Estamos asistiendo a un punto de inflexión en la evolución de la humanidad. Los comportamientos de los consumidores están cambiando y seguirán mutando como consecuencia del aislamiento y pandemia. Y muchos de estos cambios seguramente llegaran para quedarse.

Revisemos algunos ejemplos:

• De ahora en más, evitaremos acudir a lugares o usar servicios donde haya acumulación de gente (shoppings, cines, transporte público, supermercados, etc), vamos a ser muchos más cuidadosos.
• Hay un fuerte crecimiento del e-commerce y ventas online.
• Gradual desaparición de los intermediarios, contacto más directo entre productores y cliente, asegurando calidad, disminuyendo precios y mejorando el servicio
• Nuevos medios de pago, con menos papel y tarjetas, para evitar todo contacto innecesario.
• Nuevas y creativas formas para intentar atraer a los clientes a mi negocio y que vean lo nuevo que estoy haciendo, que tal vez no se percibe por la web.
• Más trabajo en casa, si es que se puede (y en muchos casos se demostró que se puede).
• Aceleración de la llegada de la tecnología 5G para acompañar mayores interacciones online y el trabajo en casa.
• Trazabilidad de los productos, en búsqueda de calidad de toda la cadena de valor de un producto final. 
• Exigencia de higiene por todos lados y en todos lados.
• Y más cosas que sabemos, pero muchas más que aún que no descubrimos, ni imaginamos, pero que seguro nos van a impactar.

Ahora vayamos anticipándonos. ¿Qué es lo que más te estará afectando? ¿Qué cambios se avecinan que puedan impactar en tu negocio o empresa? ¿Qué agregarías a esta lista?

Aquellos que demuestren flexibilidad y capacidad de adaptación en estas semanas, lograrán retener a sus clientes y eventualmente ganarle a la competencia. Entonces conviene comenzar a revisar algunas cosas.

Hay que comenzar el análisis por el principio y esto es tener bien claro qué hacemos y hacia dónde vamos. Eso es lo que se llama "Misión". La misión debe expresar básicamente qué hacemos, para qué existe este negocio, qué necesidades satisfacemos. Y a continuación deberíamos revisar cómo lo hacemos y qué prácticas deberíamos cambiar en la forma que llevamos adelante nuestro negocio.

Yo haría las siguientes preguntas básicas para revisar:

1. ¿Nuestra misión refleja el propósito de lo que estamos haciendo?

2. ¿Encaja con el entorno actual? ¿Y con el que vendrá? Aquí es donde tal vez haya que poner foco con mayor atención.

3. ¿Está basada en lo que mejor sabemos hacer? ¿Es realista?

4. ¿Es fácilmente recordable? ¿Es inspiradora?

Y agrego,

5. ¿El cambio de hábitos y comportamientos de los consumidores modificarán la forma en que operamos nuestro negocio? ¿Qué prácticas debería pensar que tal vez deba cambiar?

Si te sientes confortable con tus respuestas, estamos okey.

Si no es así, sin moverte de tu casa, convendría entrar en contacto con tu gente de confianza para que te ayude a analizar ambos temas (misión y prácticas del negocio). 

a) Entonces, es necesario chequear los siguientes puntos:

• ¿Cuál es el objetivo de nuestra empresa?
• ¿Cuál es nuestra fortaleza?
• ¿A qué clientes satisfacemos?
• ¿Qué cambios en los comportamientos impactarán en nuestra forma de hacer negocios?

b- Sintetizar las respuestas y preparar un borrador para la misión.

c- Resumir las ideas preliminares de cómo debería cambiar la forma de operar para que sean validadas en un futuro cercano.

d- Distribuir el borrador entre tu equipo de confianza para asegurarte que cubriste lo discutido con precisión.

e. Asegurarnos de que estamos satisfechos con los resultados. De ser necesario, hagamos pausa y repitamos.

Ahora, tenemos una idea un poco más clara. Y debemos continuar analizando el entorno para volver a reiterar el proceso, de ser necesario, y validar con la nueva realidad nuestras conclusiones.

Recuerda que el coronavirus implica que hay que ser flexible y lograr adaptarse al cambio. Cuando el entorno de nuestros clientes cambia, debemos cambiar para asegurarnos que vamos a seguir adicionando valor.

Siempre resulta muy motivador conocer la misión de grandes empresas que han llegado bien lejos, algunas muy admiradas y en las que claramente nos gustaría vernos reflejados:

• Google: Organizar la información del mundo y lograr que sea útil y accesible para todo el mundo.
•  Amazon: Ofrecer a los clientes los precios más bajos, la mejor selección de productos disponible y de mayor calidad. 
• Tesla: acelerar la transición del mundo hacia energía sustentable.
• Mercado libre: democratizar el comercio electrónico y brindar igualdad de condiciones para vender y comprar, sin importar el tamaño del emprendimiento o la empresa.

La gran pregunta es si alguna de ellas también deberá re-editarse luego de la tormenta.

(Por Edgardo Cohen, consultor de empresas, con años de experiencia en planeamiento y gerenciamiento de proyectos en la industria automotriz).