Pymes de la construcción cuestionan la reglamentación de eficiencia energética en la ciudad

“Te puede aumentar hasta un 10% los costos para una medianera”, señaló la desarrolladora Diana Pagnucco sobre el certificado higrotérmico. Consideran que es más exigente de lo que se requiere para las condiciones climáticas de la ciudad y que esto impacta en los costos

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Un grupo de arquitectos y pequeños constructores se está movilizando para reclamar por “una implementación distinta del certificado higrotérmico” que se les exige a las obras, cuya reglamentación se modificó el año pasado mediante un decreto. Consideran que es más exigente de lo que se requiere para las condiciones climáticas de la ciudad y que esto impacta innecesariamente en los costos.  

“Te puede aumentar hasta un 10% los costos para una medianera”, señaló Diana Pagnucco, desarrolladora y vocera del grupo de pymes de arquitectos y pequeños constructores, que rondan, en total, unas 40 empresas con esas características. “No tiene sentido un aumento que se puede economizar”, agregó.

La normativa

El decreto reglamentario entró en vigencia a partir del 1º de julio de 2018 y es aplicable a edificios de nueva construcción, correspondientes a edificios públicos o privados con diferentes usos y con una superficie cubierta superior a 300 metros cuadrados durante los dos primeros años a partir del 1 de julio de 2018, superior a 150 metros cuadrados a partir del 1° de julio de 2020 hasta el 30 de junio de 2022 . A partir del 1° de julio de 2022, se implementará la Ordenanza a todas las construcciones incluidas en el ámbito de aplicación. 

La desarrolladora señala que no sólo se incrementan los gastos en aislación, sino también que quedan afuera fabricantes que corresponden a esta zona bioclimática y que cumplían con las normas Iram.

“No permite que el arquitecto pueda calcular su propio balance térmico, que es lo que debería ocurrir”, señaló Pagnucco, refiriéndose al cálculo de condensación superficial que se ve “eliminado por este decreto”. Es así que que “los edificios se están aislando por demás y no se tienen en cuenta las normas Iram”. Considera que el decreto “baja arbitrariamente los coeficientes de aislación térmica sin fundamentos técnicos”.  

El certificado higrotérmico se cuenta, además, dentro de un marco más amplio de pedidos para “flexibilizar exigencias” y permisos por parte de este grupo de profesionales que trabajan en terrenos que no son de grandes dimensiones. Pagnucco destaca que una construcción “siempre debe cumplir con la eficiencia energética”, como lo es el certificado higrotérmico, pero que esta “no debe hacer a los efectos del otorgamiento del permiso”.

De este modo, resalta que “la norma no está mal pero sí su implementación”.

“El cálculo de la temperatura en la ciudad se debe hacer con parámetros más parecidos a los de El Bolsón que Rosario”, resaltó.  

Otras miradas

Al respecto, consultado por Ecos365, Leandro Rinaldi, presidente de la Asociación Empresaria de Vivienda (AEV) destacó que para los desarrolladores “el espíritu de la norma es positivo”, al tener en cuenta la eficiencia energética y el ahorro de energía.

Sin embargo, desde AEV también consideran que se “ha pasado en exigencia en los términos actuales”. Además, destacó que “a medida que se pone en vigencia para construcciones más pequeñas, va afectando cada vez más los costos” y que “si se traduce a precios, lo termina pagando el usuario final”.   

“Una abertura con la exigencia actual de los términos de higrotermia, puede costar 4 o 5 veces más que una standard”, destacó Rinaldi.

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