“Vamos hacia la era del etanol, que es hidrógeno concentrado”, dijo Plinio Nastari

El experto habló del futuro de los biocombustibles y su potencial en Argentina

     Comentarios
     Comentarios

El doctor Plinio Nastari, fundador y presidente de Datagro, consultora agrícola de Brasil sobre de azúcar y alcohol, brindó la primera Conferencia Plenaria en el XXX Congreso de la Issct 2019 en Tucumán, titulada “Poniendo en valor al etanol, como una solución energética limpia y eficiente para el transporte del futuro”.

El experto sostiene la idea de que los biocombustibles sostenibles tienen una vital importancia para resolver dos grandes problemas de la humanidad: el calentamiento global y la crisis de empleo. Bioetanol, biodiesel y biometano, producidos desde la biomasa, ocupan el centro de la estrategia global para reducir los impactos de estas problemáticas.

Entre otros conceptos, comenzó diciendo que “hay un sentimiento de urgencia sobre el aprovechamiento de los biocombustibles para ayudar a reducir el calentamiento global”, y aclaró que “es un proceso que avanza con firmeza” en la región del Mercosur. “Los biocombustibles son energía solar almacenada y distribuida en forma segura y eficiente; es hidrógeno acumulado, y por allí pasa el futuro”, sentenció.

Así, describió que “en los últimos 40 años, la sustitución de gasolina con etanol permitió a Brasil el ahorro de 3.000 billones de barriles de gasolina, que permiten tener reservas de 12.500 millones de barriles de petróleo condensado. La importancia es que se acomodó la economía y las reservas del Tesoro llegaron a U$S 388.000 millones, por el reemplazo de gasolina por etanol”, explicó.

Actualmente en Brasil más del 90% de los vehículos tienen sistema flex (mezcla y sólo alcohol). La sustitución de gasolina llega al 45,7%.

En este sentido, aseguró que los consumidores de los países del Mercosur respondieron de forma positiva. “Actualmente en Brasil más del 90% de los vehículos tienen sistema flex (mezcla y sólo alcohol). La sustitución de gasolina llega al 45,7%. Ahora se está avanzando a través del programa RenovaBio -faltaban políticas públicas- en una regulación nueva, muy moderna y eficiente, que promueve aumentos de eficiencia energética ambiental, para pasar al 55% en 10 años; el sistema gana en competitividad, se reducen los costos y bajan los precios al consumidor. “Es el país más avanzado en esta mezcla”, resaltó.

Argentina mezcla 12%, pero tiene las condiciones para llevarlo al 20% sin problemas, con capacidad instalada y potencial para llegar al 25%. Todo pasa por una decisión política.

Luego, el experto apuntó que Paraguay hoy mezcla 25%, pero no tiene distribución de etanol puro para la flota flex; Argentina mezcla 12%, pero tiene las condiciones para llevarlo al 20% sin problemas, con capacidad instalada y potencial para llegar al 25%. “Todo pasa por una decisión política. Argentina también tiene capacidad, tanto de caña como de maíz, para cubrir esa demanda. Esto aumenta el valor agregado a la producción agrícola, que significa más renta y empleo; es una integración virtuosa”, ponderó. Y concluye que el Mercosur podría tener, en el área automotor, una tecnología que sería exportable para el resto del mundo, con vehículos adaptados para funcionar con un mayor porcentaje de etanol y también los que tienen sistema flex. “Y es lo que el mundo está pidiendo en estos momentos, más que los eléctricos”, precisó.

Estrategia

“Hay que tener una visión estratégica en materia de biocombustibles; es posible, es escalable y se puede replicar, para utilizar combustibles líquidos de baja densidad y con una huella de carbono ambiental más pequeña”, afirmó. “No se necesitan nuevas tecnologías, y se estarían promocionando las industrias locales de producción”, agregó.

“Por eso -continuó-, los científicos deben trabajar desde el pozo, desde el campo, hasta la rueda del vehículo; está claro que los biocombustibles tienen una menor huella de carbono, y hacía allí deben ir los desafíos de las nuevas tecnologías”. A modo de ejemplo, contó que en una semana sale al mercado en Brasil un auto a etanol, que los transformará en el auto más limpio del mundo.

Electrificación

En esa tónica, Nastari explicó que el “etanol es hidrógeno concentrado”, de fácil transportación y distribución (puro o mezcla). “Hay que aprovechar el alto contenido de hidrógeno en el etanol, que permite una mayor evolución en la motorización de los vehículos utilizando la tecnología actual. Vamos a la era del hidrógeno, no de la captura y distribución en tanques de titanio; hablo del hidrógeno concentrado, tanto en el bioetanol como en el biometano”, dijo ratificando sus conceptos.

La caña de azúcar es etanol, sostiene, y agrega que es un biocombustible que produce menores emisiones de gases de efecto invernadero y permite trabajar en su desarrollo con la tecnología actual. “Hay que avanzar en la electrificación con etanol, ya que evita los problemas que genera el uso de baterías como combustibles; además, el bioetanol permite una mayor integración con las políticas públicas que trabajan con energía y en el cuidado del medio ambiente”, puntualizó. Además, dijo, “los agricultores pueden complementar su producción de alimentos con la producción de energía”.

Citó como ejemplo otro caso de Brasil ese país redujo la producción de azúcar y creció la de etanol: del total de caña de azúcar, el 64% se destina a producir etanol, y el 36% restante para azúcar.

Por último, planteó: “¿cuál es el futuro de la caña de azúcar? ¿y el de la biomasa? Es una verdadera opción para la movilidad (el transporte), aportando a mitigar problemas que hoy tenemos en el clima, el empleo y el medio ambiente. El futuro está en manos de los técnicos de la caña de azúcar de todo el mundo”.

Comentarios