El primer delivery de postres de Rosario cumple dos años

El Batidor tiene la culpa es el proyecto que surgió bajo la idea de “saciar un antojo de dulce nocturno y que este llegue a la puerta de tu casa”. Luego de dos años de trabajo, consideran que la demanda se mantiene estable

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El primer delivery de postres rosarino, “El Batidor tiene la culpa”, cumplió dos años de servicio en el mes de marzo. Actualmente, el emprendimiento realiza un promedio de 150/200 pedidos diarios que repuntan en el invierno. La idea surgió a raíz de una charla entre amigas sobre la necesidad de saciar antojos nocturnos de dulces y que estos lleguen a la puerta de tu casa.

Apenas arrancaron con la iniciativa, eran sólo dos personas: Vanesa Blengino y Eugenia Bertello (ambas estudiantes de cocina y gastronomía), y sus primeros clientes fueron amigos y conocidos. Según cuentan las emprendedoras, el primer domingo en que trabajaron no vendieron ni un postre. Sin embargo, continuaron apostándole a la idea y el número de clientes aumentó semana a semana.

“Ese crecimiento, un tanto rápido, hizo que modifiquemos varias cosas: dejar nuestro trabajo en relación de dependencia para dedicarnos al cien por ciento, armar una página web para gestionar mejor los pedidos, mudarnos a un lugar de producción más amplio y, fundamentalmente, ampliar el equipo de trabajo”, explicó Eugenia. 

En la actualidad, son entre 15 y 18 personas las que colaboran con el proyecto, entre los que se incluyen ayudantes de cocina, cadetes, community manager, fotografos, contadores y personal de asesoramiento bromatológico.

En relación al hecho de sostener un emprendimiento con la situación económica actual, las emprendedoras explican que en muchos casos tuvieron que absorber algunos costos para no trasladarlos de manera brusca al cliente. “Como estrategia para combatir la inflación, tratamos de generar acuerdos con nuestros proveedores para que nos mantengan el precio de la materia prima y también para tratar temas de planes de pago”, agregó Eugenia. De todas maneras, consideran que la demanda se mantuvo estable.

Su principal público continúa siendo el de jóvenes estudiantes, entre 18 a 30 años y que residen en el centro de la ciudad. Eugenia confiesa que no lo eligieron estratégicamente, sino que los jóvenes eligieron al Batidor cuando comenzaron a hacer publicaciones en Facebook e Instagram. Los jóvenes estudiantes fueron “el público que más rápido lo captó”. En ese sentido, hoy se preocupan por seguir en contacto permanente con sus clientes, publicando novedades y generando interacción, mediante sorteos, encuestas y juegos.

En la web de www.elbatidortienelaculpa.com pueden verse las opciones de postres a pedir, cuyas variedades incluyen: Cheesecake de oreo con dulce de leche, Batidúo, Chajá de durazno, Lemon Pie, Tiramisú, KitKat Boom, Turrón culpable y, la más solicitada, Chocotorta. Además, tienen tres opciones sin TACC: Chocotorta, Tiramisú y Lemon Pie; y una vez por mes lanzan postres inéditos de edición limitada. Los precios se manejan en un rango de $135 a $175 y el envío no tiene costos.

En los primeros meses del proyecto, El Batidor tuvo relación con el Club de Emprendedores, asegurando que fueron “buenos consejeros y asesores” para ayudarlas a comenzar. “Como en todo club, generamos contacto con otros emprendedores con los cuales seguimos relacionados”, sostuvo Eugenia. Y agregó: “Teniendo muchos contactos, siempre alguno puede ser de ayuda”.

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