El polo industrial de línea blanca en la región de Rosario, que es el más importante de la Argentina, intenta buscar alternativas para mantener las fábricas en actividad y salir adelante después de uno de los peores años de las últimas décadas. Las caídas de las ventas en 2018 se ubicaron entre el 14% y 66%, según el producto, lo que obligó a todas las firmas reestructuraciones de personal -algunas de ellas podrían ampliarse en los próximos días- y a intensificar estrategias para afrontar la competencia y tratar de encontrar nuevas opciones dentro y fuera del mercado doméstico.

Consultado sobre las estrategias empresarias para sortear la crisis y las medidas que harían falta para revertir el panorama, el titular de la firma Briket, Roberto Lenzi, señaló apuntó que "el esfuerzo que hacemos dentro de la planta requiere también de medidas que se toman fuera de la fábrica, que no dependen de nosotros". 

"Como hicieron muchos colegas, nosotros nos actualizamos con tecnología de punta. Hoy trabajamos con insumos ecológicos, que no atacan la capa de ozono, ni producen efecto invernadero. Además, incorporamos a todos nuestros productos motores con eficiencia energética optimizados llamados Inverter. Estamos en ese tema a la altura de otros países del mundo, pero lamentablemente no así en los costos. En algún momento logramos ser más competitivos para exportar y le vendíamos a Uruguay, Paraguay y Bolivia. Hoy no lo estamos haciendo”. 

Gustavo Camargo, gerente de ventas de Bambi, otra histórica fábrica de heladeras rosarina, que produce con marca propia y también equipos a fazón para las tiendas de retail, consideró que "nuestro deber es ser optimistas de cara al futuro y aprovechar estos tiempos para disponernos para los buenos. A mediano plazo, todos tratamos de tener un pedacito mayor de mercado".

Y en ese sentido, Camargo consideró que frente a "la escasa demanda, la oferta deberá ser de calidad", aunque reconoció que este año "la participación de los productos de bajo precio seguirá ocupando la mayor parte de la venta, y por ende de la producción".

Sebastián Schmid, gerente comercial de El Dorado, la empresa que adquirió hace varios años la tradicional marca Inelro y fabrica exhibidoras en la localidad de Salto Grande, apunta en diálogo con ECOS365: “La verdad es que 2018 fue un año olvidable. Y que los primeros días del año arrancaron igual, con la demanda planchada".

"Pero nosotros de todos modos, no frenamos inversiones. El objetivo principal es mejorar productividad, integrar procesos y mejorar costos. Vamos por nuevos equipamientos y más tecnología, con ecología, cuidado del medio ambiente y eficiencia energética como pilares. En este contexto, no podríamos decir qué producto puede andar mejor, pero la expectativa es al menos mantener volumen respecto de 2018 y hacernos más eficientes”, detalló Schmid.

En este marco, también hay planteos al Estado a la hora de hacer los costos. Lenzi, como presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario (AIM) y de la Cámara que agrupa a los fabricantes del sector a nivel nacional (CAIRAA), planteó que la necesidad de que "Nación, provincia y municipio actúen en forma integrada. Por ejemplo, para mejorar las políticas impositivas. Hay tributos que se superponen, valores elevados en fletes, atraso en materia logística, entre las cosas a resolver. También convenios multilaterales de ingresos brutos, o el hecho de que se cobra el Drei en diferentes municipios y después, cuando queremos exportar, tenemos retenciones”.

A pesar de las dificultades, Lenzi brinda un panorama con más optimismo sobre lo que puede venir. “Es que los industriales nunca bajamos los brazos, es nuestra naturaleza. Hace años que estamos en esto, más de seis décadas en nuestro caso. Hemos pasado todas las crisis y aprendimos a adaptarnos. La situación macroeconómica espero que pueda revertirse un poco en la segunda mitad del año, cuando se vuelquen al mercado divisas de la cosecha y, esperemos, se haya podido domar la inflación como también el sector bancario disponga de  tasas más accesibles".

"Recuerdo lo que nos pasó después de 2001 y entiendo que mucha gente se vio obligada a restringirse en sus gastos y así retrocedió la demanda. Pero espero que más adelante pueda haber alguna capacidad de ahorro y que cuando se supere lo peor de la crisis, se recupere el consumo y haya mayor renovación de electrodomésticos. Tengo esa expectativa, que con algunos meses de más estabilidad, los que estemos parados con un buen producto, podamos levantar nuestra situación como lo logramos en otros años”, agregó Lenzi.

En este contexto, fuentes sindicales afirmaron a ECOS365 que en los últimos meses se dieron retiros voluntarios en Electrolux (Gafa) va Bambi, Briket e Inelro, las cuatro plantas de la región, pero que se trató en todos los casos de buscar acuerdos para evitar la conflictividad y mantener las fábricas en actividad. "Mientras el mercado no repunte, es ilógico producir más de lo que se vende. Pero la idea es que los procesos de reestructuracion se hagan mediante absorción de horas o adelanto de vacaciones, sin reducir planteles, en lo posible", afirmaron.