El Ejecutivo municipal rosarino avanza para tener listo en los próximos días la posibilidad de emitir deuda mediante Letras, por hasta 500 millones de pesos como fue autorizado por el Concejo, y avanza en la negociación para colocar un bono a los proveedores que tienen acreencias con el Estado local. Este título se apunta a que pueda ser transferible, en sintonía a los esquemas implementados ya por otros distritos como Ciudad de Buenos Aires y Córdoba.   

Para la emisión de Letras sólo resta el último visto bueno del Ministerio de Interior, encabezado por Wado De Pedro, y posteriormente por el gobierno de Omar Perotti, quien rubricó el martes un decreto para la emisión de deuda por unos 6.000 millones de pesos también para cubrir deuda con acreedores.

Según pudo confirmar Ecos365, en la gestión de Pablo Javkin existe la confianza que en los próximos días podrán salir al mercado.

En tanto, las conversaciones para la colocación de un bono a proveedores avanza y habría predisposición de los acreedores de alcanzar un acuerdo por pasivos previos a la asunción de Javkin.

Vale recordar que al momento de asumir, la gestión de Javkin señaló que recibía una deuda flotante de unos 1.200 millones de pesos, junto con un stock de deuda consolidada cercano a los 4.000 millones. El monto del acuerdo sería semejante al de la deuda flotante.

El escenario económico es complejo y por eso habría voluntad por parte de los acreedores de sellar un acuerdo con un títulos de deuda transferibles. 

La cuarentena para morigerar el impacto del Covid-19 tiene su impacto en los ingresos y en los gastos. De allí que el gobierno local decidiera avanzar con la emisión de deuda.

El municipio de Rosario registró en abril una caída de los recursos del orden del 25% respecto a marzo pasado. Traducido, entre ingresos propios y coparticipación, significaron 440 millones de pesos menos que en el tercer mes del año, sin incluir el efecto inflación. De los cuales unos 300 millones de pesos menos de ingresos corresponden a ingresos propios y otros 140 millones en concepto de coparticipación.

Desde el equipo económico que conduce Diego Gómez son cautos con las estimaciones de ingresos para mayo y más aún a la hora de establecer proyecciones para 2020. Existe la preocupación por lo que pueda ocurrir con los ingresos federales, principalmente en IVA, dado el parate generalizado de la mayoría de las actividades económicas en abril por la cuarentena.

Sin embargo, la reciente reapertura de los locales de cobro mostró en los últimos días una mejor performance que en abril en el pago de la Tasa General de Inmuebles (TGI). Se verá durante la segunda quincena de mayo más concretamente la evolución del pago del Derecho de Registro e Inspección (Drei), que expresa el pulso de la actividad económica.

También existen interrogantes acerca de los fondos que puedan finalmente llegar de Nación, relacionado con del reparto de los 60.000 millones de pesos en créditos del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, para los que estableció unos parámetros de distribución que, a priori, podrían favorecer preferentemente a la provincia de Buenos Aires.

También está pendiente de resolución el rol que cumplirá el Ejecutivo nacional en materia de subsidios para la resolución del conflicto del transporte urbano de pasajeros, que está desde hace tres días de paro y que se extiende cada vez a más ciudades del interior del país.

De momento, la relación entre los tres niveles de gobierno en materia de gestión económica "viene siendo buena", admitieron las fuentes consultadas en el marco actual de escasez de recursos.