El gobierno nacional decidió que el impuesto para las compras en el exterior será del 30% en vez del 20% como había trascendido inicialmente. “La medida apunta a dinamizar el turismo local”, señaló en declaraciones radiales el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y luego confirmó en televisión.

Ese 30% de impuesto, que reedita una fórmula que implementó la actual vicepresidenta Cristina Fernández durante su segunda gestión de gobierno, es sobre los gastos para viajes a otros países y compras con tarjetas del exterior, pero alcanza a otros gastos como Netflix, Spotify o Amazon.

Aún no se conoce si el pago de este impuesto se podría computar a cuenta de otros impuestos con solicitud de devolución para los que no se encuentran inscriptos. Fue así durante el cepo en tiempos de Cristina cuando el impuesto llegaba al 35% e iba a cuenta de Ganancias.

Por lo pronto, durante el fin de semana se dispararon las consultas y se incrementaron las ventas de pasajes.

A partir de este lunes se verá la presión de la medida sobre dólar blue, dado que puede elevarse hasta alcanzar ek valor del dólar turista de 82 pesos y de los 95 pesos en el caso del euro, en base a la cotización que tuvo el último viernes.

Cafiero sostuvo que “los argentinos y argentinas que tengan la posibilidad de viajar al extranjero y hagan compras, esas compras se pagan con dólares del Banco Central y los tenemos que cuidar mucho”. Adelantó que no habrá “ninguna restricción para los que puedan viajar lo hagan y disfrutan pero necesitamos recaudar de una forma esa diferencia entre el gasto en tarjeta de crédito que después se paga en pesos aquí y los dólares”.

De todas maneras, si se trata de un nuevo impuesto deberá primero ser aprobado por el Congreso.

El objetivo de la medida del gobierno es reducir la pérdida de reservas por los gastos de argentinos en el exterior de los que viajan fuera del país y de quienes compran a través de diversos sitios en internet.

La balanza turística señala que en 2016 por la vía de viajes al exterior y compras desde aquí en sitios del extranjero, se llegó a un déficit de 8.500 millones de dólares. En lo que va de 2019 el déficit alcanza los 5.000 millones de dólares.

La medida alcanza también a las empresas que exportan y cuyos funcionarios deban viajar al exterior a rondas de negocios.