Grandes desarrolladoras están a favor de la reglamentación de eficiencia energética en Rosario

Luego de que un grupo de pymes constructoras cuestionara la reglamentación actual por ser “muy exigente”, otras firmas consideraron que Rosario está “en el camino correcto”

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Luego de que un grupo de pymes de la construcción cuestionara la reglamentación actual en eficiencia energética -puntualmente el caso del certificado higrotérmico- por ser “muy exigente y generar costos innecesarios”, algunas firmas desarrolladoras consideraron que es necesario. Desde la empresa Pecam afirmaron que “las exigencias de la ciudad son modelo y están adelantadas al resto del país”.

Pablo Gagliardo, uno de los titulares de Obring, está de acuerdo con la normativa y cree que “hay que cambiar un poco la cabeza para alcanzar modelos más sustentables”, en ese sentido, ejemplificó que se puede renunciar a algún método de construcción pero hay opciones al doble vidrio, y que “si bien puede tener un mayor costo, es importante el beneficio en sustentabilidad” . Por otro lado, considera más importante hacer énfasis en los costos de los servicios como gas y agua.

Ivan Bergallo, coordinador general de desarrollos inmobiliarios de Pecam, considera que “como toda norma es perfectible”, pero que la ciudad está “en el camino correcto” en relación al marco regulatorio y que “está marcando un diferencial respecto de otras ciudades”.

 “Tiene que ser exigente y progresiva para abarcar la mayor cantidad de obras posibles”, consideró.

Bergallo consideró que el cálculo de la temperatura solicitada en el certificado “es exigente, pero es básico porque hay que volver a construir como se hacía antes, cuando había muros importantes y las casas eran eficientes”.  Afirmó que a medida que se empezaron a aprobar el uso bloques y revoques más finos, sin capas de aire en la estructura, comenzaron los inconvenientes.

“Cualquier proyecto que tenga en cuenta una mejora en ventaja energética, tiene que nacer desde el propio proyecto”, consideró Bergallo. Y como ejemplo mencionó los grandes ventanales de vidrio que cada vez se acostumbran más y que “no son doble vidrio ni el tipo de abertura que corresponde”. Y, si bien cumplen una función estética, para el futuro usuario “sería un problema refrigerar o calefaccionar esos ambientes porque tendría que gastar muchísimo dinero, sin poder encontrar otra solución”. Por eso el coordinador general de Pecam precisó que “los profesionales deben trabajar para que eso no ocurra”.

“Hoy hay materiales que son totalmente deficientes desde el punto de vista térmico y no son más caras las paredes terminadas, hay que sacarse ese miedo de encima”, afirmó y agregó: “Requiere de un estudio proyectual anticipado y meticuloso”.

Bergallo considera que los cálculos biométricos podrían requerir “algún ajuste”, así como incorporar nuevas tecnologías, pero que la ciudad está en el camino correcto respecto del marco regulatorio.

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