La sequía de septiembre ya le puso un techo de rendimiento al cereal debido a la muerte de los macollos. Si bien las últimas lluvias ayudaron, no llegan a compensar el rinde. Sin embargo, llegan a tiempo para colaborar el maíz es sus primeras etapas, según el informe semanal de la Guía Estratégica para el Agro, que difunde la Bolsa de Comercio Rosario (BCR). 

Las últimas lluvias fueron erráticas y disímiles para la región núcleo, pronunciando diferencias en las zonas. Hubo dos núcleos bien destacados con acumulados que superaron los 60 mm. En el norte bonaerense, Chacabuco registró 129 mm y Junín 119,4mm. En el centro-sur de Santa Fe, Irigoyen marcó 91,4 mm y Clason 69 mm. En cambio, en la franja del sur santafesino las marcas estuvieron por debajo de los 15 mm, manteniéndose las condiciones de sequía.

Si bien ya hay un techo para el rinde del trigo, según la GEA estas últimas lluvias también significan un piso para ese techo. Los cuadros con las mejores calificaciones aumentaron 10 puntos y se redujeron los que estaban regulares. Con el 35% de los cuadros floreciendo y el 20% comenzando a llenar granos pasarán estas etapas más exigentes sin síntomas de falta de agua.

Asimismo, el retorno de las lluvias posibilita el cierre de la siembra de maíz temprano. En el sudeste cordobés, el área que estaba más atrasada por la falta de agua, podrán finalizar con la siembra del cereal luego de las precipitaciones de estos días. En las zonas del centro y sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires ya se sembró el 90% de los lotes destinados al cereal, pero se desistió con la implantación. Esos lotes pasarán en su mayoría a soja de primera y el resto a maíz de diciembre.

En cuanto a la soja, desde el GEA señalan que las lluvias "invitan a la siembra de la oleaginosa". Sin embargo, las zonas que recibieron menos de 30 mm necesitan más agua. Todavía restan 10 días para arrancar con las labores de siembra de los cultivares más tempranos y el control de malezas de barbecho fue dificultoso con la sequía invernal.