El Banco de Alimentos Rosario (BAR) trabajaba con 188 organizaciones hace un año, ahora el número se elevó a 340 que requieren comprar mercadería allí, es decir, un 80% más. Santiago Ramos, el presidente de BAR informó que los padrones propios de las organizaciones también aumentaron. El padrón real “no formal” de la cantidad de organizaciones sociales en Rosario alcanza alrededor de 800 entidades.

Desde BAR no llegan a cubrir el total de las actividades de las organizaciones con las que trabajan pero aproximadamente alcanzan un 70%. Entre ellas se cuentan organizaciones sociales, comedores y merenderos, entre otros.

Ramos señala que desde 2008, año en que se fundó BAR,  tienen “lista de espera” y si bien actualmente hay un contexto “más marcado y profundo”, sostiene que el hambre es un problema estructural, por eso lo que ven en su trabajo diario es que “los índices escalan, pero es una constante”.

Un problema que insiste en resaltar es que, según datos oficiales, en Argentina “se tiran 16 millones de toneladas de alimentos aptos para el consumo al año”. En ese sentido, el incremento en la cantidad de organizaciones que pudieron contemplar tiene que ver con la aprobación de la modificación en la ley Donal, hace aproximadamente un año, que les permitió hacer donaciones a más empresas al “limitar la responsabilidad del donante”.

“Hoy por hoy el contexto nos moviliza a tener una mayor gestión y estar un poco más preocupados y activos”, señaló Ramos. “Pero siempre nos movilizó el desperdicio de alimentos”, amplió.   

Actualmente tienen un padrón de casi 200 empresas donantes que “dependen de la volatilidad del mercado”, mientras que desde el BAR buscan alimentos aptos que hayan perdido valor comercial por alguna falla estética o de condición de publicidad para el mercado.

Ramos indica que están buscando otro marco regulatorio en relación a la donación, que tiene que ver con el “beneficio fiscal”, y ejemplifica que, si una empresa dona un producto mal finalizado, recibe en compensación un 5% por parte del Estado, mientras que, si se decomisa, es decir, se quema ese producto, reciben un 21%. “Hay que darle un mejor marco a la situación”, explicó.  

“Todos los índices relacionados con la inseguridad alimentaria son escalofriantes”, aseguró. “En Argentina se muere una persona cada 10 horas por desnutrición”. En ese sentido, remarcó que desde BAR “no quieren comprar alimentos, sino que no se tiren”.

En Argentina hay Bancos de Alimentos desde 2001, en total 23 en el país, mientras que el BAR funciona desde 2008. Hay más de 800 bancos de alimentos en todo el mundo.

Desde BAR sostienen que su fortaleza es que “por cada peso que se recupera desde la organización, se le devuelven $13 a la sociedad”. El kilo de comida seco en el BAR está $4, mientras que el fresco $7, de modo que “por $7 se pueden comprar, por ejemplo, 13 yogures”.

Ramos destaca que la contribución en Rosario es “la más baja del país” pero que optaron por no subirla en los últimos dos años, entendiendo la dificultad económica que se atraviesa en la actualidad, con mayores situaciones de emergencia.