La industria turística comenzará a transformarse gracias a la inteligencia artificial y algunos de estos cambios ya se están llevando a cabo en el presente. El buscador de viajes Skyscanner ha realizó un estudio donde intenta develar el panorama futuro del turismo vinculado a la revolución tecnológica. 

El sector ya utiliza la IA hace tiempo, en parte en Google Maps de manera omnipresente, pero también de muchas otras formas. Por ejemplo, las aerolíneas analizan enormes cantidades de datos a partir de la demanda de clientes para calcular óptimamente los precios de los asientos en los vuelos.

Otra herramienta cada vez más usada son los chatbots: sirven para interactuar con clientes y así resolver dudas, realizar reservas y obtener información muy valiosa para poder dibujar unos perfiles de gustos, base de las futuras acciones comerciales del sector turístico.

En el caso de algunos hoteles ofrecen cada vez más habitaciones personalizadas totalmente ajustadas al gusto de los clientes, pudiendo acondicionarlas con obras digitalizadas en las paredes según su pintor favorito mientras suena la música favorita del pasajero.

Incluso hay hoteles en los que el check-in es realizado por robots, como el hotel Henn Na Maihama de la bahía de Tokio, y otros que permiten hacerlo con reconocimiento facial. Además, en la habitación se podrían instalar colchones con sensores que recopilarán información sobre el sueño del huésped, pudiendo proponerle así distintas actividades cada día, dependiendo de cómo haya sido su descanso.

El buscador de viajes pronostica que gracias a la IA no existirán oficiales de inmigración en los aeropuertos. En el aeropuerto de Abu Dhabi, por ejemplo, esperan tener en funcionamiento para el año 2021 unos escáneres en forma de túneles en los se analizarán las características físicas, el iris y la huella dactilar del pasajero, todo hecho automáticamente.

Otra revolución en 30 años es la de la conducción robotizada, ya sea a las agencias de alquiler de coches, empresas de autobuses y ferris, e incluso a las aerolíneas. "El cansancio, el estado de ánimo o la falta de atención suelen llevar al error humano en la realización de tareas. Esto puede llevar al error en la reserva de una habitación de hotel o un billete de avión, o dar un trato pésimo a un cliente que reclama un mal servicio", dicen desde la empresa que ha realizado el estudio. "Pero esto dejará de ocurrir con la inteligencia artificial, pues las máquinas no sienten cansancio ni se ven influidas por los sentimientos. Se eliminará el error de la cadena de servicios turísticos".

El informe destaca que si bien se destruirán muchos empleos clásicos destinados a humanos, se crearán muchos otros nuevos puestos de trabajo, todos relacionados con la parte tecnológica de la industria turística.