Ayer por la noche, el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, anunció la reapertura de varias actividades que permanecían cerradas desde el pasado 28 de agosto y que ahora volverán a funcionar, al menos por 14 días, bajo estrictos protocolos sanitarios.

En la gastronomía, bares y restaurantes podrán abrir hasta las 24 hs y el foco estará puesto en que atiendan principalmente en la verdad y espacios al aire libre. En lo que son interiores, la cantidad de comensales no puede superar el 30% de la capacidad del espacio y se debe mantener distancia entre las mesas ocupadas.

Sin embargo, entre las medidas contempladas por el gobierno provincial para esta nueva etapa de flexibilización de las actividades, también se encuentra la limitación a circular con vehículos desde las 20 hs y hasta las seis de la mañana. La nueva disposición generó disgusto en la gastronomía y desde el sector alegan que puede disminuir la afluencia de personas a los locales.

"De la forma en la que está planteada, con la imposibilidad de circular después del 20 hs, promoviendo que la gente venga a los bares en taxi, en otro tipo de transporte o caminando, directamente hay muchos que no lo valoran como positivo en lo más mínimo. Todavía estamos analizando la reglamentación", señaló Alejandro Pastore, secretario de la Asociación Hotelera y Gastronómica de Rosario, Aeghar.

Por su parte Reinaldo Bacigalupo, dueño de varios negocios del rubro y referente de Mercado Pichincha, asociación que nuclea a los comercios del popular barrio, se refirió a la decisión del Gobierno provincial de permitirles reanudar la actividad.

"Es un avance, obviamente el objetivo de fondo de la gastronomía es cortar con las pérdidas ya que lo que hace que todos los meses cierren espacios es que hay una rentabilidad muy negativa. Queremos encontrar un punto de equilibrio para que los negocios subsistan en la pandemia, por eso nos parece una buena medida inicial", destacó el comerciante. 

Por otro lado, Bacigalupo mostró cautela con respecto a algunas limitaciones impuestas por la provincia que, según su opinión, podrían ser perjudiciales para el sector.

"Hay un montón de cafecitos y bares en el centro que funcionando a un 30% de su capacidad van a pérdida, quizás les sale más caro abrir que mantenerse cerrados. Lo que son las medidas de restricción a la circulación también hacen ruido porque hay preocupación de que le saque a la gente las ganas de salir. Hay que ver cómo impacta, primero queremos ver qué pasa este fin de semana", señaló Bacigalupo

No hay dudas de que el rubro gastronómico es uno de los más golpeados por la crisis del coronavirus. El informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos, Indec, señala que en el segundo trimestre de 2020, la tasa de desocupación en el país se ubicó en el 13,1%. y que la gastronomía se encuentra entre los sectores más golpeados.

"Al analizar la caracterización de la tasa de empleo según rama de actividad de la ocupación principal, la mayor caída se observa en las ramas de Construcción (-2,3 p.p.), Servicio doméstico (-1,7 p.p.), Comercio (-1,1 p.p.) y Hoteles y restaurantes (-1,1 p.p.)", indica el análisis de Indec.

Antes estas conclusiones, Alejandro Pastore remarcó que no se le pueden pedir más esfuerzos a un sector que experimentó tantas pérdidas en las fuentes laborales y que tiene a cientos de espacios al borde del cierre.

"Según las cifras del informe, uno de cada tres trabajadores gastronómicos en el país perdió su empleo. Son alrededor de 125 mil puestos menos que tiene el sector a raíz de la gran cantidad de emprendimientos que cerraron sus puertas", afirmó Pastore.