Esto porque la calidad de los cultivos de trigo venía en picada libre por la falta de agua. Y además de esto estamos en fecha de siembra de maíz temprano, y también se necesita humedad para largar estas labores.

Sin embargo en general las precipitaciones dejaron que desear. Se dieron con fuerza en el norte de Santa Fe y Entre Ríos, pero con debilidad en el resto de las regiones. Por el otro lado, la cola de buques a cargar con maíz y soja está subiendo nuevamente, y esto hace que se despierte mayor interés comprador por estos granos.

Suben los embarques de maíz y soja

En este mercado donde el grueso de las necesidades financieras de los productores están solucionadas, y la trilla de maíz y soja culminó, con lo que tampoco hay apuro logístico, ya que lo que no se entregó en acopios, a fijar o se vendió, está en silo bolsa, lo único que puede disparar nuevas ventas son precios que se consideren oportunidad de venta.

Esto también está bastante mermado, ya que con la dificultad para hacerse de dólares que veremos más adelante, muchos productores querrán quedarse con los granos que cotizan en dólar al tipo de cambio, como forma de atender costos en dólares que tendrán más adelante.

De todas formas, en los momentos donde aparece más interés comprador, se notan negocios. Y una forma de percibir la necesidad de los compradores es ver la cola de buques a cargar.

En el caso de maíz, luego de una primera parte del año muy demandante, que llevó a una cola de buques mayor a las 2,5 mill.tt. de maíz, por el hecho de que los barcos llegaron más temprano que los camiones llevando mercadería a puerto, se activó la trilla y la cola bajó a la zona de 1,5 mill.tt. Esto hizo que el valor disponible bajara versus los diferidos. Pero ahora la cola vuelve a subir y superamos las 2 mill.tt. Cierto es que esto podría deberse también al bajo calado del río y los buques que se van varando y limitando el ritmo de embarque. Pero también vemos menor oferta del lado del productor.

En lo que hace a soja, la dinámica exportadora generalmente se concentra en cosecha, donde al haber mayor presión de ventas por logística y finanzas, los precios bajan. De hecho este año tuvimos una cola de buques por cargar de 1,2 mill.tt. durante más de un mes entre mediados de abril y mayo. A posteriori el line up se cayó fuerte. Pero ahora vuelve a subir y se encuentra casi en 2 mill.tt. nuevamente, algo poco habitual en un momento donde generalmente la industria pone el margen de molienda sobre la mesa y deja fuera de juego a la exportación. El problema es que la necesidad de China de comprar poroto genera márgenes más grandes para la exportación que la industria.   

El endurecimiento del cepo al dólar incrementa la preocupación por un desdoblamiento

En el frente financiero el gobierno instrumentó medidas para evitar una práctica que se difundió como "el rulo". Dado que las personas físicas pueden comprar hasta 10.000 USD mensuales, pero las empresas no pueden hacerlo, había gran demanda de dólar bolsa (permite legalmente comprar dólares al adquirir un bono con pago en pesos, y venderlo con liquidación en dólares, surgiendo el tipo de cambio por el diferencial de cotizaciones) y también de dólar cable (la misma operatoria pero vendiendo el título en dólares con liquidación en cuentas del exterior). El "rulo" se hacía localmente, partía de la compra de dólares a valor oficial, y la venta de los mismos en dólar bolsa, que venía con una diferencia de cotización de 7%. Dado que quien hacía la operación en el día terminaba con más pesos en la cuenta, podría continuar haciendo el negocio hasta tanto se terminaran los 10.000 USD que podía comprar mensualmente. Esto aceleraba la pérdida de reservas del central, ya que era quien abastecía de la materia prima barata: el dólar a tipo de cambio oficial.

Cuando el dólar rulo se terminó, cayó la oferta de dólar bolsa, que era la contracara que aprovechan las empresas para hacerse de dólares oficiales. Esto empujó la cotización de este dólar a la suba, y la brecha entre la cotización oficial y las demás se empieza a abrir. Con la noticia de que el FMI no desembolsará el compromiso hasta tanto se sepa el resultado de la elección definitiva, la oferta se sigue reduciendo, y la sensación de tener una oportunidad de formar reservas en moneda dura por el temor ante las medidas que puedan venir se incrementa.

Esto está generando en el sector de granos nuevamente mucho ruido, ya que como sabemos gran parte de los costos están dolarizados, y los préstamos que las empresas toman, en muchas ocasiones son en dólares. La duda es a que tipo de cambio habrá que devolver esos dólares, si es al oficial, que es el que hoy por hoy se liquidan los granos no es problema. Pero si hay que llevarle al banco dólares billete y no pesos al tipo de cambio, el costo financiero se dispara.

Adicionalmente está siempre el temor de que se establezcan tipos de cambio múltiples, y si en la implementación de esto las liquidaciones de grano quedan a un tipo de cambio más bajo que el que toman las empresas de insumos para pesificar sus facturas, tendremos un problema. Incluso si la operación fuera de canje con precio cerrado, podría haber problemas. Es decir si alguien compra insumos por 100.000 USD y vende soja mayo a 240 USD/tt, normalmente haría un canje por unas 420 toneladas, y se quedaría tranquilo. Pero como la empresa de canje emite una factura en dólares cuyo tipo de cambio se fija al momento del pago, si en aquel momento el dólar de importación fuera de 66 y el de los granos de 55, la venta generaría 5,55 mill $ y la factura quedaría por 6,6 mill $. Por tanto  habría que pagar la diferencia.

Se están ensayando varias formas de tratar de asegurar que esa brecha no exista: agregar a los contratos que la venta de granos se hace para el pago completo de la factura, o pesificar de antemano tanto la venta del grano como la compra del insumo. Sin embargo lo que es cierto es que alguien debe asumir el riesgo de ese tipo de cambio desdoblado.

Sin embargo debemos recordar que las propuestas de tipo de cambio múltiples siempre estuvieron arriba de la mesa durante el gobierno de Cristina Fernández, pero no prosperó atento a los inconvenientes que esto generaría. En tanto siempre que tuvimos control de cambios, las empresas de insumos recibieron aprobaciones para sus importaciones, pudieron comprar dólares al tipo de cambio oficial para hacer sus compras, y por lo tanto tomar las pesificaciones a un tipo de cambio casi igual al de liquidación de los granos. Esto tiene lógica porque en el balance entre lo que el agro importa y sus exportaciones, la balanza es superavitaria, con lo cual es mejor hacer todo lo posible para que la rueda productiva gire a mayor velocidad y produzca más dólares (además de mayor recaudación en derechos de exportación).

Comentarios