Siguen preocupando más las dudas locales

Por Dante Romano, especialista en comercialización agropecuaria y miembro del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral

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Tuvimos otra semana donde las turbulencias internas movieron más el mercado de granos que las externas. Luego de la medida extrema de re perfilar la deuda, y de impedir a los exportadores tomar crédito en pesos en el mercado interno teniendo dólares por liquidar, todos los rumores de política  agropecuaria que se habían escuchado volvieron a plantearse en la mesa de decisiones. Se habló de Junta Nacional de Granos, cuidado de la mesa de los argentinos, desdoblamiento cambiario.

En lo internacional maíz y soja construyen pisos de la mano de dudas climáticas, y un mercado que ya bajó mucho, mientras que el trigo se muestra débil. Localmente las dudas son como encarar la campaña 2019/20, que se va a sembrar justamente en medio de las PASO y las elecciones presidenciales. Mientras tanto no llueve y se generan dudas para el trigo y el arranque de la gruesa. Un barco varado genera también problemas de logística, y el interés intermitente por soja también es un desafío.

En el mercado internacional las dudas de rinde y producción de maíz y soja para EEUU fueron ignoradas. Pero el mercado encontró apoyo en pronósticos de clima fresco, que podrían cortar el ciclo de maduración final de los cultivos que vienen tarde en su desarrollo. Aunque no logran despegar de los pisos. En el caso de maíz, desde pisos similares a los que teníamos cuando esperábamos una cosecha mayor, en el caso de la soja un escalón  mas arriba.

El trigo mostró debilidad esta semana. El faltarle el dinamismo del maíz quedo rengo. Y con la cosecha del hemisferio norte entrando a mercado las dudas de rinde quedan a un lado. La cosecha no es todo lo que esperábamos pero sigue por encima del ciclo previo y apuntando a acumular stocks.

En el frente local la falta de lluvias está generando dudas para el trigo y para el arranque de la siembra de maíz. Tuvimos dos episodios de lluvias programados que no se dieron, y la calidad de cultivos va en caída libre. Con la cercanía de la primavera debería empezar a llover, pero hoy las 20 mill.tt. Se ponen en duda. Recordemos además que hay un buen volumen vendido por anticipado, y que Brasil fue azotado por heladas. Quizás aquí tengamos alguna chance de precios más altos. Peo recordemos que es muy difícil recuperar por precio la falta de rinde.

En el mercado de maíz la logística sigue siendo clave. Recordemos que como la trilla avanzó tarde, se produjo una descordinación entre el arribo de barcos a puerto (llegaron en las fechas programadas) y el arribo de camiones a puerto (con la trilla demorada llegaron tres semanas más tarde de lo esperado). Esto hizo que en momentos donde se hubiese esperado una presión de cosecha muy alta (junio/julio) la misma no se diera, sino todo lo contrario: los precios estaban tan altos que estaban a la par de diciembre o del valor de cosecha nueva. Luego llegó la mercadería y se fueron los barcos, lo que generó la situación inversa: había granos fluyendo a puerto, pero no barcos donde ponerlos. Aquí los precios se desplomaron. Cuando esta situación comenzaba a normalizarse, se quedó varado un buque que impide el trabajo en los puertos que estaban recibiendo granos, y nuevamente estamos con precios de maíz con descarga desaparecidos en acción. 

Por el lado de la soja los márgenes de la industria, que es el comprador de todos los días en el mercado local, son muy malos. Tuvimos unas semanas con interés de la exportación que había cerrado negocios puntuales con buen márgen. Sin embargo una vez que se originó la mercadería, el interés comprador disminuyó. Esto se puede seguir por la relación de precio entre disponible y noviembre, que llegó a estar casi a la par, y al momento se amplió mostrando un precio noviembre más alto que el disponible (mercado en carry o pagando almacenaje). De todas formas no es tan alto.

Finalmente estamos en las vísperas de la siembra de la cosecha gruesa. Los productores ya habían comprado las semillas y determinado que irán por mas área de maíz y menos de soja. Vienen de un año muy bueno en rindes, y que en precios tuvo volatilidad pero dio oportunidades. Se vendió a muy buen precio el trigo y una parte importante de maíz  aunque queda bastante de este forrajero, y en soja las ventas siguen lentas. El crédito en pesos desapareció completamente y el crédito en dólares  se hizo más caro.  Además el riesgo de tomar créditos en dólares es el despoblamiento cambiario. Esta medida descabellada no se plasmó ni en los momentos de mayor fortaleza del gobierno anterior, atento a las ineficiencias que generaría,  pero no podemos descartar ningún escenario. Hasta aquí la deuda en dólares fue una buena salida ya que las ventas de granos iban en la misma moneda. Pero si lo que debemos son dólares financieros, podemos meternos en un problema. En el caso de negocios de canje futuro también podría plantearse la duda, ya que si bien se conviene entregar una cierta cantidad e granos a cambio de un producto, en el medio el proveedor toma una deuda financiera y hay una facturación en dólares. Son financieros o comerciales?

Si queremos quitarnos todo esto de encima la recomendación es enfrentar el capital de trabajo con fondos propios. Vender los saldos de maíz y soja que puedan quedar. La soja en disponible cuando su precio se acerque al de noviembre como paso a inicios de la semana. El maíz hoy tiene un precio mejor para diciembre.

En tanto quienes tengan excedentes en grano deberían pasarlos a dólar mientras se pueda. Si luego todas estas medidas descabelladas no se ponen en práctica, podremos reinvertir los mismos en el sector,  y con soja en buen precio no quedan muchas razones para demorarse.

Si el remanente de cosecha vieja no alcanza,  la segunda solución es ir por canje a cosecha. Puede quedar algún gris, pero al menos se tiene un contrato de canje. Y para la mercadería que queda, los valores de soja en torno a 240 son excelentes. Pero el viernes vimos una baja luego del cierre de Chicago.  Una muy mala señal de cara al riesgo de que suban las retenciones.

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