"Zoomfobia" y otras tendencias: ¿qué perdurará pos pandemia?

Una especialista en investigaciones de mercado analizó cómo cambiarán las megatendencias y comportamientos pos pandemia de coronavirus. Cómo se prevé el nuevo entorno laboral 

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La pandemia del coronavirus es un caso inédito global porque se produce en todos los países de manera simultánea y con cambios en todas las aristas de la vida cotidiana. En ese marco, las distintas estrategias que se implementaron para prevenir contagios dieron lugar al nacimiento de nuevas "megatendencias", o a que se aceleren procesos de manera urgente debido al aislamiento, como la transformación digital de empresas e instituciones.

Una de las más importantes en la "neo conectividad": una nueva manera de conectarnos que está relacionada con la revolución digital -la cuarta revolución mundial que pone en tensión las formas de comunicarnos, de trabajar, de comprar y de esparcimiento-. En ese contexto, las aplicaciones de videollamadas fueron un gran hallazgo que logró sortear varios problemas vinculados a la comunicación en aislamiento. 

"Todo lo que iba a pasar dentro de algunos años, está pasando hoy y nos encontró a todos en diferentes grados de transformación digital", sostiene Mariela Mociulsky, licenciada en Psicología de la UBA, con estudios de posgrado en desarrollo directivo y estrategia comercial, opinión pública, psicología social y publicidad. Mociulsky es fundadora y CEO de Trendsity, una consultora de investigación y tendencias. 

Así, las empresas se vieron sorprendidas por un cambio brusco que obligó a los empleados y empleadas a realizar home office (de ser posible) y, en algunos casos, aparecieron nuevas complicaciones y preguntas. 

Se suponía que a las nuevas generaciones nativas digitales, como millenials o generación Z, les iba a resultar más placentero o fácil la conexión digital, pero desde Trendsity evaluaron que no es así: una cosa es la tecnología para uso personal y de esparcimiento y otra es tener que hacer todo bajo la misma interfaz. 

"Están conviviendo distintas generaciones con distintas necesidades, cada uno tiene que hacer su tarea mediante un dispositivo y esto hizo que se diera un cierto hartazgo de las pantallas", sostuvo Mociulsky.

"Lo que en una primera etapa fueron casi unas 'vacaciones' de no tener que desplazarse, ni sufrir el tránsito, hoy se extraña", argumentó la CEO de Trendsity y agregó: "Ahora, a mitad del tunel, ya creció el hartazgo y, por ejemplo, el festejo de zoomcumples perdió brillo".

En ese sentido, Mociulsky explicó que muchas empresas ya "no ponen la cámara" en sus reuniones de trabajo porque implica una exigencia extra. La videollamada trae consigo hablar en un tono de voz más elevado, prestar demasiada atención a la cara y los gestos del otro/a y dificulta la pequeña distracción, como puede ser ir al baño o levantarse a tomar un café. Es una atención constante a un mismo punto fijo. 

"Esta modalidad puede traer dolores de cabeza, está trayendo personas que se quejan de la vista o la espalda. Se suma la necesidad del aire libre y de encontrarse, aunque sea a una distancia social aceptable", explicó. 

Sin embargo, Mociulsky considera que la "zoomfobia" es algo muy particular de este momento, que tendería a relajarse a medida que la cuarentena permita -como ahora en Rosario- más actividades sociales.

"La incertidumbre laboral o el miedo a perder el empleo hizo que estemos demasiado tiempo conectados, por eso hoy también se habla del derecho a la desconexión: no estar disponible las 24 horas, no responder mails en horarios inadecuados, no sentirnos en desventaja", sostuvo Mociulsky.  

Por eso, la especialista consideró importane forjar nuevas rutinas, hacer pausas y poner horarios. "Queremos estar atentos y disponibles todo el tiempo, pero ese genera angustia, preocupación y depresión. Tiene un impacto en la salud mental, por eso es importante mantener rutinas y no sobre exigirnos", explicó. 

"Vemos que es necesario el contacto cara a cara, que dispara otro tipo de ideas, sentimientos, y asociaciones, que no alcanzan con la pantalla", sostuvo. 

¿Qué prevalecerá luego de la pandemia?

Para la especialista es importante destacar que, en el mundo pos pandemia, van a permanecer las habilidades digitales adquiridas, principalmente en personas adultas, que aún no utilizaban las nuevas herramientas.

Otra modalidad que va a prevalecer es el ecommerce, que creció en pocos meses lo que se suponía que iba a crecer en años. Muchas personas perdieron el miedo a dar la tarjeta o datos personales por internet y eso rompió una barrera. 

"Si bien hay temores por el uso de los datos personales, la privacidad, los hackeos; o se teme que esto empiece a utilizarse por gobiernos hipervigilantes, eso se da en un estrato más alto. En la parte baja de la pirámide hay necesidades básicas, de sostenimiento del hogar, accesibilidad y conectividad", sostuvo. 

En ese sentido, la brecha de acceso digital es otra de las cuestiones que puede profundizarse pos pandemia: el acceso a datos, tener más de un dispositivo por hogar y espacio físico que permita el distanciamiento. 

También prevén que, en un futuro, la modalidad de trabajo sea un mix entre la presencia física en los trabajos y la virtualidad, para aquellos empleos que pueden realizarse de forma remota. Además, continuarían los protocolos de seguridad e higiene.

Por otro lado, hay una mayor preocupación por la sustentabilidad, la trazabilidad y la ética de las empresas, que ya tenía lugar previo al estallido del virus, pero que ahora se aceleró. "Aprendimos que como seres humanos somos vulnerables y parte de un ecosistema. Hay una mayor consciencia de que somos artífices y responsables del destino planetario", explicó Mociulsky. 

"Hablamos de un consumidor que va a exigir mayor seguridad sanitaria y estará más atento a lo que consume: quién lo produce, cómo se fabrica, qué ingredientes tiene, etc", indicó. Ello demandará una mayor transparencia y congruencia por parte de las marcas. 

Del mismo modo, tomará más importancia la marca empleadora: cómo es el backstage de las empresas, si cuida a sus colaboradores, si aumenta los precios de manera innecesaria o si mantiene las fuentes de trabajo. 

En ese marco, apuntó que viene subiendo escalones la "seguridad laboral" entre las preocupaciones de los argentinos. Los ciudadanos exigen una mayor protección tanto a los gobiernos, como a instituciones y organizaciones. 

"Crece el sentido de colectividad y comunidad, de ayudarse entre todos y estar más consciente de los sectores populares", dijo Mociulsky y agregó: "Eso nos pone en otro nivel de responsabilidad colectiva. No quiere decir que vamos a cambiar todos como sociedad, pero sí va a haber perfiles más conscientes y responsables, buscando triple impacto positivo". 

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