El presidente madridista, Florentino Pérez, presentó el estadio Bernabéu del siglo XXI, que va a adquirir un nuevo perfil financiero de la mano de las entidades que van a aportar los multimillonarios recursos destinados al nuevo Estadio del Real Madrid.

Los títulos de deuda que asumirá el club por el monto de 575 millones de euros ya están distribuidos entre JP Morgan y Bank of America Merrill Lynch. Los dos bancos de inversión han colocado los llamados ‘Bonos Bernabéu’ entre grandes instituciones de inversión y compañías aseguradoras de Estados Unidos, entre las que destaca el fondo de pensiones de Milwaukee, en Wisconsin.

Este año el Real Madrid ha vuelto a situarse como líder mundial por ingresos de acuerdo con la Football Money League que elabora la consultora norteamericana Deloitte.

La llegada de las inversiones por parte del mercado estadounidense compensan, en materia económica, lo que en el área deportiva fue una temporada de transición, sin títulos en España ni en Europa. 

El presidente señala que la nueva casa de la entidad debe convertirse en el principal polo de atracción turística en Madrid y aportar 150 millones adicionales de ingresos sobre los 750 contabilizados en el último año por el club. Sobre este importe se estructuran las garantías para los bonistas ya que la deuda de 575 millones no tiene respaldo hipotecario, sino que será rentabilizada con los ingresos comerciales que se obtengan con el futuro estadio.

Las obras se iniciarán dentro de un par de meses y estarán terminadas, según previsiones, para el comienzo de la temporada 2022/2023. El máximo responsable de la entidad ha dejado muy claro que la proyección de futuro del club depende ahora del nuevo Bernabéu como una especie de ícono y fuente de financiación que permitirá al Real Madrid mantener su nivel competitivo frente a los grandes capitales que están irrumpiendo en el mundo del fútbol.

El Real Madrid pretende disponer de una instalación que albergue no sólo partidos de fútbol sino todo tipo de espectáculos capaces de multiplicar los ingresos, cada vez más importantes para las grandes marcas deportivas. El club trata así de homologar sus laureles deportivos con una escalada de ingresos financieros.

De este modo, el equipo lleva varias campañas trabajando el desarrollo de su imagen, que además de aportar interesantes beneficios para las arcas del club, han ido cultivando un ‘equity story’ capaz de atraer primero la atención y luego la aportación directa de los grandes bancos y entidades de inversión expertas en la financiación del mundo del deporte en Estados Unidos.