Crack Bang Boom: la convención que garantiza ventas para lanzar un libro

La convención de cómics de Rosario más importante del país cumple diez años y se consolida como referencia para las editoriales independientes de Argentina. Los historietistas que se lanzan allí logran recuperar los costos de imprenta

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Desde el jueves y durante todo el fin de semana se celebra en Rosario la convención internacional de historietas Crack Bang Boom, que en esta edición festeja sus diez años. Según sus organizadores es la única convención que le da tanta importancia a todas las variantes que tienen que ver con la historieta: desde el dibujo hasta la presentación de carpeta ante un editor. La movida atrae a personas de todo el país y en ediciones anteriores participaron alrededor de 30.000 personas.

Asimismo, la Crack Bang Boom es un impulso para todo editor autogestivo e incluso para los editores noveles que tienen proyectos propios, como el caso de los fanzines o fotocopias plegadas.

La convención se convirtió en un referente para las editoriales independientes argentinas y es “la posibilidad para que puedan concretar la salida de un libro”, según Juan Ángel Szama, editor independiente (en la editorial Szama) y miembro del comité organizador.

“La mayoría de las editoriales argentinas de historietas eligen a la Crack Bang Boom para presentar su libro”, aseguró.

“Es un empuje porque es el momento en que garantizas una venta que puede llegar a cubrir el libro”, sostuvo Szama y agregó que por eso es “un evento muy importante para la distribución de material argentino”.

Es decir que los historietistas, a partir de la venta realizada en la convención, pueden financiar impresión y continuidad de sus cómics: recuperar el costo de imprenta.

Creada por el dibujante Eduardo Risso la convención celebra sus diez años, organizada con el apoyo de la Secretaría de Cultura de Rosario en el Centro Cultural Parque de España frente al río. Asimismo, también se desarrollarán actividades en los galpones de la municipalidad: Galpón de la Música, Galpón de las Juventudes, el CEC e incluso en el cine El Cairo.

La propuesta incluye charlas, muestras, concursos, premios, talleres, proyecciones, presentaciones de libros y editoriales, paneles con invitados especiales, venta de merchandising y el reconocido desfile de Cosplay.

“Si estás intentando producir o incorporarte al medio, el pasaje por la convención es una cita casi obligatoria”, recomendó el editor rosarino.

En ediciones anteriores participaron entre 25 mil y 30 mil asistentes, para la edición actual el comité organizador se encuentra a la expectativa ya que es un año “con mayor recesión” y no pueden asegurar el impacto.

Sin embargo, según datos del relevamiento de ocupación hotelera de la semana, la proyección de ocupación de la capacidad hotelera para el fin de semana en Rosario es del 85%. La gerenta de la Aeghar, Ofelia Polito, aseguró que la convención internacional de historietas tiene un peso importante en la ecuación.

Las historietas en Rosario

Las editoriales rosarinas e independientes están atravesando una situación financiera complicada ya que “todo lo vinculado al rubro está dolarizado”. Esto hizo que deban adecuar sus números, por ejemplo, Szama mencionó que en vez de pensar “tiradas de mil ejemplares, se reducen a la mitad y se hacen 500”. Asimismo, se utilizan muchas estrategias de preventa que permitan cubrir la imprenta, o realizan financiamientos colectivos para impulsar ideas creativas.

Según Szama, Rosario es una ciudad donde “se consume mucha historieta nacional”, gracias al empuje de eventos como la Crack Bang Boom o Leyendas (que tenía un perfil netamente nacional) y sentaron las bases para la producción y consumo de historietas.

Szama apuntó que en proporción “Rosario tiene muchas comiquerías”. En comparación con Córdoba, una ciudad similar en cantidad de habitantes, Rosario tiene 3 o 4 veces más casas de cómics.

Oscar Taborda, director de la editorial municipal, coincide en el crecimiento de los historietistas en la ciudad y apunta que está creciendo la producción integral: personas que se "auto editan", ilustran y escriben ellos mismos. Asimismo, menciona que hace 20 años la historieta era “un terreno de varones atado a los géneros clásicos”, mientras que ahora se da “un cambio de paradigma en la producción” y se masifica el volúmen.

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