La falta de agua y el calor de una semana bastaron para que el daño aumente en forma exponencial en el sur de Santa Fe, donde la soja de segunda ya sufre pérdidas irremediables. "Pasaron de muy buenas condiciones a secarse los lotes", explica el informe de la Bolsa de Comercio Rosario (BCR).
Al principio eran zonas con plantas secas pero pasaron a ocupar entre un 10 a un 50 por ciento del lote, explican los técnicos. Las zonas más perjudicadas son las de Pujato, Bigand y Santa Teresa. Pero las lluvias fueron muy erráticas en los alrededores de Rosario, Cañada de Gómez y también en una franja del este bonaerense que llega a Rojas o Colón con el agravante de que no recibieron agua en la tormenta anterior.
En esta gran zona está la mayor parte de los 85 mil ha de soja de segunda en condiciones malas y las 340 mil ha regulares, por lo que el panorama hace que se esperen pérdidas totales.
Si bien en los alrededores de Rosario hubo lluvia, para muchos lotes fue tarde, por lo que -sumado al golpe de calor- se encontraron cuadros con pocas reservas desencadenando en poco tiempo un daño grave.
La condición de lotes es muy buena a excelente en el 35% y buena en el 40%. Se estima para el área un rinde promedio que va de 30 a 35 quintales por hectárea para la soja de segunda, explica el informe.
Además, el golpe también cayó en las sojas de primera en esa área dejada de lado por las lluvias y en muchos lotes estiman ahora un rinde promedio de 35 quintales.
Al alejarse del este la situación mejora. Las sojas de primera afirman rindes de 40 quintales por hectárea o más, incluso se estiman rindes de 45 a 50 qq/ha. "A pesar de las lluvias de esta semana, hay un 10% de la soja de primera que no logra despegarse de la condición regular", explica el informe. El resto se reparte entre las condiciones excelentes a buenas.
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