Rosgan: las exportaciones a China podrían generar competencia con el consumo interno

Si bien el mercado interno y externo de carnes en Argentina es complementario, esta situación podría cambiar en el mediano plazo si la industria no está preparada para cubrir ambas demandas

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China irrumpió abruptamente en el mercado de exportación de carne vacuna, con una participación mayor al 70% del mercado total. Sin embargo, el país asiático está comenzando a cambiar la importación de cortes tradicionales de menor valor por una demanda más amplia que, en el mediano o largo plazo, podría poner en peligro la complementariedad del mercado interno con el externo en Argentina, según advierte el informe de Rosgan. 

La industria frigorífica continúa marcando tasas récord de producción. Según el informe de Rosgan, los números provisorios de octubre arrojan un total de 1.300 mil animales faenados, una cifra que viene creciendo sin pausa desde el mes de julio. En los últimos cuatro meses el nivel de faena alcanzó un 9% más en comparación con el mismo período del año pasado. 

Si bien la exportación también creciendo, desde Rosgan señalan que esta fenomenal tasa de producción deja un holgado volumen para el mercado interno "al menos en términos de lo que el consumo ha estado dispuesto a asimilar en los últimos meses", refiriéndose a la reducción del consumo de carne a nivel nacional.

Desde Rosgan destacan que Argentina tiene la ventaja en cuanto al perfil de sus mercados en los que históricamente ha exportado aquello que no se consume en el mercado interno y que, por exportar cortes en lugar de animales enteros, puede complementar de manera muy eficiente.

En el caso de Rusia y China, son mercados de menor valor, con preferencia por vaca conserva y manufactura. De hecho, uno de los productos más explotados en China han sido– hasta entonces- el garrón y el brazuelo.

Finalmente, el mercado doméstico consume mayormente cortes para asado, carnaza para milanesas, carne picada, además de algunos traseros como bola de lomo y cuadrada.

"El concepto de complementariedad entre mercado de exportación y mercado doméstico se da tanto en términos de cortes como de categorías de animales", señala el informe de Rosgan. 

¿Podrá China romper su complementariedad?

Sin embargo, el mapa de exportación argentina ha cambiado gracias a la injerencia de China, que ha irrumpido en el mercado de la carne vacuna. Considerando los primeros 9 meses del año, en 2015 China llevaba el 30,1% de las exportaciones totales -carne enfriada, congelada y procesada sin incluir menudencias- mientras que en la actualidad su participación asciende al 73,4% del mercado total. A su vez, se ha triplicado al pasar de unas 108.000 toneladas en 2015 a cerca de 380.000 en los primeros 9 meses del corriente año.

Lejos de la inmediatez con la que irrumpió China –no sólo en Argentina- la presión que ha estado ejerciendo a través de sus compras es un factor que seguirá estando vigente en el mediano plazo. Un reciente informe publicado por el Rabobank señala que China necesitará al menos 5 años para reequilibrar su mercado doméstico de carnes.

China, presionado por la necesidad de abastecer su demanda interna, durante el último año dejó de lado la compra de sus cortes tradicionales (garrón y brazuelo) y comenzó a llevar vaca en manta. Luego pasó a comprar esa misma vaca manufactura en cortes para finalmente terminar en cortes de la rueda e incluso otros del delantero, que comenzarían a solaparse con los cortes que usualmente se venden al consumo doméstico.

"Pensando en el largo plazo, estos cambios en los hábitos de consumo de China sumado a la presión que seguirá ejerciendo sobre los principales proveedores para lograr equilibrar su balance interno post PPA, bien podrían generar una nueva fuerza de competencia contra el consumo interno", advierte el informe de Rosgan. 

Para que no resulte perjudicial, desde Rosgan apuntan a la promoción de políticas de estrategia comercial para atender estos cambios de mediano y largo plazo, fomentando el crecimiento de la producción tanto en número de animales como en peso de faena.

El informe considera que gran parte del terreno que perdió el mercado interno fue ganado por otras carnes como pollo y cerdo, siendo que el consumo total prácticamente no se ha alterado permaneciendo en torno a los 110 a 115kg per cápita.

Sin embargo, existe otro factor de presión coyuntural que es la severa pérdida de poder adquisitivo que sufre el consumidor y que sin dudas presiona sobre el mercado interno. "Esta situación debería ser transitoria y, una vez reactivado el consumo, la oferta de carnes deberá estar preparada para responder a esta demanda", finalizó el informe. 

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