El crop tour genera nuevas expectativas

Por Dante Romano, especialista en comercialización agropecuaria y miembro del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral

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Luego de la sorpresa negativa del USDA para el mercado de maíz, que terminó arrastrando a la soja, y del vendaval de dimes y diretes en la política macroeconómica y agropecuaria de Argentina, el crop tour de Profarmer generó alguna expectativa positiva, y los ánimos financieros más calmados nos hacen iniciar la semana con otro aire.

Recordemos que tras la siembra tardía en EEUU se esperaba menor área y rendimiento tanto de maíz como de soja. El mercado venía a ciegas al respecto, ya que para el momento en el que se había hecho el relevamiento de datos de área a inicios de junio, quedaba mucho por sembrar, y los farmers no tiraban la toalla. Pero con el reporte del USDA de agosto y una nueva revisión a campo, el resultado fue un área de maíz que si bien terminó bajando, no recibió un golpe tan duro como el esperado por los analistas, e incluso en el caso de rindes, se incrementaron cuando se esperaba un ajuste a la baja en las estimaciones.  Si bien en soja la producción fue a la baja en todos los reportes, los altos stocks que quedaron del ciclo pasado en EEUU a causa de menores exportaciones por la guerra comercial con China, y la excelente cosecha Sudamericana que está en plena comercialización en este momento, actúan como colchón de oferta. Y como si todo fuera poco la gripe porcina sigue descontrolada en Asia, se extiende a Rusia y Europa por ahora con casos puntuales, pero nos hace temer que ante la liquidación de animales para contener la enfermedad, se termine consumiendo menos poroto.

Esta semana se realizó el tradicional Pro Farmer Crop Tour en EEUU. El mismo es organizado en forma privada, y con la participación de quienes se quieran sumar, se realizan dos recorridos, uno por los estados del oeste y otro por los del este, recorriendo lotes y haciendo estimaciones de rendimiento en maíz y conteo de chauchas en soja, con una metodología consistente. La recorrida concluyo con una reunión el viernes, donde se amalgamaron todos los datos y se publicó una estimación de producción para EEUU. La misma fue de unos 340 mill.tt. de maíz, casi 14 menos que lo esperado por el USDA, y de 95 en soja, 5 menos que el USDA. Dado que la información se publicó luego del cierre de Chicago veremos ahora como impacta esto en precios.

Lo cierto es que por otro lado se intensificó la guerra comercial entre EEUU y China. Esta vez China subió aranceles 5% más en soja (ya venía con 25%) 10% a cereales y carne. Esto impactó fuerte ala baja en soja Chicago pero no tanto en los mercados de Argentina al menos en el disponible. Esto porque se espera que volvamos a tener concentración de compras de China en el mercado local, y de hecho ya los exportadores han estado cerrando negocios de exportación de porotos, y el lineup de barcos que vienen a buscar soja es elevado. El problema de esto es que pone en jaque a la industria local algo que el año pasado también ocurrió. Al abaratarse la materia prima (poroto de soja) en EEUU es más barato comprar la misma y procesarla en destino que importar harina y aceite. Llegamos así al extremo el año pasado de estar exportando poroto Argentino por un puerto, e importando por otro a 60 Km de distancia, soja de EEUU.

En el mientras tanto localmente escuchamos de todo. Desde aumento de derechos de exportación, el cuidado de la mesa de los Argentinos, y la idea de volver a una Junta Nacional de Granos. Al respecto sólo  diremos que en los últimos 100 años, la única vez que faltó trigo fue cuando el gobierno administraba las exportaciones del cereal por medio de los ROE Verde. Los sistemas de "ventanilla única" como estos se dejaron de lado en Australia y Canadá, últimos bastiones donde se aplicaba. Y por otro lado, aún cuando a los molineros les aseguremos materia prima barata, es un error pensar que los costos son los que generan los precios. Es al revés. Si el bolsillo del consumidor puede pagar precios más altos por el pan y las fideos, los valores van a subir y el único efecto será aumentar el margen de la cadena en los eslabones de mayor poder de negociación. Y si la respuesta es que el control del Estado lo evitará, la experiencia histórica reciente Argentina demuestra que esto no es así.

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