La producción de acero crudo correspondiente al mes de noviembre de 2019 fue de 357.500 toneladas, un 6.4% inferior a la de octubre de 2019 (381.800 toneladas) y un 21.6% menor a la de noviembre de 2018 (456.000 toneladas), según difundió en un comunicado la Cámara Argentina del Acero.
También cayó la producción de hierro primario, -1,9% que en el mes de octubre; los laminados terminados en caliente un -16% menos que el mes anterior y los planos laminados en frío cayeron un -11,1% de octubre a noviembre de este año.
La explicación de la caída continua en la industria siderúrgica está ligada a los sectores de la economía que consumen acero para el desarrollo de su industria.
La actividad de los diferentes segmentos, según la Cámara del Acero:
Segmento construcción: El nivel de actividad del sector se encuentra en un piso anual, después que fueron culminando las obras en marcha. No se avizora un repunte en el corto plazo y habrá que ver cómo evoluciona con las medidas que seguramente tomará el nuevo gobierno.
Sector automotriz: La producción de noviembre registró un baja del 14,9% respecto al mes anterior y tuvo un descenso del 26,4% con relación a igual mes del año pasado. Comparando igual período del año anterior se registró una baja del 32,7%. Los despachos a concesionarios en el mes de noviembre tuvieron una baja del 15,8%. Las exportaciones en noviembre tuvieron un descenso del 7,3% con relación al mes anterior.
Segmento de maquinaria e implementos agrícolas: Continúa la baja demanda que arrancó al inicio del segundo semestre, con valores de producción muy bajos y con comportamientos dispares dependiendo de los tipos de equipos.
Sector energético: Continúa la baja actividad en Vaca Muerta a la expectativa de la evolución de las decisiones del nuevo gobierno.
Sector de electrodomésticos: Continúan las operaciones realizadas por los planes “Ahora 12” y algunas promociones especiales en un intento de sostener la actividad. Las expectativas respecto a lo que sucederá con el mercado del trabajo en el corto plazo influye a la hora de decidir las compras de un electrodoméstico. Influyen en las decisiones el valor del dólar y la tasa de interés por su relación con la financiación.
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