La aceleración de la inflación, la desconfianza en el programa monetario y un día negro para las monedas emergentes, provocó que el dólar ayer miércoles alcanzara un nuevo récord, al borde de los $45. La mayor preocupación fue la fuerte aceleración de la demanda: el volumen operado creció 30%. El Banco Central continuó con la misma receta: subió la tasa al 68,2% pero igual la moneda estadounidense escaló por octavo día consecutivo.
En Rosario, en casas de cambio cerró a 44,50 pesos y a 44,90 en el Banco Nación.
El presidente Mauricio Macri buscó ayer en Córdoba desdramatizar el escenario actual: "Nadie la tiene fácil en el mundo", dijo, pero lo cierto que una vez más la moneda argentina fue la más golpeada, sólo superada por la lira turca. En Argentina el tipo de cambio subió 2,9%, en Brasil avanzó 1,5%; y en México, 1,4%.
El Banco Central volvió a reaccionar con una nueva suba de tasas. Entre las dos subastas diarias, el rendimiento de las Leliq quedó a un promedio de 67,7%, seis décimas más que el martes. Pero en la segunda compulsa el promedio fue todavía más elevado: 68,2%.
El gobierno nacional se esperanza con los dólares del agro y que las subastas diarias de u$s60 millones que realizará el Tesoro podrá enfrentar la creciente dolarización preelectoral.
Pero los analistas relativizaron su eficacia en caso de una corrida.
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