Se trata de una obra de u$s200 millones que permitirá ampliar la capacidad de tratamiento de la producción de siete yacimientos off-shore y on-shore. La lleva acabo la compañía Total Austral, junto a sus socios Wintershall y Pan American Energy (PAE), quienes pusieron en marcha la expansión de la planta Cañadón Alfa, en la costa norte de Tierra del Fuego.
Por un lado, se podrá optimizar el potencial de los yacimientos maduros, en proceso natural de declinación. Además, la puesta en marcha de la obra permitirá una mayor disponibilidad de gas en el invierno y de este modo disminuir las importaciones durante el período de mayor demanda.
En su totalidad, este proyecto empleó cerca de 600 personas y demandó 21 meses de trabajo con casi dos millones de horas/hombre. El trabajo estuvo a cargo del Consorcio CMA-1, conformado por Total (37,5%), Wintershall DEA (37,5%) y PAE (25%).
Según informaron las empresas, el proyecto se desarrolló bajo un esquema de operaciones simultáneas (SIMOPS), realizando actividades de construcción sin afectar el funcionamiento habitual ni los niveles de producción de la planta y superando condiciones climáticas extremas.
Asimismo, fue necesario el tendido de un nuevo gasoducto de 27 kilómetros de extensión entre las plantas Río Cullen y Cañadón Alfa y de una línea de exportación de gas de dos kilómetros de longitud, que permite conducir el fluido en condiciones comerciales hacia el gasoducto de transporte General San Martín.
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