El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Carlos Rosenkrantz, les pidió hoy a los empresarios que además de maximizar sus ganancias se comprometan a honrar el derecho, pero también solicitó a los jueces que fallen según la ley y sobre la base de sus creencias de qué es justo y qué no.

Al exponer en el marco del panel “Justicia eficaz, la llave hacia la calidad institucional”, el juez cuestionó que los empresarios no hubieran tratado más ampliamente la relación entre empresas y derecho.

“Un tema que a mi criterio debe ocupar la agenda central del país y no ha sido tratada aquí es la relación entre las empresas y el derecho”, lanzó al iniciar su exposición.

El presidente de la Corte continuó describiendo el rol de las empresas: “Son importantes para el desafío nacional que consiste en la generación de la riqueza necesaria para mejorar la situación de todos y en especial de quienes están peor. Dado que las empresas tienen ese rol crucial, nuestro país debe dejar de pensar a las empresas con las lentes de la ideología”.

“Ustedes saben que son responsables frente a sus trabajadores, a sus inversores, a sus consumidores, a sus acreedores y con el medio ambiente, pero además tienen una responsabilidad mucho más general y que no se ha destacado suficientemente y es la de honrar el derecho de nuestra comunidad. Se puede teorizar mucho sobre por qué hay una responsabilidad especial en las empresas. Es porque las empresas y los empresarios acceden a mayores beneficios por esa cooperación. Mayores beneficios deben ir con mayores responsabilidades”, les recordó a los presentes.

Y, además les pidió: “Las empresas deben honrar el derecho voluntario, no por temor a ser sancionado. Debe aceptar el derecho como constitutivo de su propia identidad”.

Luego explicó por qué eso es más beneficioso: “Sus organizaciones no son otra cosa que un conjunto de reglas y mejor funcionan cuando esas reglas son internalizadas y cumplidas. Con el país pasa lo mismo. Funciona mejor cuando la ley se hace carne en todos nosotros”.

“Los empresarios además de maximizar sus ingresos tienen responsabilidad de comprometerse con el derecho. El compromiso debe ser constante porque las empresas son muy visibles en nuestra sociedad y contribuyen a moderar la cultura de nuestra sociedad”, sostuvo.

Además, advirtió que en el país país hay "una tendencia a justificar el incumplimiento de las reglas propio con el incumplimiento ajeno". 

“Hay que evitar esto es rompiendo el círculo del incumplimiento. Y las empresas tienen un rol muy importante ahí. Si las empresas tienen un rol ejemplar pueden reclamar al país que necesita más institucionalidad. Sé que se ha pedido que el liderazgo tenga más institucionalidad, ese pedido tendrá más entidad si las empresas cumplen incondicionalmente las normas”, agregó.

Pero admitió que los presentes “podrían responder qué rol le cabe a los jueces. Los jueces tienen que tener muchas más responsabilidades aún. Eso es verdad. El poder judicial tiene el exigente deber de aplicar puntillosamente el derecho”.

“Nuestra sociedad también debe internalizar que los jueces debemos internalizar que la decisión que se adopta no es la que surge de nuestras preferencias políticas, nuestra ideología o nuestras concepciones morales sino la impuesta por el derecho de nuestra comunidad”, detalló.

Y para finalizar dijo: “Ambas ideas pueden combinar una sinergia virtuosa: si hay jueces que aplican el derecho y no su concepción de lo justo entonces las decisiones judiciales se volverán predecibles y si hay decisiones previsibles los empresarios sabrán a qué atenerse. Por otro lado si los empresarios muestran un compromiso voluntario y constante con el derecho, la espiral descendente con el derecho se romperá. Y esto generará un marco dentro del cual las empresas podrán producir más y podamos desarrollarnos mejor y hacer un compromiso ético de atender los intereses de los que están mejor”.