La Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra) señaló que se produjeron 3,05 millones de toneladas res con hueso de carne vacuna en 2018, lo que representa un crecimiento del 7,3% con respecto a 2017, cuando se alcanzaron 2,84 millones de toneladas.

Paralelamente, representantes de Ciccra aseguraron que fue el quinto nivel de producción más elevado de los últimos 23 años. El repunte de la faena, que llegó a 13,4 millones de cabezas, estuvo acompañado de un mayor peso promedio de los ejemplares, que arrojaron 228 kilos en gancho, tres kilos más que el año anterior.

Si bien aún no se conocen los datos de comercio exterior de diciembre, Ciccra proyectó que 2018 cerró con exportaciones en torno a 555,5 mil toneladas res con hueso, lo cual significa un aumento del 78% interanual y el valor volumen en nueve años.

Esto se debe al impulso de la demanda externa, principalmente de China y Rusia.

Es el mayor volumen de los últimos nueve años y 51,6% más que en el mismo período de 2017 en cuanto a valor, de los cuales China y Rusia representaron dos tercios de los despachos.

Otro punto que destacó Ciccra en su informe mensual sobre faena fue el constante incremento de las hembras en los sacrificios. “La participación anual de las hembras en la faena total llegó a 45,5% en 2018. Esto representó un avance de 2,6% con relación al promedio de 2017. Es importante señalar también que este resultado es el más elevado desde la fase de liquidación récord de 2007-2009”, remarcaron desde la entidad.

Asimismo, la restricción crediticia local llevó a los productores ganaderos a desprenderse también de vaquillonas, cuya faena creció 22,8% anual en el último año, elevando su participación en la faena total de 10,4% a 12,1% entre 2017 y 2018.

Consumo interno

Del total de carne vacuna producida, el mercado interno absorbió durante el año pasado 2,49 millones de toneladas de res con hueso, un 1,4% menos que en el mismo período del año anterior.

Si bien la faena, producción y exportación aumentaron, el consumo de carne vacuna local per cápita se ubicó en 56,1 kilogramos al año en el 2018, es decir 2,4% por debajo del promedio de 2017.

Desde que se modificó el escenario macroeconómico (diciembre versus abril de 2018), el precio de la carne aviar aumentó 49,6%, la carne porcina 32,3% y la carne vacuna 27,5% .

Al contrastarlos con la evolución del promedio de los salarios formales (+22,1%), en los últimos ocho meses todas las carnes experimentaron alzas mayores. Se observa entonces que la caída del poder adquisitivo de la gente se refleja en una retracción del consumo.