La dura batalla por conseguir acero

Aunque de a poco empezó a aparecer, sigue habiendo poco de este insumo imprescindible para las metalúrgicas. Cuáles son las razones

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A la hora de explicar por qué falta acero y otros insumos claves para las empresas metalúrgicas sobran las razones, que van desde mermas en la producción por conflictos sindicales, hasta la mera especulación, pasando por las complicaciones derivadas de las restricciones por la pandemia.

Esgrimiendo “conflictos internos” y pérdida de competitividad, Arcelor Mittal anunció en mayo que reduciría a la mitad la producción de la planta de Acindar de Villa Constitución. La medida no hizo más que agravar la tensa relación que mantiene con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), y redundó en una caída importante de la producción tanto en esa planta como en la de San Nicolás. A esto se suman las demoras que generó la decisión de la compañía de traer parte de su producción de Brasil, y tercerizar ciertas tareas.

Sin embargo ya para comienzos de agosto se fueron limando asperezas, y hacia mediados de mes se retomó el trabajo habitual. “Teóricamente ahora debería empezar a normalizarse la provisión de acero laminado porque están trabajando a pleno”, manifestó Sergio Vacca, de Proind Ingeniería. Sin embargo llevará tiempo aceitar nuevamente todo el circuito, ya que recién ahora empezará la reposición de los centros de servicios.

Hubo mucha compra de chapa para dolarizar activos"

“Los centros de servicios habían reducido mucho el stock para no tener tanto capital inmovilizado, y ante una pequeña suba en la demanda, se quedaron sin material. En este momento lo están reponiendo, algunos deciden guardarlo por si viene una devaluación y otros lo venden más caro”, explicó. Es que en el medio los precios subieron entre un 4% y un 8% en dólares, sin embargo no son pocos los que especulan con que el incremento será mayor en breve, y por eso retienen los insumos, desabasteciendo a toda la cadena. A su vez están los que compraron de más como una forma de dolarizar sus activos por la cotización de este material a precio internacional.

Paralelamente, también se registraron conflictos por reducción de personal en el Grupo Techint, que maneja a Siderca, proveedora de chapas, lo que amplió el abanico de materiales faltantes. La situación de a poco también se va acomodando, pero llevará tiempo normalizarse del todo. “Cuando se retomó la producción faltaba acero, alambre, caño de cobre, tornillo, de todo. Uno entiende que encender de nuevo las maquinarias tiene una inercia que se traduce en falta de stock por un tiempo, y que muchas empresas estaban cerradas en Buenos Aires y no podían hacer envíos”, dijo Roberto Lenzi, titular de la Asociación de Industriales Metalúrgicos, y deslizó que también puede haber habido alguna compra especulativa.

“También es cierto que nadie tiene suficiente capital para stockearse demasiado, porque -por ejemplo- el precio de la chapa subió 20%”, aclaró y agregó: “Al principio se podían perder varios días por faltante de material, ahora por ahí se pierde una mañana y a la tarde te llega”, cerró.

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