La pandemia modificó el escenario económico de muchas familias que debieron reordenar sus gastos para hacer frente a la crisis que atraviesa el país. Desde compras en supermercados hasta pago de servicios e impuestos, son variadas las cuentas que se acumulan mes a mes y en muchos casos se suma la cuota de los colegios a donde asisten sus hijos.

El precio de las mismas es muy variado y depende, en su mayoría, del porcentaje de subsidio que recibe la institución por parte del Estado ya que, cuanto mayor sea este, menor será el monto mensual que se le cobre a los padres. En la escala promedio, los valores se ubican aproximadamente entre los $1500 y los $10 mil por mes, aunque pueden presentarse cuotas que superan a este rango, sobre todo en el caso de aquellos pocos colegios que no reciben ningún tipo de subsidio.

Números locales

En Rosario, son un total de 328 los colegios privados, de los cuales 33 no perciben ningún fondo del Estado y solo se mantienen con el abono de las cuotas por parte de las familias. El restante 90% reciben algún porcentaje de subsidio estatal. De esta cifra algunos, como la mayoría de los colegios confesionales, reciben el 100%, mientras que otros tienen subsidios que van desde un 80% a un 40%.

Si tomamos las cifras de toda la provincia de Santa Fe, hay un total de 3.599 establecimientos educativos, de los cuales 849 son de gestión privada, traducido en porcentajes el 23,5%. De esta cifra, el 93,5% reciben algún tipo de subsidio mientras que solo el 6,5% de los establecimientos se mantienen por fuera de ellos.

El secretario de la Federación Santafesina de Instituciones Educativas Privadas (Fesaiep), Alejandro Saba, señaló a Ecos365 que mientras a nivel Santa Fe, el porcentaje de chicos que asisten a escuelas privadas es del 29,5% en primaria y del 34,7% en secundaria, en Rosario esta cifra sube un poco. Son el 40% de los estudiantes en ambos niveles, es decir, cuatro de cada diez chicos, los que asisten a esta clase de instituciones en la ciudad.

“Al principio de la cuarentena hubo bastantes dificultades para lo que era el pago de la cuota. Pasados ya cinco meses esa morosidad hoy se ubica en un 30%, bajó un poco, aunque hay más atrasos que antes de la pandemia. En el caso de los alumnos, un 10% presentó problemas de conectividad para asistir a las clases, pero eso no generó que dejarán las escuelas”, señaló Saba.

En este sentido, el ex supervisor general en Educación Privada de Santa Fe, Fernando Acosta, mencionó a Ecos365 que, a pesar de las dificultades, los estudiantes continúan conectados con las instituciones educativas. Actualmente Acosta trabaja en una escuela ubicada en el barrio Villa Banana, que depende de la Congregación de los Hermanos Maristas. La misma recibe 700 alumnos y todos residen en dicho barrio.

“A diferencia de las escuelas céntricas a las que el paro de transporte las afecta, nosotros corremos con la ventaja de que nuestros estudiantes son de la zona y viven a pocas cuadras. Si bien es imposible, por la realidad de ellos, realizar clases virtuales, muchos vienen a buscar la tarea al colegio o a veces nosotros se las llevamos y así nos mantenemos conectados”, destacó el ex funcionario.

El fantasma del 2001

Luego del 2001, muchas familias golpeadas por la crisis tomaron la decisión de cambiar a sus hijos de las escuelas privadas en donde estudiaban a escuelas públicas. Según Acosta, este fantasma acecha a muchos colegios que, ante la posibilidad de que este escenario se repita, tomaron la decisión de aguantar atrasos en los pagos y mantener un diálogo constante con los padres para llevar tranquilidad y conservar el vínculo.

Esto se da a pesar que de que Santa Fe viene de habilitar el aumento de las cuotas de los colegios, con un tope de hasta el 8%. Desde el Servicio Provincial de Enseñanza Privada acusan entre los motivos al atraso en la cadena de pagos por parte de las familias y a la incertidumbre que reina con respecto a la vuelta de las clases presenciales.

