La soja y el maíz toman caminos separados

Por Dante Romano, especialista en comercialización agropecuaria y miembro del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral

     Comentarios
     Comentarios

Mientras que le mercado de soja parece no encontrar piso y se acerca a los 200 USD/tt, el maíz logra recuperarse y llegar a valores que vuelven a disparar ventas. La combinación de gran oferta pero demanda débil a nivel mundial para la oleaginosa, y la necesidad de enviar mercadería a puerto de los productores locales se combinó para generar estos bajos precios del mercado disponible. En el caso del maíz si bien la oferta también es abultada, la demanda se encuentra activa. Pero en las últimas ruedas el maíz se disparó en EEUU por el temor de que el clima frío y húmedo finalmente no permita concretar toda la intención de siembra. Esto se combina con una cola de buques por cargar récord en Argentina, y productores que al concentrarse en la cosecha de soja no están enviando maíz a puerto. Pocas veces hemos visto alinearse así los planetas para que el maíz suba y la soja baje.

El mercado de trigo en tanto es un capítulo aparte. A nivel global se hace cada vez más tangible que vamos a un incremento de producción lo que genera presión negativa. Pero la firmeza del maíz logró darle ciertos bríos a este cereal. En tanto localmente hay interés comprador de la exportación en la posición disponible, haciendo esto que los molinos tengan también que pagar mejores precios. La duda es cuánto durará esta coyuntura. En tanto en lo que hace a las posiciones de cosecha nueva, con una mayor expectativa de siembra se proyectan más de 20 mill.tt. de producción para el próximo ciclo. Esto genera debilidad en el mercado. Sin embargo los precios que se están ofreciendo, en torno a 160 USD/tt diciembre y 170 marzo, generan todavía rentabilidad.

El mercado de soja está muy cargado del lado de la oferta. Tras un excelente año productivo en EEUU, las exportaciones de este país se vieron recortadas por la ausencia de China como resultado de la guerra comercial entre estos dos países. De esta forma, los stocks norteamericanos se duplicaron con creces. A esto debemos sumar una recomposición productiva en Sudamérica. En Brasil la cosecha está a punto de terminar, y con los rindes en mano, se observan perspectivas muy concretas de que se alcance una producción de 115/116 mill.tt. Esto representaría una leve baja respecto al récord productivo del año previo, e incluso está por debajo de las 130 mill.tt. que se esperaban a fines del año pasado. Pero los recortes no son tan significativos como para hacer temblar el mercado global. Especialmente además porque los rindes en nuestro país este año son sencillamente extraordinarios. De la mano de los mismos posiblemente estemos por encima de las 55 mill.tt.


En tanto, y también dentro del análisis de la oferta, ya estamos palpitando el nuevo ciclo de EEUU. Recordemos que, de acuerdo al reporte de intención de siembra, se espera un paso de área de soja a maíz mayor a 1 mill.ha.  Esto debería ser alcista para soja y bajista para maíz. Pero ante las inundaciones a fines de marzo, y desde entonces las lluvias, nevadas y clima muy frío en la zona núcleo norteamericana,  van pasando las semanas, y la siembra de maíz se retrasa. Si bien esto también ocurre con la soja, la ventana de siembra para la oleaginosa comienza y cierra más tarde. Es por esto que si los pronósticos de lluvias y clima frío para los próximos 15 días se cumplen, se cerrará la ventana de siembra para el maíz, y lo no sembrado con el cereal podría pasar a la oleaginosa. Por eso es que vemos bajas adicionales para la misma.


Frente a este escenario de oferta elevada y creciente, tenemos una demanda débil. Si bien China está comprando activamente soja sudamericana, no aparece sobre EEUU. Pero el temor aquí es que las compras totales de China terminen bajando como correlato de la gripe porcina. Se estima que por la misma el país oriental debería sacrificar en 2019 unos 140 mill de cerdos. Esto genera menor necesidad de forrajes, y por tanto de soja importada. No obstante, para abastecer la demanda interna, China está comprando mayor cantidad de carne a otros países. De hecho esta semana autorizó frigoríficos de cerdo Argentinos y Rusos para que le vendan este producto, y aumenta su demanda sobre Europa y otros países. Posiblemente la producción extra de estos compense la caída de demanda China, pero no en su totalidad. Para poner de relieve esto, China produciría 10 mill.tt. menos de carne de cerdo este año, pero sólo aumentaría su importación en 2 mill.tt. ya que el comercio mundial de carne de cerdo es de 6 mill.tt. El efecto final entonces es negativo.


En el mercado local, la cosecha de soja entra en tramos finales en la zona núcleo, que al miércoles estaba con un 80% de avance. En los derredores el avance es algo más bajo, y en el centro y sur de Buenos Aires las labores están ganando ritmo. Con lluvias anunciadas para el fin de semana, los productores concentraron sus esfuerzos en levantar lo último de la cosecha, presionando así sobre los puertos para lograr cupos para ese volumen. En un contexto de la industria que lleva originada la misma cantidad de soja que el año pasado, en niveles similares a los históricos, pero las compras a precio están muy bajas, incluso menores al año anterior. Así las cosas, el que quiera cupo, deberá aceptar precios más bajos. Los valores caen a la zona de los 200 USD/tt, mejora el margen de la industria, pero se complica la rentabilidad del productor.


