Crece la producción de ropa con diseños feministas en Rosario

Consultadas para una serie de notas para Ecos365, distintas mujeres relatan su experiencia reciente en proyectos de emprendimientos feministas. El caso Insurgencia

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Ana Paula tiene 32 años y es ingeniera en sistemas. Luego de un tiempo de trabajar para diferentes compañías, tomó la decisión de empezar un emprendimiento propio de objetos personalizados con perspectiva feminista. Es una más de las mujeres que se lanzaron hacia un trabajo en el que pueden gestionar sus propios tiempos sin relación de dependencia, a la vez que contribuyen con un movimiento social en alza, como es el feminismo en los últimos años.

El nombre de su proyecto es Insurgencia y lo lleva adelante desde mediados del 2017. Insurgente es quien se rebela ante una causa: como las mujeres ante mandatos, lógicas e, incluso, trabajos. De este modo, según relata la emprendedora, el nombre del proyecto tiene relación con sus objetivos y, además, rompe con los nombres más comunes destinados a las tiendas de ropa. Es que Ana Paula, principalmente, se dedica al diseño de remeras y buzos sublimados.

“Tenía ganas de lanzarme sola, de independizarme y manejar mis tiempos, sabiendo el riesgo que implica todo eso y sabiendo que el esfuerzo es mucho mayor”, explicó la emprendedora acerca de sus motivaciones y agregó: “Si no estás en movimiento, el proyecto no avanza”.

De todos modos, el comienzo de Insurgencia fue posible por una indemnización que le permitió comprar los insumos, producto de una reducción del personal de sistemas en una de las empresas en las que trabajó. Hecho que también es recurrente en la situación social que atraviesa el país. “Cuando me lancé con esto no me dieron los números porque todo aumenta con la inflación, sumado al hecho de que la gente dedica menos dinero a comprarse cosas”, relata la emprendedora. “Sin embargo, entre todas las actividades que hago, puedo llegar a fin de mes”, cuenta Ana Paula, que, luego de un tiempo, redujo su jornada laboral a 5 horas para poder dedicarle más a tiempo a su proyecto personal.

De todos modos, considera que el emprendimiento está en crecimiento y que pudo replicarse en otros puntos del país, por ejemplo en “Insurgencia, Santa fe”, donde un grupo de mujeres le dio impulso, sumándose al proyecto para solventar la crisis económica con un ingreso extra. “La idea es seguir creciendo y apoyando a otras mujeres para que puedan sobrellevar la crisis”, afirmó Ana Paula.

El contacto con ellas fue posible gracias al Encuentro Nacional de Mujeres que se realizó en Chubut - laboratorio de experiencias posibles- donde Ana Paula generó un vínculo a partir de la feria con una mujer santafesina interesada en vender sus remeras “porque coincide con el mensaje, pero también porque no llegan a fin de mes”. Las santafesinas toman pedidos y desde Insurgencia hacen envíos cada quince días o una vez por mes.

“Es necesario impulsarnos entre mujeres para crecer, pero también para tener ingresos”, sostiene.

¿Por qué el feminismo? Ana Paula afirma: “Yo soy feminista y siempre tuve la necesidad de llevar algo que nos identificara: un producto, como puede ser una remera que transmite un mensaje”. Sin embargo, le resultaba difícil en un principio conseguir este tipo de objetos para uso personal y, por eso, optó por producirlos. De este modo, explica: “Es una forma de darle al movimiento una herramienta más, que puede no parecer importante, pero lo es al momento de transmitir un mensaje: por eso hago remeras feministas”.

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