Warren Buffett: el oráculo de Omaha cumplirá 90 años

El célebre inversor estadounidense cumplirá años el 30 de agosto, y por más que su nombre es sinónimo de dinero e inversiones en todo el mundo, no mucha gente conoce su vida

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El célebre inversor norteamericano cumplirá 90 años el próximo 30 de agosto, y por más que su nombre es sinónimo de dinero e inversiones en todo el mundo, no mucha gente conoce los entramados de la vida de este hombre nacido en la ciudad de Omaha, perteneciente al estado de Nebraska, ciudad que prácticamente él puso en el mapa.

Fue con tan solo 12 años que el pequeño Buffett de aquel entonces se inició en el mundo bursátil. Luego de comprar 3 acciones de Cities Service Preferred (CISV) junto con su hermana, el joven vio como los papeles que acaba de adquirir se desplomaron de 38 a 27 dólares en cuestión de días, acumulando una pérdida de casi el 30%. Con resiliencia, Warren mantuvo su estrategia, y pudo venderlas cuando rebotaron hasta los 40 dólares. Posteriormente se lamentaría, ya que las acciones alcanzaron los 200 dólares, pero no sería en vano ya que dejaría en el joven inversor con una valiosa lección.

Luego de terminar la secundaria, el actual quinto hombre más rico del mundo inició su formación en la prestigiosa Wharton Business School de Pensilvania. Luego pasaría por la Universidad de Nebraska, hasta recalar en la célebre Universidad de Columbia, en Nueva York, donde conocería a su futuro mentor, Benjamin Graham. Atendiendo a sus clases de “Value Investing”, Buffett se enamoró del enfoque de inversiones que luego él mismo haría famoso en el mundo.

Catalogado por muchos como el mejor inversor de todos los tiempos, el oriundo de Omaha ha cautivado al colectivo financiero con su método y sus resultados. A través de conceptos como el círculo de competencia, que exhorta al inversor racional a limitar sus inversiones a negocios que realmente entiende, o el margen de seguridad (“Margin of safety”), que tomó de su maestro Benjamin Graham, Buffett a logrado resultados extraordinarios de manera consistente, algo que algunos en el mercado denominan “el santo grial”.

Concretamente, mediante Berkshire Hathaway (el holding que maneja hace más de 50 años) como plataforma para sus inversiones, el magnate a logrado un apabullante retorno del 20.6% anual entre 1965 a 2018, lo cual es magnificado aún mas si tenemos en cuenta que el mismo retorno anualizado para el S&P 500 fue de “tan solo” 9.6%.

Quizás por eso suene curioso que últimamente prime el exitismo en el ámbito bursátil, y los inversores más novicios hayan empezado a cuestionar al célebre inversor. Desde el espectro del mundo de los mercados, se ha visto con recelo como en los últimos años Berkshire se ha retrasado en comparación con su usual performance. Esto quizás esté explicado por el auge de las tecnológicas, las famosas FAANMG (Facebook, Apple, Amazon, Netflix, Microsoft y Google), que han traccionado al mercado de las compañías catalogadas como “growth” o de crecimiento, dejando en el camino al sector de empresas “value” o de valor, la especialidad de Warren.

Se lo ha cuestionado tanto en el mundo de los hedge funds o fondos de cobertura, que personajes como Mark Yusko, Portfolio Manager de Morgan Creek Capital, han tomado notoriedad por desafiar sin tapujos al famoso inversor a una “competencia de retornos”.

Por otro lado, también se le cuestiona al casi nonagenario su posición exacerbada de efectivo. Sus inversores le demandan que desembolse su capital en nuevas oportunidades, y Buffett ha repetido hasta el hartazgo que no encuentra actualmente muchas situaciones que presenten verdaderas oportunidades de valor.

Últimamente, sus movimientos han girado en torno a su desinversión del sector de aerolíneas y financieras; hasta su recompra de acciones propias de Berkshire Hathaway. Para sus inversores esto último fue a lo sumo llamativo, ya que Buffett había dejado en claro en la última reunión anual de accionistas del holding (que algunos llaman “el Woodstock capitalista”), que no veía atractivo el punto de entrada en la acción de su empresa como para justificar programas de recompra. Un ejemplo claro del pragmatismo que el genio de las inversiones no solo profesa, sino que practica en sus operaciones.

Cabe destacar que dentro del portfolio de la compañía que dirige el norteamericano, encontramos una alocación de más del 40% en Apple, lo cual no es menor si verificamos que la empresa radicada en Cupertino ha indudablemente sido de las grandes ganadoras del 2020 hasta ahora, acumulando una suba de casi el 53%.

Le decía Buffett a jóvenes egresados en una de sus tantas conferencias , que “es mejor juntarse con personas mejores que uno, elijan asociados cuyo comportamiento sea mejor al propio, y ustedes mismos se irán en esta dirección”; y prueba de su lección es su socio de toda la vida Charlie Munger, de 96 años. Juntos han creado un legado que se perpetuará mucho tiempo después de que ellos dejen de existir.

Por todo esto, su combinación de hábil pragmatismo y convicción a prueba de balas a la hora de transformar ideas en inversiones, más su enfoque revolucionario que derivó en resultados sin igual, Warren Buffett ocupa un lugar especial en el ideario colectivo bursátil. Y quien dice que en estos tiempos de turbulencia, al inversor argentino no le venga bien aprender algo este visionario, que en tiempos previos a la crisis del 2008 se despachaba con esta frase : “Después de todo, solo vemos quienes han estado nadando desnudos, cuando la marea baja”.

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