El epicentro del brote en China vuelve a encender motores

El gobierno de Hubei anunció la reapertura de fábricas y comercios vitales para la economía. El gobierno chino sostiene que la propagación mundial podría terminar en junio. Se registran menos contagios en Wuhan

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Mientras en el resto del mundo se multiplican las cuarentenas y restricciones, y las calles italianas quedaron desiertas, el primer foco de la pandemia, la provincia china de Hubei y su capital, Wuhan, volverán a cobrar vida con la reanudación de la actividad económica.

Las autoridades de Hubei anunciaron que las fábricas, procesadoras de alimentos y otros negocios vitales para la economía china pueden reanudar sus operaciones, todo con la venia de Pekín y la confianza en que las medidas de contención del Covid-19 están dando frutos, según celebró esta semana el presidente Xi Jinping.

Los líderes chinos están tratando de revivir la actividad económica luego de paralizar prácticamente la producción, los viajes y otros sectores con medidas sin precedente de contención.

El objetivo es "acelerar el restablecimiento de la economía y el orden social, de una forma compatible con la prevención de la epidemia", dijo el gobierno provincial en un comunicado. Las empresas que reabran tienen que tomar medidas "para controlar la epidemia", examinar a los empleados en busca de síntomas del virus y mantener desinfectados los sitios de trabajo.

Además, en Wuhan por primera vez se registró un aumento de menos de 20 contagios desde que comenzó el brote a finales de 2019, según informó hoy un responsable sanitario chino. "No se contabilizaron nuevos casos en otras localidades de la región durante cinco días consecutivos", explicó a la prensa, Mi Feng, un responsable del Ministerio de Sanidad, informó la agencia DPA.

China, donde se originó la enfermedad, dijo que su epidemia había alcanzado su punto máximo y que la propagación mundial podría terminar en junio si otras naciones aplicaran medidas de contención igualmente agresivas como el gobierno comunista de Beijing.

Según los nuevos anuncios, se reducirán paulatinamente los controles que hicieron que la mayoría de los habitantes de Wuhan y las ciudades cercanas permanecieran en sus casas durante siete semanas para permitir que la gente vuelva al trabajo, pero de todos modos se mantendrán férreos controles del movimiento de la gente.

Las fábricas que están reabriendo producen baterías, medicamentos, partes para aparatos de telecomunicaciones y licores. También se suavizaron los controles en otras partes del país de bajo riesgo, pero siguen en vigor las restricciones a los viajes y otras actividades.

Si bien muchas fábricas reanudan la actividad, es previsible que las automotrices y otras plantas no normalicen su producción a corto plazo debido a una interrupción en el suministro de partes. No se permitirá por ahora la reapertura de cines, peluquerías y bares, "hasta que la situación sea resuelta", señaló el comunicado oficial.

El vocero de la cancillería china, Geng Shuang, expresó la confianza del gobierno en Pekín en que el impacto del virus en la economía china sea solo temporal.

"Las condiciones que facilitan el desarrollo de alta calidad de la economía china no cambiaron. Con los recientes progresos que hizo China en la prevención y el control a nivel nacional, industrias vitales, incluidas empresas de capitales extranjeros y otras compañías grandes reanudaron los trabajos", afirmó.

(Agencias AP, AFP y Reuters)

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