Para la campaña nueva los precios también sufrieron. El mercado corrigió sus precios a la baja fuertemente cuando se corrió el rumor de aumento en derechos de exportación, pero a pesar de que esta medida se desmintió, los precios no lograron recomponerse. Posiblemente por la presión negativa del mercado internacional. Así las cosas, llegamos a valores de 230 USD/tt para el nuevo ciclo. Este precio desalienta la siembra, ya que no logra cubrir los costos de producción. Por rotaciones, de todas formas hay un piso para el área, pero seguramente más de uno está replanteando sus decisiones de siembra.


El mercado de maíz, por su lado, también tuvo que digerir una gran cosecha norteamericana. Pero la demanda fue mejor. Esto hizo que los stocks descendieran, aunque aún están en niveles altos. El problema es que se avecina el ingreso de las cosechas tardías tanto de Brasil como de Argentina, y esto volverá a tranquilizar al mercado. Cuando ese efecto baje, ingresará la nueva producción norteamericana, por lo que recién vemos que la demanda empujaría los valores recién para fines del 2019. De hecho esto se nota en los precios que van de la zona de los 140 en disponible, a los 130 julio y vuelve a 140 recién de diciembre en adelante para nuestro país.


De todas formas hay que observar que la producción de EEUU está en jaque por el atraso en la siembra. Como comentamos antes, las inundaciones en marzo, las lluvias y bajas temperaturas posteriores, y los pronósticos de que el clima siga así por dos semanas, podría hacer que se cierre la ventana de implantación para el cereal sin que se logre concretar toda la intención de siembra. Esto está generando subas de precio, que podrían espiralizarse. Pero no debemos olvidar los altos stocks disponibles y la gran oferta sudamericana: las subas son una invitación a la venta.


En el mercado local se suma a esto que la exportación viene muy activa. Los embarques de marzo y abril fueron récord, y hay una cola de buques por cargar superior a las 2 mill.tt. De los mismos gran parte ya deberían haber partido. El problema es que los productores no están enviando maíz a puerto. Esto ocurre por un lado porque los esfuerzos de cosecha se concentraron en soja y demorarían al menos 10 días en volver al maíz. Recordemos que el año pasado cuando llegaron las lluvias de otoño, se dieron fuertes pérdidas de rinde y calidad para la oleaginosa, y que el maíz soporta mejor estas condiciones climáticas adversas. En tanto sólo 30% del área Argentina es de primera. El remanente se trilla de julio en adelante, por lo que entraremos en una meseta para el ritmo de implantación.


Es importante observar que estos dos factores alcistas, el atraso de siembra en EEUU y la presión logística Argentina, son de corto plazo. Por eso son una invitación a vender. El problema es que los precios de julio en adelante no son tan interesantes.


Para cosecha nueva los precios regresaron a los 140 USD/tt abril que volvieron a generar ventas, ya que en este punto se cubren los costos de producción, aunque no sobra nada. Con el temor de que los derechos de exportación aumenten, y la dificultad para lograr estos valores para la cosecha 18/19, se dispararon ventas. Sin embargo viendo que los precios en Chicago muestran subas importantes para 2020 respecto del disponible, tomando diferenciales normales con Argentina tanto a nivel FOB como FAS, vemos que el cereal debería estar más cerca de los 150 USD/tt.   


Pasando al trigo, como venimos remarcando, si bien el ciclo 18/19 se caracterizó por una caída fuerte de producción en varios exportadores al mismo tiempo (Europa, Rusia, Australia y en menor medida Canadá y EEUU), esto finalmente no se tradujo en un mercado exportador activo para Norteamérica como el mercado esperaba. Por ello las subas de mediados de 2018 se perdieron el mes pasado, y los precios se normalizaron. Esto llevó los valores de trigo disponible a nivel local de los 220 a los 180 USD/tt.


Recientemente las perspectivas productivas para el ciclo 19/20 mejoraron. La condición de cultivos de trigo de invierno norteamericano mejora y están muy por encima del año anterior, y las perspectivas en Europa y el Mar Negro también son buenas. Esto llevó los precios de Chicago nuevamente a la baja, pero el disponible local logró separarse de esa tendencia. Los exportadores convalidaron precios en la zona de los 190 USD/tt, con molinos pagando precios incluso mayores.


Esta actividad de la exportación se debe a que si bien el programa de embarque es menor, se está concentrando en Brasil que tiene una capacidad de pago mayor. Incluso se han estado reportando negocios de nuevos a ese país. Sin embargo la posición comprada de la exportación revela que los mismos se prepararon para esto. El problema es la descoordinación entre las entregas y la llegada de buques. En muchos casos el trigo remanente está en poder de productores que lo tienen embolsado en los campos. Con el foco puesto en el maíz y la soja, resulta muy difícil que se destine tiempo y recursos a entregar trigo.


Los precios de cosecha nueva en tanto si van copiando mejor lo que pasa en el mercado internacional, y lentamente bajan. Como los valores aún son rentables, e incluso para quienes buscan los 170 USD/tt pueden encontrarlos con entrega marzo, vemos que se sigue estando a tiempo para sembrar.  

Comentarios