Escenario post China: qué negocio le espera al mercado ganadero

El abrupto corte que impuso China en sus compras poco antes de finalizar el año pasado obliga a la cadena a repensar el negocio tal como se venía ejecutando. ¿Vuelve el consumo local?

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El abrupto corte que impuso China en sus compras poco antes de finalizar el año pasado obliga a la cadena del mercado ganadero a repensar el negocio tal como se venía ejecutando. Hay una gran expectativa por parte de los frigoríficos exportadores de la reactivación de las importaciones. Sin embargo, desde Rosgan analizan que el mercado local puede proyectar una recuperación de los niveles de consumo dentro del mediano plazo y la vaca "volvería a encontrar su canal". 

La política de corte de China parecía una estrategia temporal, pero hoy reina una gran incertidumbre. Además, según analizan desde Rosgan, la propagación del coronavirus coloca a China en el centro de lo que ya algunos vislumbran como inminente crisis recesiva, de impacto mundial.

El nivel de actividad industrial de los principales proveedores ha marcado una fuerte desaceleración en el último mes. En Argentina, de acuerdo a los datos que acaban de conocerse para el mes de enero, la faena total registra una caída de hasta 6 puntos respecto del mes de diciembre. Con una participación de las vacas que representa una caída del 18% en comparación con el mes previo, en un momento en que la curva debía comenzar a recuperarse ya que el sector exportador había acumulado stock. 

Durante gran parte del 2019, la exportación de carne vacuna a China fue el "gran negocio", según el análisis de Rosgan, "no solo para la industria exportadora que encontró en esta categoría una mercadería de alta liquidez y margen, sino también para el productor ganadero que, ante un contexto de baja rentabilidad y escasa financiación, halló en la vaca una fuente deingreso que ayudó a recomponer su ajustado balance". 

Fue así que la proporción de vacas que llegaron a faena durante el 2019 volvió a ubicarse en un promedio de 20 puntos, nivel máximo visto en el año 2009 en un entorno de aguda liquidación, explican desde Rosgan. 

Elaborado por Big River / Rosgan.

Como puede verse en el gráfico, la faena de vacas suele mostrar una marcada estacionalidad: un pico durante el segundo trimestre del año, una vez realizado el grueso de los destetes y un piso al ingresar al verano. 

Durante 2019, ese pico estacional se vio exacerbado por la demanda china que comenzaba a mostrar su insaciable necesidad de compra. A su vez, el piso de esa curva se registró de manera anticipada a lo que marcaba su propia estacionalidad. Para el mes de octubre la participación de vacas en la faena caía al 15% y, en paralelo, las exportaciones a China alcanzaban su punto máximo, con más de 73 mil toneladas embarcadas en un mes. 

"Este comportamiento representaba la fenomenal aspiradora de China por ese entonces que, habiendo comenzado a secar anticipadamente la oferta de vacas, seguía abasteciéndose de otras categorías", señala el informe.

Sin embargo, en la actualidad la hacienda está pudiendo ser asimilada en parte a través de otros mercados de exportación pero fundamentalmente en el consumo local.

"Este último es sin dudas una pieza clave dada la mayor capacidad de absorción que ofrece respeto de otros mercados, que naturalmente también se verán sobre ofrecidos por el resto de los proveedores que ya no están pudiendo ingresar a China", explican desde Rosgan.

Por ello apuntan a una reactivación del consumo nacional, con perspectivas de baja de inflación proyectadas para los próximos meses, sumado a un tipo de cambio relativamente estable y al fuerte sostén que desde el gobierno se intenta dar los ingresos de las clases más vulnerables, para buscar un "marco propicio" en la recuperación de los niveles de consumo de carne. 

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