Las precipitaciones paralizaron el buen ritmo de cosecha de maíz

Por un lado, los aspectos climáticos revirtieron los síntomas de déficit hídrico de los cultivos aunque condicionaron los procesos de cosecha, por otro, la especial situación epidemiológica mundial y nacional impactó sobre ellos

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En la última semana, los escenarios fueron cambiando y condicionaron las diferentes actividades agrícolas. Por un lado, los aspectos climáticos revirtieron los síntomas de déficit hídrico de los cultivos y se reanudaron los procesos de cosecha, pero por otro, la especial situación epidemiológica mundial y nacional impactó sobre ellos.

La cosecha de maíz temprano, soja de primera y algodón, el monitoreo - seguimiento de los cultivares y las aplicaciones de herbicidas – insecticidas, fueron las actividades a las que se les dedicó mayor tiempo durante la última semana en el centro y norte de Santa Fe, según el informe de la Bolsa de Comercio de Santa Fe (BCSF).

Maíz temprano

Las precipitaciones registradas en el último período condicionaron y paralizaron el buen ritmo de cosecha que se había logrado. 

El proceso se fue reanudando lentamente a medida que las condiciones ambientales mejoraron, ya sea por las condiciones de piso de los lotes o por el contenido de humedad de grano.

Se legró un grado de avance del 92 %, 27 puntos porcentuales superiores a los de la campaña pasada, en comparación con el mismo período.

Los rendimientos promedios obtenidos en el período se mantuvieron similares y consolidaron los valores en cada zona, caracterizando a la campaña 2019/2020 como buena a muy buena.

Soja de primera

Un 97 % del cultivo se encontró en estado bueno a muy bueno, con lotes excelentes, un 2 % en estado bueno y el 1 % restante, regular.

Las condiciones ambientales registradas permitieron que se reanudara a ritmo lento el proceso de cosecha, que fue incrementándose con el paso de los días, pero no en demasía, según la BCSF.

El mismo se caracterizó porque un importante porcentaje de grano se embolsó, ante la realidad del contexto sanitario, las limitaciones en el transporte y el acopio en plantas de silos particulares, cooperativas, puerto, entre otros.

Los rendimientos promedios variaron muy poco de los que se habían registrado en un comienzo. En los departamentos San Martín, San Jerónimo y Castellanos, oscilaron entre 50 – 47 y 43 qq/ha respectivamente, con buena calidad y por debajo del 16 % de humedad de grano.

En lotes puntuales en los departamentos Las Colonias, San Cristóbal, La Capital y San Justo fluctuaron entre 28 qq/ha como mínimos y 40 qq/ha como máximos. Para el caso de los departamentos del norte, comenzaron a cosecharse los primeros lotes

Algodón

La cosecha fue retomando su ritmo lentamente, también paralizado por las últimas precipitaciones. 

Los rendimientos obtenidos se mantuvieron en promedios superiores a 22 quintales por hectárea, con mínimos de 15 qq/ha y máximos de 28 qq/ha, considerados por el sector productivo como buenos a muy buenos.

En general, el estado del cultivo siguió siendo bueno, a excepción de los cultivares sembrados en fechas más tardías.

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