Menos dólares para pago de deudas: cómo afecta a industriales santafesinos

Referentes de distintos sectores fabriles sentaron postura sobre las últimas medidas del Banco Central. Para algunos poco cambia, para otros hay riesgo de default

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La restricción anunciada por el Banco Central a las empresas para la compra de dólares destinado al pago de deudas para el exterior impactó de forma dispar en el entramado productivo local. Mientras algunos consideraron que no afectará al 90% de las empresas que sólo toma créditos en el mercado local, otros advirtieron que puede llevar al default a compañías más grandes que se endeudaron en el exterior para mantener planes de inversión en los últimos años, pese a la adversa coyuntura.

Cabe destacar que la medida aplicará en el caso de las compañías con deudas superiores al millón de dólares por mes, las cuales se verán obligadas a refinanciar el 60% de los pasivos. “Son pocas las empresas en Santa Fe que están en esa condición, que afecta más a multinacionales, e incluso tampoco está claro cuál es la afectación real, porque para ellas sería como un adelanto de impuestos, más allá de que les haría el proceso algo más engorroso”, planteó Mariano Ferrazzini, referente de la Unión Industrial Región Rosario (Unirr), y agregó que de cualquier forma “habrá que esperar la instrumentación”.

Para el industrial, en principio, la compra de materia prima y de maquinaria y equipos para la producción no se verían perjudicadas. “Las deudas comerciales son cortas, una licencia del Simi (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones) tiene 120 días de validez, con lo cual no creo que se complique por el lado de faltante insumos”, planteó en diálogo con Ecos365.

Las restricciones cambiarias no afectarán la compra de insumos ni de maquinarias para la producción", dijo Ferrazzini

Para Ferrazzini no habrá mayores alteraciones a la recuperación de la industria, que por ahora viene siendo heterogénea. “Un 40% está vendiendo mejor que en el nivel prepandemia, algunos se recuperaron de la catástrofe de abril, pero todavía están por debajo de los números previos al coronavirus, mientras que otros como calzado, indumentaria y carroceros siguen muy complicados”, repasó.

Víctor Sarmiento, presidente de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), tuvo una visión similar. “Las restricciones se aplicaron en su mayoría para el ciudadano de a pie y grandes empresas porque se requería oxigenar las reservas del Banco Central, pero no para la gran mayoría de las firmas”, dijo. De cualquier modo no dudó en que seguramente se revisará el caso de aquellas que puedan verse perjudicadas.

“No habrá restricciones completas, ni faltantes de insumos por complicaciones en pago a proveedores, porque la industria necesita de materiales que no se fabrican acá para seguir funcionando y eso se tendrá en cuenta”, aseveró y avaló la postura oficial. “En este nuevo escenario hay que generar políticas para avanzar, y en ese sentido hay que apoyar a una pyme, antes que a una grande con espalda para reperfilar su deuda. Igualmente si la gran empresa se ve afectada, la acompañaremos a través de Unión Industrial Argentina, pero creo que serán casos puntuales, no una complicación masiva”, destacó.

Si no podemos pagar compromisos con proveedores externos en tiempo y forma no sabemos cómo seguiremos", señaló un metalúrgico

Menos entusiasta se mostró un referente de los metalúrgicos, que planteó sus dudas respecto a cómo se hará de ahora en más para pagarle a proveedores externos. “Cada vez nos recortan más el crédito por el riesgo país, se complica conseguir insumos porque las fábricas producen menos por la pandemia, y si ahora no podemos pagar en tiempo y forma no se cómo seguiremos”, expresó en off.

Otras voces también plantearon la paradoja de que muchas empresas que tomaron deuda afuera no tuvieron alternativa por las siderales tasas que les ofrecían en el mercado doméstico, y si lo hicieron fue precisamente para seguir invirtiendo -cuando la mayoría no lo hizo- pese a la deteriorada situación económica. Y lo que recibieron a cambio fue un cachetazo del BCRA que podría llevarlas al default. Dan por descontado que incluso si logran una refinanciación, les saldrá mucho más cara y que eso lo trasladarán a precios, alimentando todavía más la espiral inflacionaria.

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