El incremento se da de acuerdo a la Disposición 18/03, que toma para fijar los topes de cuotas y aranceles el sueldo bruto de un maestro de grado sin antigüedad. Si hay un incremento en el sueldo docente, inmediatamente por aplicación de esta norma se habilita el aumento en las cuotas. Sin embargo, en Santa Fe no hubo paritarias, sino un bono de $3000 que el Gobierno provincial entregó a los docentes, por lo que desde algunos sectores sostienen que el aumento no se debería haber autorizado.

A su vez, la disposición define los topes de acuerdo al porcentaje de subsidio que recibe la institución y también autoriza a los colegios a cobrar un agregado por enseñanzas extra programáticas que son aquellas materias que no están incluidas en la curricula, como talleres de idiomas, ajedrez, religión, etc. Se pueden cobrar hasta 5 ofertas como máximo y su cantidad también se establece de acuerdo al subsidio.

“En nuestro caso, nos comprometimos a no modificar la cuota durante la pandemia. Hay muchas familias que no han podido hacer frente a su pago y la morosidad se incrementó. Es cierto que un aumento de sueldos por acuerdo paritario va a impactar en aquellas escuelas que tenemos algún personal a nuestro total cargo, sin ningún subsidio, ya que no hemos sido alcanzados ni siquiera por los ATP del gobierno”, consideró el directivo de una escuela que prefirió mantenerse anónimo.

También señaló que, por motivos económicos, la mayoría de las familias busca negociar algún acuerdo por la deuda y contemplar alguna beca o media beca temporal que se ajuste a sus ingresos momentáneos y afirmó que, por ahora, no se está dando un pase de alumnos de escuelas privadas a públicas como sucedió en otros momentos.

Mapa de cuotas escolares

El sistema educativo provincial contempla tanto, escuelas de gestión pública como de gestión privadas. El secretario de Fesaiep sostiene que, dentro de las privadas, se puede hacer una diferenciación de las mismas de acuerdo a su proyecto educativo, la cuota que cobran y la zona en donde están ubicadas.

Mientras hay colegios privados en barrios carenciados de la ciudad que incluso cuentan con copa de leche y comedor para atender las necesidades básicas de sus alumnos, otros tienen un perfil exclusivo y sus estudiantes, en líneas generales, provienen de familias de clases acomodadas, muchas de ellas con posiciones financieras consolidadas.

“Hay familias con ingresos estables que mandan por tradición a su hijo a algún colegio privado de la ciudad, a las que la pandemia no repercutió y que van a poder seguir pagando la cuota. Esta pandemia perjudica mucho a familias de clase media ascendente, padres que trabajan por su cuenta, que tenían su negocio que ahora no está rindiendo como antes”, destacó Acosta.

Vale aclarar que aunque los padres no pudieran afrontar el pago correspondiente por el colegio al que asiste su hijo, la ley garantiza el derecho del estudiante a recibir su educación y no permite que la institución lo expulse. En estos casos, según Acosta, se suele llegar a un acuerdo entra los directivos de la institución y su familia para evaluar una manera de resolver los atrasos.

Estos son los valores de algunos de los colegios secundarios de Rosario. Puede haber variaciones de costos entre estos y la primaria, pero, en líneas generales, no son grandes las diferencias entre una y otra.

Colegio Inglés: no recibe ningún subsidio por parte del Estado y la cuota ronda los $18 mil pesos 

Colegio Alemán: recibe el 60% de subsidio y la cuota ronda los $14 mil mensuales.

Colegio Los Arrayanes: recibe un 60% de subsidio y la cuota se ubica en torno a los $7 mil

Madre Cabrini: recibe un 100% de subsidio y la cuota es de $2 mil

Colegio parque de España: recibe un 40% de subsidio y la cuota ronda los $13 mil

Colegio Rosario: recibe un 100% de subsidio y la cuota es de $1500

Colegio Misericordia: recibe un 80% de subsidio y la cuota es de $5500

Colegio del Sol: recibe un 60% de subsidio y la cuota ronda los $8 mil

La Salle: recibe un 80% de subsidio y la cuota ronda los $5500