En un año, las ventas de Starbucks en Rosario cayeron más del 50%

Así lo señaló un ejecutivo y destacó que, pese a la caída, la atención mediante take away les permitió mejorar un poco el nivel de ventas  

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El jueves por la mañana, trascendió una noticia que informaba que el grupo Alsea, propietario de marcas como Starbucks Coffee y Burger King, preparaba su retirada del país, aguardando a que apareciera un comprador para venderle sus operaciones. Horas después, la empresa lanzó un comunicado donde desmintió estar versión, afirmando que si idea era quedarse y consolidar su presencia en el mercado nacional.

Sin embargo, la idea de una posible salida de Argentina no resulta descabellada en un contexto donde muchas compañías internacionales decidieron emprender su retirada en los últimos meses, en medio de una gran incertidumbre económica y crisis por la pandemia. A las aerolíneas Latam, Qatar Airways, Emirates Airlines, se suma la partida de la deportiva Nike, que vendió sus operaciones al Grupo Axo y la de Lime, compañía estadounidense de monopatines. La última en sumarse a la lista fue Falabella, que anunció su retirada y está en proceso de vender sus operaciones.

En un contexto de suba contante de precios, caída en las ventas y dificultad para importar, muchas marcas vieron perjudicadas sus operaciones y a pesar de que Starbucks seguirá presente en el país, Ecos365 se contactó con uno de los ejecutivos de la marca en Rosario para conocer cómo viene siendo el esquema de funcionamiento de los locales y qué impacto tuvo la pandemia en la estructura del negocio.

“Hoy en día estamos vendiendo menos de 50% que en el mismo período del año pasado. La situación obviamente no es buena”, señalo el gerente de una de las sucursales que prefirió mantenerse anónimo. La firma tiene cuatro en la ciudad, una ubicada en la esquina de Córdoba y Oroño, y tres en los shoppings Del Siglo, Alto Rosario y Portal.

Según precisó, antes de que el gobierno provincial avanzara con las restricciones, la cadena de cafeterías había logrado mejorar los números en Rosario gracias a la apertura de sus locales y a la atención por medio del take away. Pero tras las últimas disposiciones, solo pueden trabajar con delivery y esto llevó a que las ventas volvieran a caer.

En proceso de achicarse

En mayo pasado, Alsea había dado señales de que los números no venían bien cuando decidió cerrar 13 de sus locales en la ciudad de Buenos Aires. De este número, cinco pertenecían a Burger King y ocho a la cadena de cafeterías. La compañía buscaba de esta forma mantener la sustentabilidad del negocio.

Pero este retroceso no empezó con la pandemia, sino que se remonta al último trimestre del 2019. En ese entonces, el responsable de la sucursal de Starbucks en Rosario contó a Ecos365 que recibieron un comunicado de la compañía donde les informaban que no iban a avanzar con la apertura de nuevos locales para destinar recursos a ayudar a aquellas sucursales que venían con un mal desempeño. Si bien esta medida estaba pensada solo por unos meses, con la llegada de la pandemia los tiempos se extendieron.

Incluso desde la firma se barajó la posibilidad de cerrar el local del Portal, por ser el shopping con menos flujo de público. A pesar de que hoy en día la sucursal permanece cerrada ya que el espacio no cuenta con la habilitación para realizar delivery de gastronomía, el local continúa contemplado dentro de la estructura de la marca.

“A pesar de la caída en las ventas y de la mala situación en general, en Rosario no hubo cambios. No se cerraron locales ni se despidió gente, tengo entendido que en Buenos Aires hubo algunos reordenamientos internos, pero no así acá”, indicó el gerente y agregó que desde que empezó la pandemia se buscaron alternativas como sumar alianzas con empresas de delivery como Glovo en Rosario y también Rappi en el mercado bonaerense.

El tema dólar

El aumento del dolar suele impactar en la cadena de costos de jugadores internacionales como Starbucks  que suelen sustentar sus negocios, en gran medida, con insumos y máquinas importadas. Esos aumentos terminan por reflejarse en el precio final de los productos de venta al público.

Sin embargo, en el caso de Starbucks, hace ya varios años la firma inició un proceso para nacionalizar parte de los artículos e insumos con los cuales trabajan. Fueron las dificultades para importar en ese entonces las que la llevaron a tomar la decisión de dejar de depender del mercado externo lo máximo posible.

Por ejemplo, mientras que al principio los vasos que usaba la cadena se importaba, hoy los mismos son de producción nacional. La comida también se produce en el país, específicamente en Buenos Aires, desde donde se reparte a todas las ciudades donde la marca tiene presencia. En el caso del café, todos las variedades que trabajan son importadas debido a la calidad en la fabricación de este producto en el exterior.

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