La industria santafesina cayó 2,6% en 2018

El Instituto de Investigaciones Económicas de Fisfe informó que la caída de la actividad se produjo en importantes y numerosos sectores. Sólo se salvaron frigoríficos, lácteos y siderometalúrgica

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La industria santafesina finalizó 2018 con una baja del nivel de producción del 2,6% por abajo de la actividad registra en 2017. Así se desprende del análisis elaborado por el Instituto de Investigaciones Económicas de la Federación de Industriales de Santa Fe (Fisfe).

Este retroceso se fundamenta en la caída de la actividad en importantes y numerosos sectores, entre ellos: metalúrgico, automotriz, minerales no metálicos, químico-petroquímico, oleaginoso, calzado, madera y muebles, papel y cartón, edición e impresión, y caucho y plástico, "debido a los menores niveles de consumo interno manifestados en forma generalizada durante el segundo semestre del año", señala el relevamiento.

En cambio, la industria frigorífica, láctea y siderometalúrgica culminaron 2018 con mayor producción, en parte impulsada por sus mayores exportaciones.

"Luego de un inicio de 2018 con desempeño positivo, a partir del segundo trimestre se manifestó, con intensidad creciente, un claro proceso de disminución de la producción industrial", explica el trabajo sobre la evolución de la industria en Santa Fe.

En diciembre, la recuperación interanual de la producción en el complejo soja, en parte por el bajo nivel de comparación, moderó las fuertes bajas en minerales no metálicos y automotriz, entre otros.

La menor actividad económica (el estimador mensual marcó en noviembre una disminución de -7,5% interanual), la trayectoria decreciente del consumo (en noviembre las ventas de supermercados cayeron -12,5% interanual), y de la inversión (las importaciones de bienes de capital retrocedieron en diciembre -38%), deprimieron con notoriedad la actividad de la mayoría de las ramas fabriles en Santa Fe.

 La contracción del crédito al sector productivo junto con las persistentes altas tasas de interés (más de nueve meses) "coarta las posibilidades de sostenimiento y recuperación de los niveles de producción", cuestionan desde Fisfe.

De acuerdo a un reciente informe del Banco Central en diciembre de 2018, “todas las líneas de crédito registraron caídas”.

El saldo total de préstamos a personas jurídicas del segmento “pequeños y medianos emprendimientos” mostró durante el año 2018 un virtual estancamiento revelando la fuerte caída en términos reales.

Además, “la tasa de interés cobrada por los documentos a sola firma promedió 64,9%, mientras que la de documentos descontados alcanzó a 58,8%”.  

El índice de precios internos básicos al por mayor correspondiente a "Energía eléctrica" registró entre diciembre de 2015 y diciembre de 2018 un incremento del orden del +500%.

La demanda de energía eléctrica en diciembre de 2018 presentó una caída de -10,1% interanual. Todos los tipos de consumo presentaron menor demanda.

Para los primeros meses de 2019 fueron autorizados nuevos e importantes incrementos en la tarifa de la energía eléctrica, recreando expectativas negativas sobre esta problemática.

"La pérdida de empleo industrial muestra en los últimos meses una cierta aceleración interanual", indica el relevamiento.

Diez de un total de doce bloques mostraron menor uso de sus recursos. Los bloques sectoriales que en noviembre de 2018 presentaron niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al nivel general son: industrias metálicas básicas (88%), papel y cartón (76,1%), productos del tabaco (74,6%), refinación del petróleo (73,2%), productos minerales no metálicos (72,7%), sustancias y productos químicos (70%) y productos alimenticios y bebidas (63,5%). Los bloques sectoriales que se ubicaron por debajo del nivel general son: edición e impresión (56,1%), productos de caucho y plástico (51,6%), la industria metalmecánica (44,5%), automotriz (44,4%) y productos textiles (43,9%). 

"Tras las perturbaciones cambiarias registradas a partir de mayo de 2018 la configuración de precios relativos de la economía argentina resultó claramente desfavorable para el desarrollo y la rentabilidad de las actividades fabriles", apunta el informe.

Los precios mayoristas de numerosos insumos y servicios utilizados en la industria mostraron en 2018 un fuerte incremento: cereales y oleaginosas (+109%), bienes importados (+106%), petróleo crudo y gas natural (+105%) y minerales no ferrosos (104%).

Además, en 2018 el nivel general del índice de precios internos básicos al por mayor alcanzó una suba de (+76%) interanual, ampliamente superior al verificado en varias actividades fabriles presentes en Santa Fe. Por ejemplo: maderas aserradas (+35%), cueros curtidos (+36%), productos de panadería (+39%), lácteos y productos cárnicos (+44%), fundición (+45%), bienes de capital para la industria alimenticia (+51%), cerveza (+56%), productos de chocolate y golosina (+58%), productos metálicos para uso estructural (+65%), y muebles y colchones (+66%). Resulta visible el desfasaje perjudicial entre la suba de costos y los precios.

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